12|. Que Fue De Ti

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03/02/2030

Joao🐢

¿Cómo les explicaba lo que estaba sintiendo ahora? Ver a Julieta cara a cara era lo que más necesitaba. Todas esas semanas de incertidumbre, de sentirme incompleto, de preguntarme por qué no me había avisado que había vuelto. Había sido difícil lidiar con el enfado que me invadía por la razón de su silencio, pero en el momento en que la abracé, toda esa tensión se desvaneció. Mis brazos rodearon su perfecta cintura con una desesperación que ni siquiera intenté disimular. Me convertí en un completo sumiso y vulnerable en sus brazos. La extrañaba... no podía negarlo. La necesitaba más que nada en este mundo.

Mis pensamientos se interrumpieron cuando vi a Isa salir del baño junto a Sebas, aquel pequeñín que solía correr a nuestro alrededor hace seis años y que ahora, con una altura impresionante, casi me llegaba al hombro. Me golpeó la realidad de cuánto tiempo había pasado. Todo había cambiado, excepto mi amor por ellos.

Julieta, con esa ternura infinita, abrazó a Isa como si la vida le dependiera de ese gesto, y vi cómo unas lágrimas silenciosas se escapaban de sus ojos. Esa imagen me tocó de una manera que no esperaba. Ella era fuerte, siempre lo había sido, pero verla en ese estado, tan abierta, tan emocional, me hizo estremecer. Cuando nuestros ojos se encontraron, sentí algo profundo, como si toda la distancia y el tiempo entre nosotros se desvanecieran en un instante. Le dediqué una sonrisa, intentando transmitirle todo lo que no podía expresar con palabras, y ella me la devolvió, un gesto que pareció detener el tiempo.

Pensé que, tal vez, desde ahora todo sería diferente. O eso creía.

Cuando nos separamos de los niños, vi a Julieta limpiarse las lágrimas con el dorso de su mano, y mientras tanto, me dediqué a despeinar suavemente la cabeza de Sebas, quien me miró con una sonrisa que no pude evitar devolverle. Todo parecía surrealista, como si el universo hubiera decidido, en ese preciso instante, que era hora de reconectarnos. No podía apartar mis ojos de Julieta, estaba hermosa, como siempre. Era imposible ignorar lo mucho que la amaba, cómo su presencia lo cambiaba todo.

Pero Isa rompió la burbuja en la que nos encontrábamos.

—Este... mamá, papá —dijo ella, mientras se acercaba a su hermano, tomando su mano con fuerza—. Digan algo, por favor.

Julieta se cruzó de brazos, mirándonos con esa expresión seria, casi de madre enfadada, que siempre lograba ponerme nervioso. Joder, me estaba volviendo loco solo con verla. Intenté controlar el torrente de emociones que me estaban carcomiendo por dentro.

—Necesito que nos expliquen esto —dijo, con un tono firme pero cargado de confusión.

Isa dio un paso al frente, sonriendo con nerviosismo mientras miraba a su hermano en busca de apoyo.

—Bueno, pues... digamos que Sebas y yo planeamos todo esto —respondió, intentando aligerar el ambiente tenso con una sonrisa traviesa. Sebas, a su lado, asintió como si también compartiera el crédito de la conspiración.

—¿Planeamos? ¿Desde cuándo ustedes dos tienen comunicación? —pregunté, levantando una ceja. Estaba genuinamente intrigado. No recordaba haber visto indicios de que se hablaran por teléfono o algo asi.

—Papá, ¿te acuerdas del día que fuimos al supermercado? El día que me olvidé de comprar el alimento de Floki —me dijo Isa, con ese tono que usaba cuando quería que recordara algo importante.

Asentí, recordando el caos de aquel día. Entre las prisas y la lista interminable de cosas por hacer, habíamos hecho una parada rápida en el supermercado.

Yo x Ti . Tu x Mi 2 - Joāo FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora