Eun-ji me invitó a su casa a hacer una pijamada juntas, no se como logró convencer a su papá de dejarme pasar la noche en su casa, pero aquí estábamos, en su cuarto, riéndonos por cualquier cosa. Su padre era famoso por ser estricto, siempre detrás de sus notas, de su comportamiento, y de todo lo que significara "perfección". Sin embargo, parece que mi presencia le daba cierta tranquilidad, y al ver que Eun-ji estaba progresando en sus estudios, finalmente le dio permiso para tener una amiga en casa, como incluso interactuar para a hacer amigos, algo extraño en su padre, pero era algo bueno.
—No puedo creer que estemos aquí —dije, tirándome sobre el futón, riéndome—. ¡Pensé que tu papá nunca iba a permitir algo así!
Eun-ji me lanzó una almohada en broma y se dejó caer a mi lado, riéndose también.
—Bueno, tuve que prometerle que estudiaríamos un poco... pero eso no va a pasar hoy, ya que le dije que tu eres mu inteligente y me dijo que nos divirtiéramos —dijo entre risas, mostrándome su móvil, donde tenía abierto un video de películas y entrenamiento de boxeo y música.
nos reímos juntas, disfrutando de la pequeña libertad que habíamos conseguido, aunque en mi mente me decía que no era muy inteligente, pasaba a las justas en algunos cursos... espero que papá me acepte en ir a la playa.
Eun-ji se levantó y fue a su escritorio, de donde sacó un par de esmaltes de uñas. Los sacudió frente a mí con una sonrisa cómplice.
—¿Te apetece hacer algo más divertido? —preguntó, con una expresión traviesa en su rostro.
—¿Pintarnos las uñas cuenta como estudiar? —bromeé, sentándome.
—Definitivamente sí —respondió ella, lanzándome una sonrisa.
Mientras nos pintábamos las uñas, charlamos sobre cosas simples: música, las últimas tendencias de moda, e incluso sobre algunos chicos de la clase. Eun-ji seguía emocionada por la reciente invitación de sus padres a llevarnos a la playa, y no podía dejar de hablar del viaje.
—¿Te imaginas? Todas juntas, en la playa, relajándonos después de las clases —dijo con un brillo en los ojos.
—Va a ser genial —respondí, aunque parte de mí seguía preocupada por lo que podría pasar si alguien descubriese mi secreto.
La conversación fue interrumpida por un mensaje que llegó a mi móvil. Era el grupo que compartíamos con So-hee. Al abrir el chat, vi un montón de fotos que So-hee había enviado. Eran fotos de ella y Jung Hoon, claramente tomadas por él mientras ella no se daba cuenta.
So-hee: "¡Miren lo que me acaba de mandar Jung Hoon! 😳😳😳"
Eun-ji se rió al ver las imágenes.
—¡Parece que So-hee y Jung Hoon se están llevando muy bien! —dijo con una sonrisita pícara.
So-hee: "Es tan tierno, aunque no sé cómo reaccionar a todo esto. Me hace reír con sus bromitas."
Jung Hoon le había estado enviando mensajes constantemente, llenos de emojis y comentarios juguetones. No hacía falta ser adivina para saber que a ambos les gustaba pasar tiempo juntos, aunque parecía que ninguno de los dos quería admitirlo aún.
—¿Crees que So-hee y Jung Hoon terminen juntos? —pregunté, medio en broma, medio en serio.
—Quién sabe, pero sería lindo. Siempre me han parecido perfectos el uno para el otro —respondió Eun-ji, mientras terminaba de pintarse las uñas de un color brillante—. ¡Listo! ¿Qué te parece?
Levantó las manos, mostrándome sus uñas recién pintadas. Yo también había terminado las mías, y ambas nos miramos con satisfacción.
—¡Te quedaron perfectas! —dije, admirando su trabajo.
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Lim Mi-Suk esconde un secreto
RomansaEn una nueva escuela, Lim Mi-Suk, una chica de quince años que guarda un secreto profundo, lucha por encontrar su lugar en un mundo que a menudo se siente hostil. Mientras intenta lidiar con su identidad y el miedo al rechazo, un encuentro inesperad...