01 |. Nuestras Vidas Últimamente

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20/12/2029

Julieta🦋

Si les tengo que contar cómo me fue en estos últimos cinco años, la verdad es que fue un sube y baja de emociones. No les voy a mentir, no la pasé ni muy bien ni muy mal. Hubo días en los que sentí que todo estaba bien, pero otros en los que solo quería desaparecer. Como en toda etapa de la vida, estos cinco años tuvieron su lado bueno y malo.

Para ponerlos un poco en contexto, cuando me fui de Barcelona a Londres, fue un caos emocional, tanto para mí como para Sebas. Esas primeras tres semanas fueron devastadoras. No podíamos adaptarnos ni encontrar consuelo en nada.

Flashback

Era una noche fría de noviembre en Londres. Sebas estaba acurrucado en el sofá, con su carita escondida en sus rodillas, el brillo de las lágrimas le marcaba las mejillas, y mi corazón se rompía en mil pedazos al verlo así. Sabía que tenía que explicarle las cosas, pero nunca pensé que sería tan difícil.

Julieta: —Sebas, cariño, no estés triste, ¿ok? Pronto volveremos —le dije, tratando de calmar su llanto, aunque yo misma no estaba segura de cuánto tiempo significaba "pronto".

Sebas: —¿Por qué me mentiste, mamá? —su voz sonaba rota, llena de decepción—. No quería dejar a Isa ni a papá, por eso no quería venir. —Escondió el rostro en sus rodillas, alejándose más de mí.

Sus palabras me golpearon en el pecho. No sabía qué decirle. Había sido una mentira piadosa, pero una mentira al fin y al cabo.

Julieta: —Lo hice por ti y por Isa. Si nos hubiéramos quedado, te habrían hecho daño a ti y a Isa —traté de explicarle, aunque ni yo misma entendía del todo cómo llegamos a esta situación.

Sebas levantó la cabeza, sus ojos aún llenos de lágrimas, pero ahora también de resentimiento.

Sebas: —Aun así, me lo podrías haber dicho, mamá. Tengo seis años, lo sé, pero podría haberlo entendido si me lo hubieras explicado —susurró antes de levantarse y salir corriendo hacia su habitación, dejándome sola en la sala.

Me quedé ahí, inmóvil, sintiendo el peso de la culpa hundirme. Tenía razón, claro que la tenía. Si se lo hubiera explicado desde el principio, quizás lo habría comprendido. En lugar de protegerlo, lo hice sentir traicionado. Mientras esos pensamientos me invadían, las lágrimas comenzaron a caer sin que pudiera detenerlas. ¿Qué clase de madre era? Dios, qué mala madre...

Fin del Flashback

Sí, así fue como se enteró de la verdad, tres semanas después de habernos mudado a Londres. Y créanme, fue uno de los momentos más duros que he vivido. En ese instante, me sentí fatal. Me consumía la culpa. Pero preferí decirle la verdad en ese momento, cuando aún era pequeño, que esperar a que cumpliera once años para contarle lo que realmente pasó.

Y hablando de eso... Sebas ya tiene doce años. ¿Pueden creerlo? Hace solo dos meses lo celebramos. A veces miro a mi hijo y me cuesta creer lo rápido que ha crecido. Es un niño increíble, fuerte, y con una madurez que me sorprende cada día. Por otro lado, está Mateo, mi pequeño. Ya tiene cinco añitos, y es la luz de la casa. Me encanta verlo crecer, especialmente porque es la viva imagen de su padre, Joao. Cada vez que lo miro, no puedo evitar ver esos mismos ojos, esa misma sonrisa que una vez me robó el corazón.

Y hablando de Joao... Bueno, esa es otra historia. Al principio, todo iba bien. Seguíamos hablando, aunque la distancia doliera, nos manteníamos conectados. Él me contaba cómo iba la vida de Isa, y yo le contaba cómo crecían Sebas y el bebé. Pero, de un día para otro, sin previo aviso, Joao me bloqueó de todas partes... excepto de Instagram. No entendía nada. Me sentía desconcertada, perdida. Luego lo supe. Magui, sí, esa Magui, apareció. Subió una foto con él, besándose. Claro, ahí todo cobró sentido. Joao había vuelto con ella.

Yo x Ti . Tu x Mi 2 - Joāo FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora