El suave viento me acariciaba mi rostro mientras me apresuraba a llegar al colegio. Estaba pensando en lo del viaje a la playa, tratando de no dejar que la ansiedad se apoderara de mí. La idea de estar en trajes de baño con las chicas me preocupaba más de lo que quería admitir. Pero, antes de que pudiera seguir dándole vueltas al asunto, una voz familiar interrumpió mis pensamientos.
—¡Hey, Mi-Suk! —Jung Hoon apareció a mi lado, con su sonrisa despreocupada de siempre.
—¡Oh, hola! —respondí, sintiéndome un poco sorprendida de que estuviera tan animado por la mañana.
—he querido decirte algo que me había olvidado. —Se ajustó su mochila en el hombro mientras me miraba de reojo.
—Sí... bueno, puedes decírmelo. —Mentí un poco, aún insegura de cómo enfrentar la situación.
Jung Hoon guardó silencio por un momento, como si estuviera pensando en algo más. Luego, me miró de nuevo, con una expresión diferente—. Quería... quería decirte algo que quiero contarte.
—¿Qué cosa? —le pregunté, curiosa por su tono más serio.
—Verás, hay... alguien en el grupo que me gusta. —Bajó la voz un poco, mirando a su alrededor como si no quisiera que nadie más escuchara.
Mi corazón dio un pequeño vuelco. Por alguna razón, este tipo de confesiones siempre me ponían nerviosa, pero no podía evitar sentir curiosidad. Me detuve y lo miré con interés.
—¿Quién? —pregunté, tratando de sonar casual, aunque mi mente ya estaba imaginando escenarios.
Jung Hoon sonrió nerviosamente antes de responder.
—Es So-hee... —admitió finalmente.
Me quedé sorprendida, aunque, pensándolo bien, tenía sentido. So-hee siempre había sido alguien que atraía la atención de todos por su energía y carisma. Pero nunca me habría imaginado que Jung Hoon sentía algo por ella.
—Vaya, eso no lo veía venir —dije con una pequeña sonrisa—. ¿Se lo has dicho a alguien más?
—No... aún no. Pero, no sé, siento que no debería guardármelo más. —Jung Hoon se rascó la nuca, claramente incómodo—. ¿Crees que debería decírselo?
—Hmm... —me tomé un momento para pensarlo. No quería decirle algo que luego complicara la situación. Además, me di cuenta de que, mientras hablábamos, mis propios sentimientos respecto a Ji-ho seguían revoloteando en mi mente—. No sé, tal vez deberías esperar un poco. A veces, es mejor ver cómo se desarrollan las cosas. Pero si sientes que es el momento adecuado, deberías ser honesto con ella.
—Sí... puede que tengas razón. —Jung Hoon suspiró, pero luego me sonrió agradecido—. Gracias, Mi-Suk. Me alegra poder hablar contigo sobre esto.
Nos dirigimos juntos al aula, y mientras caminábamos, no podía evitar sentir una ligera envidia de Jung Hoon. A pesar de sus nervios, él tenía claro lo que sentía. Yo, en cambio, seguía luchando con lo que sentía por Ji-ho y Eun-ji, sin saber si era solo una amistad o algo más.
En clase:
Al entrar al salón, vi a Ji-ho sentado en su lugar, aparentemente inmerso en su celular. De nuevo, nuestras miradas se cruzaron brevemente, pero él rápidamente apartó la vista. Me senté con Eun-ji y So-hee, quienes estaban hablando animadamente sobre las últimas noticias de K-pop.
—¡Mi-Suk! —exclamó So-hee al verme—. ¿Qué tal tu mañana?
—Bien, bastante normal, creo —respondí, intentando no pensar demasiado en la conversación que acababa de tener con Jung Hoon.
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Lim Mi-Suk esconde un secreto
RomanceEn una nueva escuela, Lim Mi-Suk, una chica de quince años que guarda un secreto profundo, lucha por encontrar su lugar en un mundo que a menudo se siente hostil. Mientras intenta lidiar con su identidad y el miedo al rechazo, un encuentro inesperad...