Just tonight we'll go to heaven and back [GOT7 fanfic]

Una visita al jardín basta

—Comenzaremos con las grabaciones en unos días —dijo Jaebeom sonriente al teléfono, pidiéndole con la mirada a su practicante seleccionar el botón de la planta baja en el ascensor—. Fui hace unos días a terminar con las preparaciones del jardín y todo está en orden. Sólo falta que lleguen las flores, por lo pronto haré algunas pruebas en el estudio con los modelos y el vestuario. 

Minhyuk, que los acompañaba, ladeó la cabeza curioso. Jaebeom nunca se muestra feliz de hablar con la señora Park de frente y mucho menos al teléfono, tener en cuenta que en algún momento debía o necesitaría cruzar palabra con su jefa para cualquiera que sea el tema le daba un mal humor del que era difícil deshacerse haciendo el ambiente tenso y molesto para los demás. 
Ahora, parecía no tener el más mínimo inconveniente en decirle o darle detalles sobre su trabajo, respondiendo cada pregunta que la inoportuna señora Park tuviera para hacerle. Incluso su practicante lo miraba extrañado e incluso podría decirse que asustado de esa actitud.

—Las pruebas las haré a partir de mañana, ya estoy por irme a casa —respondió—. No, no puedo quedarme, tengo una cita y una vida.

—Las horas extra las pagan bien —dijo Minhyuk arrugando la nariz y con una sonrisa en la que apretaba los dientes a forma de burla.

—A mí no me las pagan —susurró Jaebeom.

—A mí tampoco —añadió el pasante.

—No me quedaré por las tardes —volvió al teléfono—. Sabe que la colección en la que estaba trabajando consumió mi tiempo por las tardes y prefirió pasársela a su hijo. Discúlpeme si doy sólo el esfuerzo suficiente en esta ocasión, pero no estaré encerrado en el estudio para tratar de darle vida a algo repentino. Resultará como tenga qué resultar.

—Con esa sonrisa y esas palabras, es posible que esté a punto de matarnos, niño —rio Minhyuk haciendo al practicante alzar una ceja—. Tiene la misma expresión que uno de mis hyungs cuando tiene ganas de cagar y por alguna razón lo retienen.

Colgó, pareció dejarle la palabra en la boca a su jefe por la corta expresión de sorpresa exagerada y la forma en la que alzó los hombros con falsa culpa.

—¿Por qué a su hijo no lo jode de la misma manera que a mí? —guardó su teléfono.

—Jinyoungie tiene la mayoría del trabajo resuelto —replicó Minhyuk, sabiendo que quizá esa provocación acabaría con el buen humor del alfa—. Recuerda que tú comenzaste la planeación publicitaria de esta colección desde cero, gatito —verdaderamente quería hacerlo enojar y lo estaba logrando—. ¡Ah!, recordé algo. Mientras terminaba de confeccionar el corsé de uno de los vestidos, pensé que lanzaremos dos revistas, la usual revista de temporada en conjunto con la revista de edición especial de bodas. ¿Te imaginas que nuestros colegas diseñadores de moda quieran mostrarse en nuestra revista al tener la misma idea respecto a las bodas por todo el tema de la boda real? Ya sabes, lo normal antes de que mamá Park entrara a la ecuación con la línea de ropa. Entonces lanzaríamos tres revistas, siendo la última realizada bajo la presión de los diseñadores.

Jaebeom lo miró iracundo, en un enojo de sorpresa de no haber considerado esa parte. El practicante sólo desvió la mirada algo molesto de que Minhyuk estuviera cruzando esa invisible línea que todo el departamento creativo odiaba cruzar. Así qué, en un infalible intento de evadir el calor del ascensor, una vez este se abrió, huyó despidiéndose en voz alta.
Minhyuk sólo soltó una risotada caminando detrás de él mientras que Jaebeom terminaba de asimilar la posibilidad de que lo que su colega planteó pudiera cumplirse. Estando a punto de quedarse con otras personas que subirían hacia otro piso.

"Tendremos una reunión por la mañana. Te espero a las siete en punto en mi oficina", dijo la señora Park en un mensaje. Acabando con el espíritu retador que mantuvo durante la llamada.