—¿Crees que esto funcione? —preguntó.
Necesitaba saber si él creía que aquello no era algo pasajero. Jorge levantó la mano y acarició su rostro. Volvió a besar la punta de su nariz.
—Apostaría mi alma a que si...
—Te amo...
—Te amo.(Bueno esta parte que sigue esta un poco HOT solamente les aviso porque no quiero ser la responsable de un trauma! ;) Okei las dejo sigan leyendo!)
Volvieron a besarse. Jorge posó sus manos en la delicada espalda de Martina, y buscó el cierre de su vestido. Lo bajó delicadamente. Llevó la boca a su hombro derecho y lo besó delicadamente. Martina hundió los dedos en sus cabellos. El pequeño bretel del vestido cayó hacia un costado y Jorge se encargó del otro. La prenda cayó al suelo delicadamente. Ella tenía los ojos cerrados, sintiendo que así sentía todo más intensamente.
Entonces él la levantó en brazos, instintivamente Martina colocó los brazos alrededor de su cuello y lo miró a los ojos.
Caminó con ella en silencio hasta llegar a un costado de la pequeña casita en donde se encontraba una cama, en la que apenas entraba una persona. Martina la miró y luego volvió la vista a él. Iban a estar más que pegados en ese lugar. Acercó su rostro al de él y acarició su masculina mejilla con la nariz. Respiró profundamente para llenarse el cuerpo de su aroma.
Jorge la tendió delicadamente en la cama, que hizo un pequeño crujido ante el nuevo peso que llevaba encima. Ella simplemente lo observó allí parado. Él se quitó la camisa y se inclinó sobre ella volviendo a besarla.
Martina comenzó a recostarse, llevándolo junto a ella. Jorge se posicionó cuan largo sobre el delicado cuerpo de la morena. Pero trasladó todo su peso a su brazo derecho, para no llegar a aplastarla. La ropa interior de ella le mojó el pecho y entonces sin dudarlo, se alejó un poco y se lo quitó. Ella contuvo el aliento, y sintió que un suave calor le cubría aquella parte de su anatomía y corría rápidamente hacia sus mejillas. ¿Ahora sentía vergüenza? Luego de haberse comportado tan descaradamente hacia unos cuantos minutos, no se atrevía a mirarlo a los ojos. Sintió que Jorge le levanta la barbilla con el canto de su mano.
—No volverás a irte, ¿verdad? —le preguntó.
—No... —murmuró ella.
Él volvió a besarla, tomando hasta la última gota de dulzura de sus labios. Y Martina sabía, sabía que jamás iba a poder dejarlo. Él estaba metido debajo de su piel, en su corazón.
El resto de las ropas que ambos llevaban terminaron silenciosamente en el suelo. Sus corazones latían al mismo ritmo, diciéndose todo sin decir nada.
Entonces Martina rodeó aquellas fuertes caderas y Jorge entró en ella, sin dejar de mirarla a los ojos. Ella se aferró a sus hombros y un suave gemido se le escapó de los labios. Notó que él estaba tenso, ¿creía que podía hacerle daño?
—¿Te provoco dolor? —preguntó él en un gruñido. Lo más odiaba era saber que podía lastimarla... de la forma que fuera.
—Se siente hermoso —murmuró ella y lo alentó a que se moviera un poco más. Era la gloria, su cuerpo tan pesado encima de ella, su piel tan caliente, sus músculos duros y fluidos —Más, Jorge. No voy a romperme. No puedes hacerme daño...
Entonces él se enterró en ella. Martina gimió su nombre y arqueó su cuerpo hacia el suyo. Elemental como respirar, era tenerlo en su interior. Jamás había sentido nada como aquello. Y era simplemente suyo.
Cuando comenzó a moverse desenfrenadamente, sus labios encontraron los de ella y metió la lengua en su boca, tuvo el fugaz pensamiento de que nada en su vida volvería a ser lo mismo, jamás.
Y luego perdió su cuerpo, que se disparó por encima del borde, para caer en una lluvia de estrellas. Como si estuviera a cierta distancia oyó a Jorge rugir y convulsionar, sacudiéndose una vez, y luego otra y otra más y muchas otras veces más.
Él se dejó caer sobre ella pesadamente, y Martina lo acunó con sus brazos, para luego besarle la frente que estaba a su alcance. Permanecieron unidos, entrelazados y sus respiraciones continuaron siendo agitadas durante un largo rato.
Jorge levantó la cabeza y la miró a los ojos. Se sentía el hombre más afortunado del mundo. Nada podía salirle mal.
—Martina... ¿qué vamos a hacer respecto al futuro?
—Construirlo... juntos.
Él sonrió y la besó cortamente antes de volver a apoyar la cabeza en su pecho y escuchar los latidos de su corazón.
—Es muy novelesco esto de la hija del jefe y el peón de la estancia...
Ella rió entrecortadamente y acarició su espalda.
—Simplemente es nuestra historia......................................................................
Lloro de la felicidad! <3
Bueno espero que les haya gustado la novela! Como siempre les he dicho a mi me encanto! De igual modo como la de la El chico que se escabulle en la ventana de mi habitación! Espero que la lean!
Gracias por todo chicas de verdad! Bueno muchas me pidieron segunda temporada pero como yo no la escribo simplemente la adapto buscare si esta novela tiene segunda temporada! Pero no prometo nada! En el siguiente capitulo aviso si tiene segunda temporada!
Las amo! <3
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Wild horses (Adaptada) ~Terminada~
RomanceWild horses Martina quien toda su niñez ha vivido en el rancho de su familia un día se tiene que ir a la cuidad dejando a su mejor amigo Jorge. Hola! esta novela NO es mía es ADAPTADA mas sin embrago yo la ame con toda mi alama y espero que ustedes...