𝐕𝐚𝐥𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 ; 𝐑𝐞𝐲

𝟎𝟑

𝟎𝟑. 𝐕𝐢𝐝𝐞𝐨𝐜𝐥𝐢𝐩 𝐓𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞

¿Qué es lo que podemos decir de un video clip triste?

Amara se encontraba en el hangar, un espacio que iba a convertirse en su nuevo hogar tras haber sido seleccionada para la beca. Sin embargo, en medio de la celebración de su éxito, una gran sombra se cernía sobre ella. La euforia que sentía por haber logrado un paso importantísimo en su carrera artística se veía atenuada por la tristeza que sentía por Margarita, su amiga y colega cuya voz había cautivado a todos, pero que, a pesar de su talento, no había logrado ser elegida.

Mientras miraba a los otros seleccionados reír y compartir su alegría, Amara no podía evitar sentirse dividida. La felicidad parecía un lujo que no podía permitirse, como si la alegría fuera un manto que no podía llevar mientras Margarita estaba de pie al borde del escenario, desilusionada y atrapada en el silencio de su frustración. El contraste era abrumador; el hangar que se llenaba de sueños y oportunidades también estaba anclado en la tristeza de los que no habían tenido la misma suerte.

En su mente, un torrente de pensamientos giraba sin cesar. ¿Cómo podía disfrutar de este momento sin sentir el peso de la injusticia que había vivido su amiga? ¿Era egoísta compartir su felicidad cuando sabía que alguien tan talentosa como Margarita se sentía rechazada? La idea de ser la seleccionada la envolvía en un conflicto interno: por un lado, anhelaba brillar y aprovechar esta oportunidad, y por el otro, sentía un fuerte impulso de ayudar a su amiga a encontrar su propio lugar en ese mundo.

Amara comenzó a dudar. ¿Debería mantener su alegría en secreto, como si fuera un bien perdido, o abrir su corazón y compartir su felicidad con Margarita, haciéndola parte de su viaje? La decisión se dibujaba ante ella, y la incertidumbre era una compañera incómoda en momentos como este.

Mientras el eco de la música y las risas seguían fluyendo a su alrededor, Amara se sintió atrapada en una encrucijada emocional. Sabía que su camino en el hangar no sería solo acerca de ella, sino también de cómo podría hacer que otras voces, las que merecían ser escuchadas, fueran parte de la música que resonara en el escenario. Su corazón anhelaba una forma de reconciliar su propia felicidad con el deseo de ayudar a Margarita a hallar su lugar.