15| . Dia de Playa

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09/02/2030


Julieta🦋

Abrí los ojos lentamente, sintiendo como si el sueño aún pesara en mis párpados. Me tomó unos segundos adaptarme a la luz suave que se colaba por la ventana, creando franjas de luz que caían sobre la habitación y se deslizaban por las sábanas enredadas entre nuestros cuerpos. La calidez del sol apenas acariciaba el espacio, lo justo para dar una sensación de calma y quietud.

Sentí el cansancio en mi cuerpo, el recuerdo de la noche anterior aún vivo en cada músculo, cada rincón. Cerré los ojos por un momento, dejando que fragmentos de anoche revolotearan en mi mente: sus manos explorando cada rincón de mi piel, el roce de nuestros cuerpos en la oscuridad, los susurros en medio de la noche... Aún podía oír su risa baja y sentir el modo en que mi piel se erizaba bajo sus caricias.

Mi respiración estaba tranquila, pausada, cuando de pronto sentí un peso en mi pecho que me sacó de esos pensamientos. Miré hacia abajo y lo vi a él, completamente dormido, su brazo alrededor de mí, y una de sus manos apoyada sin pudor en mi pecho. Su rostro estaba apacible, su respiración profunda y rítmica; podía sentir cómo su aliento tibio rozaba mi piel. No pude evitar una sonrisa al verlo así, tan despreocupado, tan confiado, aferrado a mí como si en cualquier momento fuera a perderme.

Deslicé mi mano por su cabello desordenado, entrelazando mis dedos suavemente en su pelo. No quería despertarlo; había algo en esta quietud que deseaba prolongar. Me quedé así, acariciando su cabello, sintiendo el leve peso de su mano sobre mi pecho y el calor de su cuerpo junto al mío. Era tan raro, tan íntimo, y a la vez, tan natural.

Podía ver la leve curva de sus labios. Todo en él me transmitía una mezcla de ternura y deseo, algo que a veces me costaba procesar, como si fuera un sueño demasiado bueno para ser cierto. Habíamos pasado de ser desconocidos a esto, a despertar juntos, a compartir una confianza que me hacía sentir que había encontrado algo valioso, algo por lo que valía la pena cualquier obstáculo.

Mientras lo observaba, sentí su mano moverse un poco, como si se aferrara a mí incluso en sueños. Mi piel se estremeció, y no pude evitar reír en voz baja, enredándome en esa sensación cálida de tenerlo tan cerca.


Pasaron unos diez minutos en los que simplemente me dediqué a mirarlo. El lento subir y bajar de su pecho me tranquilizaba, y el calor que irradiaba me envolvía, creando un refugio en el que sentía que el mundo entero se quedaba fuera. Estaba tan concentrada en ese momento que apenas escuché el sonido bajo de una notificación en mi celular, que vibró levemente en la mesita de noche.

Con cuidado, para no despertarlo, me estiré y tomé el celular. Al desbloquear la pantalla, noté que era un mensaje de un número desconocido. Algo en mí me dijo que no debía abrirlo, pero la curiosidad me ganó y toqué la notificación. En cuanto leí el mensaje, sentí cómo el aire se me atascaba en los pulmones.

"Te estoy observando."

El mensaje era tan directo y simple, pero el escalofrío que recorrió mi cuerpo no tuvo nada de sencillo. Sentí como si todas las paredes alrededor se estrecharan y me oprimieran. Mi corazón comenzó a latir con fuerza, y una extraña mezcla de miedo y sorpresa me congeló en el lugar. Todo mi cuerpo se tensó, y por el rabillo del ojo vi cómo Joao se movía ligeramente, notando mi incomodidad incluso en su sueño.

Joao levantó la cabeza con un movimiento lento, algo aturdido por el sueño, y al abrir los ojos, sus pupilas se enfocaron en mí. Su expresión cambió en cuanto me vio; debí parecer una estatua, inmóvil y con la mirada fija en el celular.

Yo x Ti . Tu x Mi 2 - Joāo FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora