9|. Estoy Alucinando

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20/01/2030

Joao🐢

Hoy era un día importante. Al menos para mí, lo era. Quizá para el equipo no tanto, ya que solo teníamos un amistoso local, uno de esos partidos que a veces los demás ven como un mero trámite, una oportunidad para que los jóvenes del equipo muestren lo que tienen. Pero para mí, cada partido, fuera amistoso o de una competencia seria, era una oportunidad más para demostrar mi compromiso, mi pasión por el fútbol, y la razón por la cual había llegado hasta donde estaba. Para mí, no había encuentros pequeños, cada vez que pisaba el campo, era como si mi vida girara en torno a esos minutos de adrenalina y competición.

Estaba en la cocina, apoyado contra la encimera mientras sostenía una taza de café caliente entre las manos. El aroma amargo del café recién hecho llenaba el aire, pero mis pensamientos estaban en otro lugar. Miré a mi alrededor, la casa estaba en calma, solo el suave murmullo del reloj de pared rompía el silencio. Frente a mí, Isa estaba sentada en la mesa de la cocina, con la mirada fija en su celular. Sus dedos se movían rápidamente por la pantalla, concentrada en algún mensaje o vídeo, quien sabe. A pesar de su joven edad, ya parecía más adulta que nunca. Me era difícil creer que esa pequeña que solía pedirme que la alzara sobre mis hombros ahora tenía once años.

Sonreí para mí mismo, pero al mismo tiempo, sentí una punzada en el pecho al recordar cuánto había cambiado todo en los últimos años. Desde que Julieta se fue, las cosas no habían sido fáciles. No solo para mí, sino para Isa también. Se había quedado conmigo, y aunque siempre había sido fuerte y madura para su edad, sabía que la ausencia de Julieta le había afectado más de lo que dejaba ver. Pero ella nunca se quejaba. Siempre estaba dispuesta a acompañarme a mis partidos, ya fuera en casa o fuera, en amistosos o en finales decisivas. Era la primera en animarme, su voz pequeña pero decidida se alzaba por encima de la multitud para hacerme porras, y yo no podía evitar sentir un orgullo inmenso cada vez que la veía en las gradas.

—¿Lista para hoy? —le pregunté, intentando captar su atención.

Isa levantó la vista del celular, sus grandes ojos oscuros se encontraron con los míos. Me dedicó una sonrisa rápida antes de volver a su pantalla.

—Sí, siempre lista —contestó con naturalidad, pero noté que su atención seguía centrada en lo que sea que estaba viendo.

—¿Qué tanto ves ahí? —pregunté con curiosidad, inclinándome un poco para echar un vistazo, pero Isa escondió el teléfono antes de que pudiera ver algo.

—Nada... —respondió, haciéndose la misteriosa—. Solo cosas de amigas.

Solté una pequeña carcajada, negando con la cabeza. A veces olvidaba lo rápido que estaba creciendo. Hace apenas unos años, la veía jugar con sus muñecas, y ahora tenía "cosas de amigas" en su celular que, aparentemente, no me quería mostrar.

Isa vendría conmigo al partido, como siempre lo hacía. Desde que Julieta ya no estaba con nosotros, Isa se había convertido en mi compañera constante en cada juego. No le gustaba quedarse en las gradas sola, y la entendía perfectamente. Por eso, había arreglado todo para que se quedara en los bancos de los jugadores, justo al lado del campo, donde podía verme en acción de cerca. Además, tenía a Marta, su tutora y niñera, para acompañarla. Marta era increíble, siempre había estado allí cuando la necesitábamos. La había contratado cuando Julieta se fue, y aunque Isa ya tenía once años, sabía que tener a alguien como Marta cerca le daba seguridad. Yo también me sentía más tranquilo sabiendo que ella estaba cuidando de Isa mientras yo me enfocaba en el partido.

Marta había sido una bendición, especialmente durante los primeros meses después de que Julieta se fue. Me había resultado extremadamente difícil cuidar de Isa a tiempo completo, con mi carrera exigiéndome tanto. Y, bueno, no podía olvidar a Magui, que no hacía las cosas más fáciles. Desde el principio, Isa y Magui se habían llevado como el perro y el gato, y eso era decirlo suavemente. Cada día era una pelea para ver quién tenía el control de la casa, como si fuera una especie de batalla territorial entre ellas. Así que, en medio de ese caos, decidí que necesitábamos ayuda.

Yo x Ti . Tu x Mi 2 - Joāo FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora