El brillo de la tarde

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—Necesito que vengas conmigo —dijo Bambam. 

—¿De verdad? —exclamó Yugyeom con grato asombro dibujado en su rostro que casi lo hace caerse del sofá de donde disfrutaba su malteada. 

La mirada del anfitrión se dirigió a su mejor amigo un tanto confundida puesto a que la petición inicial estaba dirigida hacia Mark que venía del pasillo con los brazaletes de Youngjae en las manos.
Al notar la realidad, Yugyeom volvió enojado a su posición en el sofá, haciendo el mayor ruido posible al sorber por la pajilla de su bebida casi terminada. Ya hacía un tiempo desde que Bambam lo necesitó para realizar sus labores de guardaespaldas desde el trato con su padre, por lo que ha querido mantener su descontento con ruidosas, pero ligeras protestas.

—Wonho hyung se mantendrá al pendiente —agregó Bambam, ahora mirando a su ofendido mejor amigo—. Dejo el Pandora en tus manos, Gyeom. Vuelvo en un rato.

—Váyanse al diablo los dos.

—¿Yo también? —inquirió Mark un tanto culpable.

—Me refería al imbécil de tu patrón y a este lugar, pero si así lo quieres, hyung, sí, vete al diablo también. Tú y Wonho hyung.

—Entrégale esto a Arson, por favor —dijo Mark, prestándole poca atención a su disgustado amigo y dándole los brazaletes.

—¿Ahora soy el mandadero?

—Por el momento —rio el mayor de los tres.

No se despidió, sólo se puso de pie y salió del lobby para dirigirse al escenario donde Youngjae esperaba por Mark. Al ver a Yugyeom llegar para darle sus brazaletes supuso que probablemente este último había sido enviado en contra de su voluntad. Sin embargo, no mencionó palabra más que un gracias y se dirigió a la zona general a toda prisa ya que el espectáculo estaba por comenzar.

—¿No iba a presentarse mi noviecillo? —preguntó la voz de la prisionera que se acercó campante a Yugyeom, acercándose más de lo debido para que pudiera escucharse sobre la música. Usando su máscara y un lindo vestido lila de varias capas de falda justo arriba de sus rodillas.

—Tuvo qué salir —respondió sin mirarla, sólo atento hacia enfrente.

—¿Y por qué no vas con él?

—Mejor dime, ¿por qué no estás atada a tu silla?

—Dijeron que lo mejor era colocarme un rastreador para perros en el tobillo y soltarme por ahí. Aunque si lo preguntas, sí, estoy harta.

—No tanto como yo.

—¿Disculpa? Estoy secuestrada.

—No, no lo estás. Bambam es demasiado dócil como para hacerte daño o siquiera amenazarte. Pero si fuera por Mark hyung o por mí, probablemente seguirías en esa silla.

—Por algo no están al mando —replicó burlona. Miró hacia arriba, hacia las ventanas del pasillo hacia el lobby. Ahí estaba Wonho junto a otros guardias, mirando todo desde un amplio panorama como un águila—. ¿No estás cansado de que Don musculoso de allá arriba te esté cuidando todo el tiempo?

—Estoy cansado de ya no hacer nada.

—Ponte a barrer.

—Ya lo hice.

—¿No bailas como todos los trabajadores aquí?

—Normalmente no. Era guardaespaldas, no bailarín. Por eso no hay espacios para mí en los espectáculos.

—Pide que abran alguno.

—No quiero.

—Entonces no estés quejándote.

Just tonight we'll go to heaven and back [GOT7 fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora