Capitulo 33: Un Nuevo Comienzo

15 1 0
                                    

El ambiente en la casa de los Cullen se encontraba en un punto de mucha tensión, el aire cargado de una mezcla de emociones encontradas: miedo, esperanza, y mucha confusión. Los segundos que siguieron al respiro profundo de Bella se sintieron como una eternidad. El alivio en la habitación fue palpable, pero nadie se atrevía a bajar la guardia.

Bella estaba transformándose. Edward lo sabía, Carlisle lo sabía. El veneno que había inyectado en su cuerpo estaba haciendo lo que tenía que hacer, pero el proceso estaba lejos de terminar.

Y en medio de todo esto, el bebé, la pequeña niña, comenzó a llorar de nuevo, pero esta vez no era un llanto de miedo o incomodidad. Parecía más bien un eco de la vida, de la nueva energía que palpitaba a su alrededor.

Rosalie seguía sosteniendo a la niña, pero su atención estaba dividida. La conexión entre madre e hija era innegable.

—Es... una niña —dijo Carlisle suavemente, rompiendo el silencio mientras se acercaba a la recién nacida, confirmando lo que todos ya sabían. El pequeño ser que ahora lloraba suavemente era una niña. Una niña medio humana, medio vampiro. Una hibrida.

Edward finalmente apartó la mirada de Bella para ver a su hija. El dolor en sus ojos se suavizó un poco al ver al bebé en los brazos de Rosalie, pero la tormenta en su interior seguía presente. Sabía que el milagro que había traído a esa criatura al mundo también estaba cobrando un precio devastador.

Esme, quien hasta ese momento había estado inmersa en la preocupación por Bella, se acercó a Rosalie y al bebé. Le pasó la mano suavemente por la cabeza, sonriendo a pesar de la situación.

—Es hermosa —murmuró Esme con ternura, mientras el bebé se calmaba con el contacto.

Alice, que había estado observando desde la esquina, comenzó a dar pequeños pasos hacia adelante, sus ojos entrecerrados como si tratara de captar algo en el futuro que, por alguna razón, se le escapaba.

—No puedo ver nada claro... —susurró, frustrada. Su don parecía nublado, lo que aumentaba la ansiedad en la habitación.

Pero había una presencia cuya ausencia era notable: Dakota. Su nombre flotaba en las mentes de los presentes, especialmente en la de Edward, quien sabía que la conexión entre Dakota y Seth complicaba la situación. Dakota no estaba allí, y su ausencia se sentía profundamente.

—¿Dónde está Dakota? —preguntó Edward.

Rosalie, con una mirada de incertidumbre, respondió:

—Creo que se quedó en La Push, pero... debería de estar aquí ¿no?

Todos se miraron entre sí. Dakota estaba en la Push con Los Quileute. Y probablemente no sabia lo de Bella.

—Ella es humana, y el peligro esta aquí—dijo Edward, recordando lo vulnerables que podían ser los humanos. Sabía que no podían permitirse el lujo de ignorar su bienestar. Al fin y al cabo, era su cuñada.

Carlisle asintió, su expresión grave.

—Deberíamos asegurarnos de que esté bien. Probablemente no sabe de todo esto—dijo, mirando a su familia con determinación.

—Voy a buscarla —declaró Edward, Dakota era una parte importante para Bella, y debía de saber todo lo que estaba ocurriendo. Era quien mas se preocupaba por ella.

—No vayas solo —intervino Jasper, —. Iré contigo.

Alice, sintiendo la urgencia de la situación, se acercó rápidamente.

—Es peligroso que salgas ahora. —dijo, su voz era de preocupación

Esme se acercó, tocando suavemente el brazo de Edward.

—Debes quedarte aquí. Bella te necesita ahora más que nunca —le recordó con un tono de madre.

Mientras tanto, el llanto de la niña resonaba como un recordatorio de que la vida continuaba. Edward miró a su hija y a Bella, el corazón dividido entre el deseo de proteger a su familia y el instinto de ir a traer a Dakota para que este con Bella.

—bien —dijo finalmente, su voz más suave—. Me quedaré aquí. Pero Dakota....

Rosalie, aun sosteniendo a la bebé, intervino.

—Dakota es fuerte. Ha enfrentado mucho. Estoy segura de que podrá manejarlo, ahora hay que hacernos cargo de Bella y la bebe. —sugirió, su mirada intensa.

La habitación se llenó de murmullos de acuerdo. Con la llegada de la nueva bebé, había también un nuevo sentido de propósito en la familia. A pesar de los peligros, el amor los unía.

Tenían que llamarle a Dakota en cuanto fuera posible, era su hermana y probablemente estaba sufriendo por no saber del estado de Bella.

DESTINO IMPRIMADO - SETH CLEARWATERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora