Just tonight we'll go to heaven and back [GOT7 fanfic]

La reina de la baraja y la jugada pasada

—No necesito a un hombre súper musculoso que me siga a todos lados en ajustadas playeras —dijo Bambam caminando a prisa con su teléfono en mano.

—Ay, yo sí —replicó su hermano con voz coqueta, estirándose desde el sofá que se encontraba recostado en la oficina del primero.

—El señor Lee dijo que si querías mantener el "paquete" aquí, yo debía encontrarme presente —dijo Wonho, el guardaespaldas del padre de Yugyeom—. La alianza constaba de darte seguridad, primordialmente al joven Kim, por lo que es bastante justo que yo sea el indicado para mantenerme en el Pandora hasta que las cosas se resuelvan.

—¡Cállate, hyung! Alguno de mis trabajadores podría escucharte y con ello un enjambre de chismes que desencadenaría en un indeseable pánico colectivo. ¿No deberías estar cuidando del señor Lee? —inquirió Bambam después de tener una llamada telefónica fallida, intentando nuevamente llamar al número del que no tuvo respuesta.

—No soy el único guardaespaldas que tiene.

—¿Y no quieres ser mi guardaespaldas, hombre bombón? —preguntó Bentley seductoramente, posando repetidamente en el sofá—. Yo no tengo problema alguno con que me sigas a todos lados, mostrándome esos enormes brazos tuyos. Podrías cuidarme abrazándome fuertemente, pegándome a tu pecho hasta sentir tus latidos sobrepasando los míos y cuando estemos en sintonía...

—¡P' Bentley, cállate! —exclamó Bambam, interrumpiendo el aumento de volumen de la voz de su insinuante hermano. Se sentía algo mal de ser la amarga parte que quisiera detener una situación que en cualquier otro momento le incomodaría al grado de ser gracioso, pero tener a su hermano comportándose de esa forma y sumando la situación actual en la que tiene a una chica secuestrada en uno de los camerinos sin usar, le ponían los nervios de punta a un nivel un tanto exagerado.

—Dios mío, Bammie. Soy un hombre adulto, no tienes porqué sentirte celoso de que tu hermanito mayor tenga deseos sobre otros hombres —replicó guiñando un ojo a Wonho que sonreía con amabilidad, algo apenado de sus comentarios.

—No me siento celoso, me siento asqueado. Ya es bastante malo que te gusten los hombres como para que lo digas así como así y coquetees frente a mí.

—¿Cómo puedes ser homofóbico si siempre estás agarrado de la mano de Yugyeommie? 

—¡Jamás he agarrado...! —su llamada por fin fue respondida—. Hola...

—Ahora que está distraído podemos huir hacia el primer piso y meternos en su camerino —dijo Bentley, alzando ambas cejas hacia Wonho. Colocándose sobre sus rodillas en el sofá, acercándose al filo de este, extendiendo sus brazos como un niño pequeño pidiendo que sus padres lo tomen. Al alcanzarlo contra su voluntad, lo atrajo hacia sí y frotaba sus manos en su cabeza y espalda con acérrima curiosidad de sentirlo—. Podrías cuidarme de cualquiera que quisiera hacerme daño, calmar mis pesadillas y con tu dulce voz decirme que todo va a estar bien hasta el final de los tiempos porque tus enormes pectorales van a ser mi escudo y refugio para siempre. 

—Ah, joven... —replicó Wonho nervioso, intentando quitarse de encima al joven de abundante cabellera oscura que hablaba de una forma cada vez más melosa.

—No me digas así, puedes llamarme Bentley o, si gustas, llámame por mi nombre completo, Wichai Bhuwakul, aunque eso no sería lo normal, mejor llámame baby y yo te llamaré daddy. 

—¡P' Bentley! —gritó Bambam—, ¡por amor al cielo, suéltalo y quédate quieto!

—¿¡Desde cuándo putas un hermano menor puede callar a su hermano mayor, Kumpimook Bhuwakul!? —exclamó de vuelta sin soltar al guardaespaldas ni un segundo, aturdiéndole al estar tan cerca de su oído—. ¡En este país se respeta a los mayores tanto como en el nuestro!, ¡pídeme perdón antes de que te arranque ese bonito hocico a jalones con estas garras recién afiladas y decoradas!