JB y Jinyoung

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La adolescencia llegaba junto a una descarga hormonal que sólo era superada por las responsabilidades que cada uno cargaba sobre sus hombros. Las chicas comenzaban a lucir muy atractivas y las feromonas de los omegas eran tan notorias que distinguir entre un aroma y otro dependiendo de la persona se tornaba en una habilidad inhumana.

El deseo sexual en un par de chicos de dieciséis años era más intrusivo y ruidoso que el hambre o el sueño. Un par de alfas tan inexpertos como ellos se meterían en problemas de no atender la información que reciben en sus clases de biología y educación sexual. 

En una de esas clases, Jinyoung se llevó un par de puntos extras por su participación activa durante la clase ya que tenía una clara filosofía muy contrastante con la de JB:

—¿Por qué no me interesaría en la biología de los omegas y betas? —respondió ante la interrogante de su rival una vez la clase acabó.

—Porque eres un alfa —resaltó como si fuera lo más obvio del mundo—. Celo, apareamiento, reproducción. Es todo.

—Formación de lazos, celo, apareamiento, marca, sentimiento de protección por parte de los alfas y de pertenencia por parte de los omegas, gestación, alumbramiento, familia. Te faltaron unas pocas etapas, Im.

—¿Y todo eso qué importa? La mayor parte se lo llevan los omegas.

—Nuestros compañeros de vida, querrás decir. A menos que pienses casarte con alguien beta, no veo porqué no aprender de nuestra biología.

—No pienso casarme —respondió tratando de disimular la molestia que le causaban esos puntos extras que no se llevó a su expediente de clase. Para él (y para otros de la clase), no era necesario aprenderse las funciones biológicas más allá de las básicas. Entender los subgéneros aparte del suyo le parecía una pérdida de tiempo—. No pienso tener hijos o siquiera formar lazos. La vida es para disfrutarla, no para atarse a alguien por el resto de la humanidad.

—Pienso lo mismo, simio. Pero el funcionamiento del cuerpo humano es importante e incluso impresionante. 

—Si tú lo dices —rodó los ojos—. Cambiando de tema a algo que realmente es interesante, escuché que BM hará una fiesta en su casa cerca de la playa, ¿irás?

Eran rivales, claro, pero de alguna manera se hicieron cercanos.

—No le he preguntado a papá —replicó mientras guardaba sus cosas en su mochila—. Dependerá de qué día sea, tengo que pedir permiso al menos una semana antes.

—¿Hablas en serio?, ¿pides permiso para salir?

—Que tus padres no se interesen en lo que haces ni en con quién no es problema mío, Im. 

—A mamá no le interesa, a papá sí —replicó—. Pero mis calificaciones siempre convencen a papá —alardeó con un gesto burlón. 

—Me compadezco de tus padres.

—Oh, cierra la boca, Park.

Ambos tomaron sus pertenencias y se dirigieron a la salida del aula para volver a casa.

—Nos vemos mañana, hijo —rio aquel profesor que compartía nombre con Jinyoung.

—Hasta mañana, profesor —replicó indiferente mientras salía junto a JB.

—¿No le has dicho que ya no te gusta que te llamen así?

—Si lo hago, es probable que me odie como a los otros y su preferencia me beneficia en algunos aspectos. Puedo soportarlo hasta la graduación.

—A mí me odia. Dicen que tuvo un alumno con mi mismo nombre que era de lo peor y por eso me detesta.

—No des volteretas mentales, no le agradas porque no eres agradable.

—¿Estás buscando pelea?

Había algo que JB había estado notando desde hace bastantes días atrás. Al caminar por los pasillos, algunos estudiantes saludaban como usualmente sucede; amigos de otros grupos, compañeros con los que coincidieron en la educación primaria y secundaria, vecinos de colonia, y varios etcétera. Sin embargo, una que otra mirada extraña se dirigía a Jinyoung, miradas de chicas y chicos con cierta picardía. No había morbo, sólo coquetería.

Jinyoung no lo mencionó en esos años, sino hasta tiempo después, un par de años en el futuro.

—¿Es por eso tu interés en la biología? —preguntó JB cruzándose de brazos detrás de su rival.

Jinyoung soltó una risilla que indicaba que no podía importarle menos haber sido descubierto.

—Mamá me enseñó a comer callado —dijo provocando gracia en el contrario.

—Sólo te faltaba un beta en esa cama y podrías tener la colección completa, Park.

—También me enseñó a comer de todo.

Eran mayores de edad, nada les impediría hacer lo que hacían.
JB siempre fue muy coqueto y lograba obtener lo que quería de las personas. No buscaba nada serio, ninguna relación formal, no había sentimientos; sólo encuentros casuales con personas que le parecieran atractivas o interesantes. Disfrutaba del sexo y no se limitaba en conseguirlo. 

Jinyoung era igual, sin embargo, su diagnóstico posterior al cumplir los dieciocho años fue la respuesta a ese apetito que no podía saciar tan a la ligera. 
Era una posibilidad sobre miles o incluso millones de que un alfa u omega naciera con esa necesidad asesina de enredarse con otras personas sin formar un lazo en el proceso.

Esa es la finalidad de la relación entre un alfa y un omega: formar un lazo, una familia. Jinyoung no tenía esa meta a corto plazo, quizá en un futuro algo lejano sí; pero por el momento tenía una creciente sensación de probar y descubrir tanto como su cuerpo se lo permitiera. Experimentando cada personalidad dominándolo o él mismo dominándola, no había reglas una vez la puerta se cerrara y las luces se apagaran. 

Ser un alfa dominante que padecía de esa adicción era una deliciosa tortura para Jinyoung. Podía mantener un lazo con quién quisiera o simplemente no hacerlo y la mejor parte era que lo hacía por gusto no por no poder hacerlo como su amigo el alfa recesivo.

Todo era posible una vez las estrellas cayeran y pudiera llegar al cielo.

—El libertinaje sexual suena bien, Park —dijo JB—, pero tiene sus consecuencias. Entiendo que quieras tener sexo casual, sin embargo, ¿hacerlo cada vez que tengas tiempo libre? Eso es un problema.

—Sé que es un problema y me da igual.

—Ser esclavo de tus deseos carnales, ¿no lo ves mal?

—No tengo porqué explicarte mi condición, Im. Lo disfruto.

Mirando por su balcón, Jinyoung se encontraba en ropa interior después de que JB llegara a su casa para invitarlo a una fiesta. Lo encontró con dos personas, un alfa y un omega, ambos compañeros de su preparatoria del grupo frente al suyo en una situación en la que tantos aromas combinados en la habitación debido a la creciente explosión de feromonas marearon al amigo desconcertado.
No era la primera vez que JB lo miraba en una situación así, pero sí era la primera vez que lo confrontaba. Podría decirse que en el interior se preocupaba por la sanidad de Jinyoung, crecer en esa enorme casa junto a unos padres un tanto estrictos y responsabilidades de persona adinerada no era la mejor de las condiciones para un sátiro. Descargaba su frustración en algo en lo que se estaba volviendo adicto.

Pero JB nunca fue un adolescente joven muy centrado y lo tomó como una competencia.

Pero JB nunca fue un adolescente joven muy centrado y lo tomó como una competencia

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Just tonight we'll go to heaven and back [GOT7 fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora