El cuerpo de Jimin sumergido entre la espuma se relajó por completo que se había quedado dormido.
Se despertó cuando su propio ronquido divertido lo despertó. Bufó entre avergonzado y enfadado por haberse despertado así.
Se habían entrado muy tarde después que se había metido el sol, también se habían quedado dormidos en aquel árbol de duraznos, rodeados de frutos y flores rosiblancas que desprendían un aroma fenomenal que les apasiguaba el latido de sus corazones. Yoongi había despertado un par de veces por el aletear de algún ave que se aventuraba a volar cerca buscando frutos frescos, se quedaba atento al movimiento y los sonidos y después de contemplar al zorrito dormido entre sus patas volvía a quedarse dormido.
Jimin había abierto los ojos mucho rato después deleitándose con las suaves patas del Gato Maine que lo tenia bien sujeto como si fuera una presa a la que no quería dejar ir.
Luego de que Yoongi despertara y que se volvieran a su figura humana habían decidió tomar una ducha, Yoongi había ido primero porque Jimin quería arreglar sus cosas antes así que el pelinegro le dijo donde colocar sus cosas porque de todos modos había espacio de sobra en el walking closet.
Ahora estaba ahí disfrutando el baño, pero estiró sus brazos al aire y echó la cabeza hacia atrás. Era suficiente de relajamiento por ahora. Yoongi debía estar afuera esperándole pacientemente ya que le dijo que solo se iría a dar una ducha de burbujas y saldría para poder hablar de lo que le había estado molestando a lo largo del día, a lo que Yoongi estuvo de acuerdo.
Así que muy su pesar —porque amaba la enorme tina de Yoongi— salió, se metió a la ducha y dejó caer el agua de lluvia sobre él. Todo su cuerpo quedó libre de jabón.
Después se colocó un albornoz y secó su cabello con la toalla y salio del cuarto de baño al cual él estaba decidido a bautizar como "santuario" ya que sus rituales de belleza eran más extensos y satisfactorios ahí.
En efecto, Yoongi permanecía recostado en la cabecera de la cama con su laptop sobre sus piernas. Jimin tuvo que contener un jadeo de asombro al verlo ahí tan casual sin camisa y solo con su pantalón de dormir y sus manos tecleando agilmente sobre el aparato y el toque final eran aquellos anteojos de marco negro que le provocaron cosquillas en algún lugar del cuerpo cuando enfocó su vista en él.
Como el contacto visual no logró sacar alguna palabra de la boca de Jimin, Yoongi arrugó un poco el ceño.
—¿Pasa algo zorrito?
Jimin asintio, después negó y al poco tiempo volvió a asentir.
—Si pasa Daddy... —y ahí estaba una vez más el apelativo que hizo a Yoongi regocijarse de nuevo—. Pasa que... tú deberías estar prohibido luciendo así.
Jimin le señaló con el índice y Yoongi se miró a su mismo. Con una ceja alzada cuestionó a qué se refería Jimin.
—Aish así, así como estas ahora sin camisa y solo con ese chándal de dormir y además los anteojos y el cabello mojado... No, deberías estar prohibido.
Yoongi soltó una risa y negó dejando su laptop a un lado y llamándole con una mano para que tomara asiento a su lado, o sobre sus piernas, como Jimin lo prefiriera.
Jimin de inmediato se sentó a su lado, no sobre él porque si no, no podría concentrarse en lo que iba a decir. Su rostro se torno lo más serio posible tratando de ignorar lo tremendamente sexy que Yoongi se veía así, queriendo con todo su ser que sus mejillas dejaran de estar rojas lo cual era casi imposible.
Apretó un poco sus labios antes de querer hablar para calmarse un momento. Porque Jimin creía que con semejante visión seria una tarea muy difícil.
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•°.❀𝑀𝓎 𝐿𝒾𝓉𝓉𝓁𝑒 𝐹𝑜𝓍 ❀.°•|𝒴𝑀|
FanfictionPark Jimin de 20 años es un lindo zorrito rojo caprichoso y mimado por su padre. Todo lo que quiere debe ser suyo cueste lo que cueste, incluso si es el nuevo novio de su madre. Min Yoongi tiene 30 años y es apuesto, millonario y muy inteligente su...