Pequeñas y lindas mierdas

27 5 39
                                    

—No tengo interés alguno en mirarte —dijo Mark con un tono de voz que delataba flojera, del otro lado de la deprimente llamada que no tenía rumbo ni dirección.

—Debemos conocernos, hyung. ¿Por qué te haces el difícil? —respondió el sátiro mientras ajustaba su corbata, mirando cómo su presa actual se colocaba la ropa—. Te invito a mi casa a cenar.

—¿Qué es la cena?, ¿yo? —rio sin gracia.

—Sólo si así lo quieres.

Colgó.

—Dios, ¿por qué es tan difícil este hombre? —chistó volviendo a llamar a su número.

—¿Cuándo nos volveremos a ver, eh? —preguntó el lindo chico rubio sentándose junto a JInyoung en la cama del hotel para besar su mejilla—. Ya hacía tiempo que no me llamabas para pasar un ratito juntos —su dedo índice se paseaba por el marcado y dorado pecho de Jinyoung, este último pasó su teléfono a su mano izquierda para que con mano libre acariciarlo en un camino por la curva de su espalda hasta sus nalgas.

—Estoy al teléfono, bombón, espera un momento —replicó, callándolo al deslizar sus dedos hacia el sitio dónde estuvo dentro unos instantes atrás, complaciendo al joven que jadeaba gustoso sobre su regazo—. No puedes terminar la llamada si yo no te lo permito —añadió cuando su llamada fue respondida.

¿Hola? —la voz de Dianne, la hermana menor de Mark—. ¿Jinyoung oppa?, ¿todo bien?

—Oh, hola, preciosa. Sí, todo está bien. Quería hablar con tu hermano.

No debería ser extraño para ella, si Mark y Jinyoung se iban a casar, aunque el primero sea un alfa, debe responder al alfa de más alta jerarquía biológica. Incluso si ese alfa -que será su dueño cuando estén entrelazados-, estaba recibiendo sexo oral en ese momento por un omega del que con suerte sabía su nombre.

—Él no puede hablar en este momento.

—No lo escondas, hermosa, no lo regañaré —trató de no delatar su voz. Sus dedos se movían con la suficiente experiencia para desconcentrar al chico que mantenía su boca ocupada en la entrepierna de Jinyoung.

—No es eso —soltó una risilla—. Estamos en la iglesia. Tuve qué salirme para responder al teléfono.

—Ah, lo siento mucho. No tenía ni idea, tu hermano sólo terminó la llamada sin darme explicaciones.

—Le diré que debe ser más cuidadoso y no ser irrespetuoso contigo. Pero discúlpalo, es algo insensible por lo que ha vivido.

—Si supiera un poco más de eso, tendría algo de consideración —hizo una pausa para ahogar un gemido—. No quiere contarme nada de su vida.

—Bueno, si yo fuera él, tampoco querría contarle nada a nadie. Mi hermano quiere empezar de cero y lo apoyo con eso —se escuchó que tragó saliva, probablemente también era duro para ella hablar sobre ello—. Se lo pido, no lo fuerce a hablar, dejemos en el pasado lo que ya ha pasado. Él siempre me dice eso.

Jinyoung torció la boca, no le gustó para nada esa respuesta, pero la intriga no era mala en ocasiones y le despertaba más interés en Mark de lo que creía. Pensar en que Mark podía ser más peligroso de lo que pensaba no le repelía ni un segundo, probablemente su familia sería quien corriera el verdadero riesgo, sin embargo no sonaba nada mal el poder ver cómo un alfa tan falso como Jaebeom intenta intimidarlo o siquiera ser su igual a -literalmente- punta de pistola.
Mark no le daba más que risa, era como un pequeño niño tratando de ser amenazante contra un adulto. Y eso le encantaba.

Just tonight we'll go to heaven and back [GOT7 fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora