Eijirou se siente desesperado.
Por un lado, es la onceava vez que le llama a Katsuki y este sigue sin responder, mientras que por otra parte intenta pensar en un plan de acción para detener, no solo a los medios de comunicación que amenazan con asechar su casa en cualquier momento con el objetivo de obtener una exclusiva, sino de contener el desastre que se desencadenaría en cuanto la junta directiva convocara a reunión para exigir una explicación, pues Yō Hisashi se encargo de enviarles la noticia personalmente a través de un correo en el que solicita explícitamente efectuar un «acta administrativa» contra Katsuki por romper el «Acuerdo de celibato» preestablecido desde la fundación de la empresa y aún es apoyado por la junta directiva hasta hoy día como un requisito fundamental con el que cada sucesor debe estrictamente cumplir para poder tomar el cargo.
¡Y aún no contaban con la reacción que tendría Masaru al enterarse!
Pero un paso a la vez.
Primero tenía que lidiar con estos percances para solucionarlos de la mejor manera posible antes de ser despedido por traidor o tener que renunciar debido a la vergüenza que le causaría la decepción que provocaría en Masaru al haber elegido cubrir a Katsuki en lugar de recordarle lo que «tenía» que hacer.
Los cuatro se quedaron congelados mientras se miraban entre sí.
Katsuki con el pensamiento de que jamás previo esta situación debido a que sus padres vivían en Corea mientras Izuku no sabía si correr o simplemente pedirle a Dios Lobo que lo desapareciera en ese momento pues no necesitaba preguntar para saber quiénes eran aquellas personas, el físico de ambos daba como resultado una perfecta combinación en la existencia de Katsuki.
Masaru y Mitsuki por su parte estaban realmente sorprendidos. Ella por no esperar que su hijo estuviera viviendo con un Omega, él porque no esperó confirmar su sospecha y la verdadera razón del porqué estaban aquí sin avisar.
Nadie sabía que decir, o siquiera hacer. Solo se miraban entre ellos moviendo los ojos pero dejando estáticos cada uno de sus músculos aún debido a la impresión que solo se enfatizó al oler la mezcla de las feromonas de ambos que inundaba ese departamento y que casi podía decirles la cantidad de tiempo que han estado juntos, pues es tan espesa que se percibe como la de ellos en su casa.
Un silencio incómodo cargado de tensión se formó pero no duraría mucho ya que Katsuki fue el primero en reaccionar en menos de un segundo al percibir un ligero cambio en el aroma de Izuku que estaba comenzando a agriarlo; era miedo.
Saliendo de detrás de la barra de la cocina, con zancadas enormes se apresuró para llegar a él y abrazándolo por la espalda, libero más de sus feromonas para tranquilizarlo al hacerle saber que él estaba ahí para protegerlo.
Instintivamente Izuku se aferró a él.
Justo cuando lo hizo, Masaru y Mitsuki se dieron cuenta de un detalle que no habían notado por las holgadas prendas, pertenecientes a su hijo, que portaba el Omega pero él… está embarazado.
ESTÁS LEYENDO
Déjame estar a tu lado | KatsuDeku
Romance¿Qué sucede cuando el Alfa al que amas te abandona tras saber que estás en espera de su primer cachorro? Bueno, talvez una bendición del cielo, por ejemplo; que conozcas a un mejor Alfa que además de enamorarse de ti a primera vista, también quiere...