Capitulo 37: El Limite de la Razón

15 1 0
                                    

P.O.V. DAKOTA SWAN

Desde el momento en que salí de la casa de los Cullen, sentí que el aire frío de la tarde era el único consuelo que tenía. Mi corazón latía con fuerza en el pecho, como si quisiera escapar de la carga abrumadora de lo que acababa de suceder. Las noticias se arremolinaban en mi mente, chocando entre sí, dejando tras de sí una tormenta de emociones.

Bella... transformándose. Jacob... improntado de la niña.

No sabía que Jacob iría a reaccionar de esa manera, no lo pensé dos veces en cuanto vi a echar a correr a Jacob como alma que se lo lleva el diablo. No me había dado cuenta cuando yo también había empezado a correr lo mas que podía, unos 15 minutos con todo lo que podía, Seth venia detrás de mi no me dejo sola y decidió venir conmigo. Me preocupa al mil lo que Jacob podría hacer con él bebe, pero cuando llegue parecía que las cosas habían cambiado.

Jacob tenía una expresión rara, es más como de asombro muy parecida a la que Seth tuvo conmigo cuando nos vimos por primera vez. Pero cuando Edward menciono lo de la Impronta con Jacob al lado, lo supe al instante, lo sabía no tenía que decírmelo dos veces para saber lo que eso significaba en la vida de un metamorfo.

¿Cómo pudo cambiar todo tan rápido? Caminé de un lado a otro, como si moverme pudiera despejar el caos en mi mente. Pero no importaba cuántos pasos diera, el peso seguía allí, aplastándome.

Seth apareció en silencio detrás de mí, como siempre lo hacía. Sabía que él también estaba sorprendido, pero lo disimulaba bien. Yo no tenía esa habilidad.

—Dakota —llamó con voz suave, pero sabía que entendía la magnitud de lo que sentía.

Me detuve, dándome cuenta de que no podía seguir huyendo de las emociones que me carcomían. Lo miré, con el miedo y la preocupación reflejados en mi rostro.

—No sé cómo procesar todo esto —admití, mi voz quebrándose al final. No quería sonar débil, pero la verdad era que me sentía más vulnerable que nunca.

Dejo un poco al lado la idea de que ahora mi sobrina era la Impronta de Jacob, Bella estaba en un proceso de transformación, no podía tampoco no pensar en papa, que había estado todo este tiempo lleno de trabajo, la comisario lo mantenía en turnos casi siempre de noche, casi no hablaba mucho con él, se iba al amanecer y regresada muy tarde a veces hasta el siguiente día. A veces cuando el llegaba mas o menos temprano me preguntaba por Bella, que no hablaba mucho con ella y que esta casi no le respondía el teléfono.

Si solo supieras Charlie.

Seth hablo acercándose lentamente alejándome de mis pensamientos que me carcomían el cerebro, manteniendo una distancia respetuosa pero suficiente como para que lo sintiera.

Seth ha sido la persona mas noble y hermosa que he conocido en toda mi vida, y le debo mucho, el simple hecho de que haya cruzado la frontera me pone los pelos de punta también sabiendo que al regresar de una u otra manera Sam se enteraría, y podría haber consecuencias fuertes para él.

—Todo se siente... fuera de control —continué, dejando escapar un suspiro largo. Mis pensamientos se dirigían de nuevo a mi hermana, Bella, que en ese preciso momento estaba atravesando el dolor de la transformación. La imagen de ella sufriendo, luchando entre la vida y lo desconocido, me perseguía sin cesar, solo me había asomado un poco luego de haberle preguntado a Edward por su estado—. Bella casi murió, Seth. Todo por Renesmee. Y ahora, Jacob está... imprimado de ella.

Pronunciarlo en voz alta lo hacía sonar aún más irreal. Jacob, mi amigo, improntado de la hija de Bella. ¿Mi sobrina? No podía entenderlo. No quería entenderlo. No sabia quien estaba mas en shock si yo o el.

Seth me miró con comprensión como si supiera por lo que Jacob ha pasado, sabiendo lo mucho que me estaba costando aceptar todo lo que había pasado en tan poco tiempo.

—Sé que es difícil de asimilar —dijo, su tono calmado, como si intentara transmitir algo de paz en medio de tantas cosas anormales—. Pero Jacob no lastimará. La impronta lo cambia todo, Dakota. Él está vinculado a ella de una manera que ni siquiera puede controlar. Es como la gravedad ya no ella quien te sostiene, ahora todo gira alrededor de ella.

Levanté la mirada hacia él, con los ojos llenos de preguntas. Seth hablaba como si lo hubiera experimentado, y ¿Si él tenía impronta? Algo oprimió en mi pecho, no le di importancia Sabía que tenía razón, que la impronta era algo poderoso y, en cierto modo, irrompible. Pero eso no quitaba la confusión de todo lo que había sucedido hasta ese momento.

—Pero ¿qué hay de Bella? —mi voz sonó débil, rota—. ¿Y si nunca despierta? ¿Y si el veneno no es suficiente? No sé si podré soportarlo, Seth. No puedo perder a mi hermana.

Seth frunció el ceño, tomando un paso más hacia mí, como si su cercanía pudiera ofrecerme alguna clase de consuelo.

—Bella es fuerte, Dak —insistió con firmeza—. Siempre lo ha sido. Y Edward la quiere demasiado como para dejar que algo le pase. Todos están haciendo lo imposible por ella.

Pero la duda seguía arraigada en lo más profundo de mi ser. La idea de que Bella se convirtiera en algo... diferente... algo más allá de lo que entendía, me asustaba más de lo que quería admitir. Ni yo misma me entendía. Quería a Bella viva, pero resultaría aun mas extraña verla convertido en algo que para nosotros los humanos era sobrenatural.

Alice quien había estado cerca de nosotros se inclinó un poco hacia mí, sus ojos eran serios, pero a la vez llenos de empatía.

—Bella ya tuvo a la niña. Es... una niña hermosa, por cierto —dijo, y por un instante, pude ver una sonrisa en sus labios. Pero entonces, el brillo en sus ojos se apagó—. Pero hubo complicaciones, Dakota. Bella se desangró y Edward... tuvo que inyectarle su veneno, fue un momento de desespero.

—Alice.... —Mi voz se rompió, sentía mis lagrimas asomarse—. Me siento fatal, esto es demasiado para mí.

El dolor y la desesperación en mi voz resonaron en el aire. Seth se acercó, intentando poner una mano en mi hombro, pero me alejé, demasiado descontrolada, sin querer...

—Dakota... —dijo Alice, su tono suave, pero no cedía en su firmeza—, Edward no tuvo otra opción. Era la única manera de salvarla.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos, Bella había sacrificado tanto... y ahora estaba pagando un precio tan alto. Me llevé las manos a la cabeza, tratando de pensar, tratando de encontrar algo en este caos que tuviera sentido.

—Y la bebe... —comencé, mi voz temblando. No le había tomado importancia, la verdad no la había visto bien.

Alice asintió.

—La niña está bien. Es... única, Dakota. Una híbrida, según Carlisle. Parte humana, parte vampiro. Pero está sana y a salvo.

El alivio que sentí por saber que la niña estaba bien se mezclaba con el dolor y la preocupación por mi hermana. Esto no era lo que Bella había planeado, no era lo que ninguna de nosotras había planeado. Y ahora... todo había cambiado.

Me giré hacia Seth, finalmente permitiendo que su mano me tocara. Él no dijo nada, pero su presencia me ofrecía una pizca de consuelo.

—¿Qué vamos a hacer ahora? —pregunté, sintiendo que la respuesta escapaba de todos nosotros.

Alice se quedó en silencio un momento, mirando hacia la casa como si estuviera considerando algo que aún no podía ver con claridad.

—Lo único que podemos hacer ahora es esperar —dijo finalmente—. Esperar a que Bella despierte. Y en ese instante, supe que la espera sería lo más duro que habíamos enfrentado hasta ahora.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DESTINO IMPRIMADO - SETH CLEARWATERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora