23. Dulce reencuentro.

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Gabriella.

Todo era tranquilo... Un inmenso mar, tranquilo y cristalino estaba frente a mi. Por alguna extraña razón, yo estaba sentada en un columpio de cristal también, sobre el mar. Había un hermoso atardecer frente a mi, y estaba sola.

No entiendo dónde estoy pero la paz que sentía era increíble. Por primera vez estaba tranquila, no sentía la necesidad de estar alerta, o preocupada, o luchando más... solo estaba allí, contemplando una vista hermosa, con algún sonido de las olas rompiendo a lo lejos.

¿Estoy muerta?

Esa idea cruzó mi mente unos segundos y la posibilidad de estarlo no me asustó. Si la muerte se sentía así, estoy más que a gusto... Pero, soy un demonio, ¿Por qué estaría en un lugar tranquilo? Además, soy inmortal.

¿Dónde estoy realmente?

El mar que estaba tan tranquilo frente a mi, empezó a moverse, como si algo lo estuviera ocasionando desde el fondo, y la curiosidad empezaba a matarme, ¿Qué estaba pasando?

Miré debajo de mis pies y fruncí el ceño al ver a un hombre debajo de mi. Aparentemente era un dios, fuerte pero lleno de ira y maldad... ¿Un dios lleno de ira y maldad?

Eso no es propio de ellos...

—¿Quién eres?— Le pregunté con seriedad, mi instinto estaba alerta de nuevo y todo gritaba peligro por todos lados.

El hombre sonrió siniestramente, sus ojos dorados me daban advertencia y solo pude leer sus labios mientras hablaba debajo del agua:

"Voy por ti"

Lo siguiente que sentí fue como él jaló de mi pie y me hundió al agua, pero justo en ese momento, desperté...

Un sueño...

Mi respiración era agitada y mi mente estaba llena de dudas y preocupación... ¿Quién era ese hombre?

Cerré los ojos, recordando bien su imagen, siento que es una señal... siento que algo malo se avecina pero... ¿Por qué?

Escuché que alguien abrió la puerta de mi habitación y vi a Hades entrar.

El se acercó a mi con su típica exprés sería pero notaba la preocupación en sus ojos.

—Pequeña, ¿Estás bien?— Preguntó con un tono suave... o al menos el intento.

—Tuve un sueño raro... Hay alguien que viene por mi pero no logro descifrar quién es...

Hades me escuchó con atención mientras se sentaba en el borde de mi cama.

—¿Viste quién era?

—Si, pero...— Suspiré, estando algo pensativa.— No lo conozco... no se quién es.

Hades solo asintió y suspiró, pensando en algo también, y allí recordé que tenía una conversación pendiente con él.

—Oh, por cierto, ayer me dijiste que tenías que hablar de axel.— Le comenté y el asintió.

—Ah, si.— El iba a decir algo, pero lo pensó. Ladeé la cabeza, algo curiosa, y el solo se aclaró la garganta, mirándome fijamente.— Deberías ir a verlo...

Me sorprendí ante su sugerencia de ver a Axel... ¿En serio quiere que vaya a ver a Axel?

—¿Por qué?— No pude evitar preguntar.

—Solo... es una sugerencia... se que lo extrañas... y a Zyon también, claro.

Me quedé en silencio, pensándolo bien.

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