Esas pequeñas flores

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Había sido un día pésimo. Ni siquiera la fiesta a la que había sido invitado levantaba un poco su ánimo. Sabía que recién entrar a la universidad sería la oportunidad para todo jovenzuelo el experimentar nuevas vivencias por más arrebatadas o atrabancadas que pudieran llegar a ser. Pero para él no y, para acabar de enterrar su ánimo, debía abandonar el campus a más tardar el lunes. Por lo que, la tarde de viernes que debía de ser algo emocionante se convirtió en horas dentro del departamento de servicios escolares para solicitar su baja total de la carrera y de la universidad.

No era porque él quisiera hacerlo, era porque su madre así se lo exigió. 
Señalándolo de egoísta y mal hijo por haberse inscrito a una carrera profesional sin decírselo. En otras palabras, entrar a una carrera con la que ella jamás estaría de acuerdo.

—¿Artes?, ¿danza teatral? —preguntó Jaebeom, escuchando a su amado hablar, recostado en la cama junto a él. Aprovechando que el omega, por un descuido, comenzó a hablar de aquella "elevación" que consiguió sentir por primera vez.

El cuerpo de Youngjae se tensó por unos segundos, sin embargo, no miró a Jaebeom al escuchar esa acercada pregunta, sólo mantuvo su vista hacia el techo. En el acto, dándole la razón a Hyunwoo y apacible felicidad a Jaebeom.

—Sí —respondió tranquilamente. Era Youngjae, siempre fue Youngjae.

Su madre había estado presionándole por teléfono desde que se enteró de la decisión de su hijo. Dándole el ultimátum respecto a abandonar su "inútil" carrera o ella misma se encargaría de ir a servicios escolares para que lo echaran; probablemente por inventar alguna mentira que hiciera ver que Youngjae no respetaba o promovía los valores universitarios y así pudieran sacarlo sin preguntar más.
El omega no quería dejar la carrera que tanto había soñado con estudiar, pero ella recalcó que si él deseaba estudiar danza tendría qué ser cuando se fuera de su casa, ya que él estaba siendo groseramente egoísta por no pensar en la opinión de su progenitora. Que era un egoísta por no decirle y hacerle pagar los exámenes de admisión sin saber a qué facultad estaba aspirando.

Finalmente, la baja total estaba hecha y él, deshecho.

—Bambam me dijo que podía ir a la fiesta, así me serviría como distracción y olvidaría todo. Pero no tenía el ánimo, así que le dije que se divirtiera sin mí. Yo trataría de tranquilizarme.

Lloró todo lo que la frustración le permitió durante horas. Hasta que la luna, al asomarse por su ventana, le dijera que ya era tarde y su luz le hiciera conciliar el sueño hasta roncar profundamente. Deseando no soñar con el creciente odio que nacía hacia su madre.

Fue ese fugaz pensamiento el que lo despertó nuevamente, en la madrugada, desorientado, pensando que sólo fueron unos minutos los que cerró los ojos para terminar dándose cuenta que fueron horas.

—Pensé, "maldita sea. Sólo falta que toda esta mierda me de insomnio" —miró a Jaebeom con una culpable, pero graciosa expresión—. Era mi celo —rio—. En un momento como ese, mi celo había llegado. "¡Dios!, ¿es todo lo que tienes?". Sé que es estúpido creer que era la peor experiencia del mundo, pero para alguien de dieciocho años sin apoyo parental, todo estaba desmoronándose. ¡Sólo imagínelo! Estar deprimido y cachondo al mismo tiempo era la creación de un villano ambivalente dado al conflicto emocional y físico que tenía.

—Supongo que tu cerebro deseaba serotonina —sonrió compasivo.

—No. Los omegas no entramos en periodo de celo por situaciones de estrés. Eso sería deprimente y patético. Mi cerebro deseaba que me rellenaran como pavo en noviembre.

—Youngjae —reclamó, soltando una pequeña carcajada—. Debes ser serio.

—Sólo me queda bromear, que aún no viene lo peor.

Just tonight we'll go to heaven and back [GOT7 fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora