DESTINO IMPRIMADO - SETH CLEARWATER

Capitulo 1: La llamada

La tarde en Forks era tranquila y gris, como de costumbre. Las nubes bajas y densas cubrían el cielo, otorgándole al lugar ese aire melancólico y sereno que Bella Swan había llegado a apreciar con el tiempo. En la casa de los Cullen, Bella había tomado una decisión importante y estaba lista para compartir la noticia con alguien especial.

Se encontraba en la habitación de Edward, la habitación estaba decorada con elegancia minimalista, reflejando el estilo refinado de Edward.

—¿Estás lista, Bella? —preguntó Edward suavemente, tomando su mano y entrelazando sus dedos con los suyos.

Bella asintió, tomando un profundo respiro. A pesar de la emoción que sentía, también estaba nerviosa. Levantó su teléfono y marcó el número de su hermana, Sarah, que vivía con su madre en Phoenix. El tono de llamada resonó en sus oídos, y después de unos segundos, la familiar y alegre voz de Sarah respondió al otro lado.

—¡Hola, Bella! —exclamó Dakota con entusiasmo—. ¡Hace tiempo que no sé de ti! ¿Cómo estás?

Bella sonrió, sintiendo un calor reconfortante al escuchar la voz de su hermana.

—Hola, Dak. Estoy bien, gracias. ¿Y tú? ¿Cómo están mamá y todo por allá? —respondió Bella.

—Todo va genial aquí. Mamá está ocupada con sus clases de yoga, y yo he estado practicando para el recital de la próxima semana. Pero cuéntame, ¿por qué me llamas? ¿Ha pasado algo emocionante en Forks? —preguntó Sarah con curiosidad.

Bella tomó otro respiro profundo, sintiendo la mano de Edward apretando suavemente la suya en apoyo.  Ciertamente, platicaban por teléfono de vez en cuando, últimamente habían estado perdiendo la conexión, Dakota pasaba ocupada con sus estudios en la secundaria y Bella pues, tenía sus problemas también.

—Dakota, tengo algo importante que decirte —empezó Bella, su voz temblando ligeramente—. Edward y yo... bueno, hemos decidido casarnos. Y quería que lo supieras primero. Quiero que estés aquí para la boda.
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea, seguido por un grito de alegría de Dakota.

—¡Oh, Dios mío, ¡Bella! ¡Eso es increíble! ¡No puedo creerlo! ¡Felicidades! —gritó Dakota, su voz rebosante de emoción—. ¡Claro que estaré allí! ¡No me lo perdería por nada del mundo! increíble! ¡No puedo creerlo! ¡Felicidades! —gritó Dakota, su voz rebosante de emoción—. ¡Claro que estaré allí! ¡No me lo perdería por nada del mundo!

Bello río, sintiendo que una gran carga se levantaba de sus hombros.

—Gracias, Dak. Significa mucho para mí que estés aquí. La boda será pronto, y Alice está ayudando con todos los preparativos. Será en la casa de los Cullen, en el jardín.

—Eso suena maravilloso. No puedo esperar para conocer a esta tal Alice y a todos. ¿Y mamá? ¿Le has dicho ya? —preguntó Dakota, su tono más serio.

—No, aún no. Pensé que tú podrías ayudarme a contarle. Sé que será mucho para ella, pero espero que lo entienda y que esté feliz por mí —respondió Dakota, su voz reflejando sus preocupaciones.

—Claro, Bella. Hablaremos con ella juntas. Mamá estará feliz por ti, lo sé. Sólo necesita tiempo para procesar la noticia —dijo Dakota con confianza—. Estoy tan emocionada de verte y de conocer a todos los Cullen.

Edward, que había estado escuchando pacientemente, sonrió y asintió a Bella.

—Gracias, Dakota. No puedo esperar a verte también. Cuida de mamá hasta que llegues aquí, ¿de acuerdo? —dijo Bella con cariño.

—Lo haré, Bella. Y felicita a Edward de mi parte. Estoy muy feliz por los dos —respondió Dakota con entusiasmo.

Bella colgó el teléfono, sintiendo una mezcla de alivio y felicidad. Se volvió hacia Edward, quien la miraba con ternura.

—Salió bien, ¿no? —preguntó Edward, acariciando su mejilla suavemente.

—Sí, salió perfecto. Dakota está emocionada y prometió ayudarme a contarle a mamá —dijo Bella.

—Todo saldrá bien, Bella. No te preocupes —dijo Edward.

Bella asintió, sintiendo una ola de emoción recorriéndola. Estaba tan nerviosa y a la vez feliz, su hermana junto con su madre iba a ir a su boda, no podía estar más feliz.