𝟎𝟓

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𝟎𝟓

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𝟎𝟓. 𝐄𝐥 𝐥𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐝𝐞 𝐑𝐨𝐦𝐞𝐨

El día para Amara empezó desde muy muy temprano, antes de que el sol despuntara en el horizonte

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El día para Amara empezó desde muy muy temprano, antes de que el sol despuntara en el horizonte. Había despertado con una energía inusual y decidió que era el momento perfecto para disfrutar un poco de libertad. Se vistió rápidamente y salió en dirección al parque cercano, su lugar favorito para patinar.

El aire fresco de la mañana la recibió como un abrazo, y al deslizarse sobre su patineta, sintió que el mundo comenzaba a despertarse. Los árboles aún estaban cubiertos de rocío, y el sonido de sus ruedas sobre el pavimento se convirtió en una melodía tranquila que la acompañaba en su recorrido.

Después de un rato, hizo una pausa en un banco del parque, sacando su teléfono para marcar el número de su papá, Leandro. Esperó unos instantes, el sonido de los tonos de llamada resonando en su oído.

—¡Hola, papá! —dijo, su voz iluminada al escuchar su respuesta.

—Amara, querida, ¡qué alegría escuchar tu voz! ¿Cómo va todo por allá? —respondió su padre, con una calidez que siempre la reconfortaba.

—Todo bien. He estado patinando un poco y... bueno, sobreviviendo entre chicos ruidosos —rió suavemente—. Pero, la verdad, Te extraño un montón.

Leandro pausó un instante, como si estuviera eligiendo las palabras correctas.

—Yo también te extraño. La casa es muy silenciosa sin ti. Estoy orgulloso de lo que estás haciendo, pero me gustaría que estuvieras aquí más a menudo.

Los ojos de Amara se llenaron de melancolía.

—Lo sé, papá. Pero estoy aprendiendo mucho y creo que esto es parte de lo que necesito hacer.

—Siempre estaré aquí para apoyarte, hija. Solo prométeme que cuidarás de ti misma. —dijo, su tono de voz más serio, casi paternal.

Amara sonrió, sintiendo el amor de su padre traspasar la distancia.

𝐕𝐚𝐥𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 ;  𝐑𝐞𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora