Estaba parada frente a la puerta de mi aula, el nerviosismo aún me acompañaba como un presión en mis piernas y pecho. El profesor se puso frente a la clase, y alzó la voz.
—¡Bienvenidos a un nuevo año escolar! Hoy tenemos a una nueva estudiante con nosotros. ¡Por favor, denle una calurosa bienvenida a Mi-Suk!-cuando dijo mi nombre y entre, escuche aplausos.
Las miradas se volvieron hacia mí, y sentí que el calor me subía a las mejillas. Intenté sonreír mientras escuchaba murmullos a mi alrededor.
—Es bonita...
—Mira su cara, es tan fina...
—¿No crees que tiene una voz muy dulce?Mis pensamientos se arremolinaban. ¿Bonita? ¿Voz dulce? A veces, las palabras me llegaban como si fueran un eco en mi cabeza. No podía evitarlo; mientras agradecía con una pequeña inclinación de cabeza, una mirada fija me hizo sentir inquieta. Era como si me estuvieran analizando, como un detective observando a su objetivo.
Miré hacia donde provenía la mirada, y sentía algo. Un chico con cabello negro. Su expresión era seria, casi como si estuviera sacando conclusiones de un caso. Esa mirada me puso los nervios de punta, pero en el fondo, había algo intrigante en él. Intenté centrarme en mis pensamientos, pero el profesor interrumpió mi concentración.
—Mi-Suk, puedes sentarte detrás de Lee So-Hee —dijo el profesor, señalando a una chica que sonreía como un rayo de sol.
Me acomodé en mi asiento, sintiendo el peso de las miradas. Lee So-Hee se volvió hacia mí, sus ojos brillando con entusiasmo.
Me senté escuchando la profesor que sacáramos nuestros libros de historia a lo que Lee So-Hee se volteo y me ayudo para encontrar la pagina y solo me sonrió con mucha emoción y empezó las clases.
Cuando sonó el timbre de receso, ella se volteo y dándome una linda sonrisa amigable me dijo.
—¡Hola! Soy Lee So-Hee. ¡Es genial que estés aquí! —dijo, con una energía contagiosa.
—Hola —respondí, un poco tímida, pero intentando mostrar confianza.
—¿Te gusta el K-pop? —preguntó con un brillo en los ojos.
—Sí, ¡me encanta! —dije, sintiendo que la conversación comenzaba a fluir—. También me gusta la moda y, por supuesto, el maquillaje.
—¡Oh! ¿Tienes alguna canción favorita? —continuó, su entusiasmo era contagioso.
Mientras hablábamos, la clase avanzaba, y aunque el contenido me pasaba un poco desapercibido, me sentía más a gusto. Y cuando hablamos de muchas cosas como si ya nos conociéramos, muchos de nuestros compañeros se acercaron, interesados en conocerme.
—¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre? —me preguntó una So-Hee.
Las palabras de So-Hee resonaban en mi mente mientras hablábamos de nuestras canciones de K-pop favoritas, de las tendencias de moda y de cómo soñábamos con salir a pasear y disfrutar de cosas increíbles. Sonreía genuinamente, sintiendo que por fin comenzaba a encajar, pero había otros compañeros que me dejaban mareadas hasta que...
—Cuéntame de ti. Quiero saber muchas cosas sobre ti —dijo So-Hee, su voz llena de emoción.
En ese instante, sentí un nudo en el estómago. ¿Qué podía decir? Cada respuesta que pensaba podía abrir la puerta a preguntas que no quería contestar, ¿tendría que mentirle?.
Justo cuando mi mente se llenó de dudas, uno de los chicos del grupo, interrumpiendo mis pensamientos.
—Hola, soy Lim Young-woong . ¡Eres una chica muy bonita! —dijo, sonriendo con calidez—. ¿Te gustaría ser parte de nuestro grupo?
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Lim Mi-Suk esconde un secreto
RomanceEn una nueva escuela, Lim Mi-Suk, una chica de quince años que guarda un secreto profundo, lucha por encontrar su lugar en un mundo que a menudo se siente hostil. Mientras intenta lidiar con su identidad y el miedo al rechazo, un encuentro inesperad...