La maldad del rey (#2)

Capítulo 11: Malas decisiones.

Capítulo dedicado a: SamiiLpez

Capítulo 11: Malas decisiones.

AURORA DUNKEL

—¡Vienen para acá! —dijo Gil tomándome del brazo para ocultar nos detrás un mural.

—Joder. —susurré entre dientes, sentía que en ningún lugar podíamos estar seguros.

Nos mantuvimos ocultos detrás del muro de cemento y pasó una tropa de entera de autos con personas encapuchadas y armadas por la calle principal, las personas que compraban a los costados del mercado, se apartaban para dejarlos pasar, no parecía ser muy raro en el mercado municipal ver a los guerrilleros de la mafia pasar de un lado a otro, porque aquí extrañamente los querían, ellos protegían a las personas de la amenaza exterior y prácticamente Igor impedía la invasión de países exteriores al tener una mafia tan bien organizada y poderosa.

—Parece que el príncipe Eros cruzará la frontera —continuó diciendo Gil cuando nos calmamos un poco y los terroristas se fueron— es lo que dicen los rumores, que se dirige hacia acá.

—¿Pero qué...? —susurré conmocionada, estábamos casi en la frontera para poder irnos del país y estar a salvo, dormir en las calles y comer pan robado como ratas ya me había enseñado lo peor de la vida.

—Tenemos que irnos esta misma noche —continuó diciendo Gil—, Igor ha desplegado a todas las personas para su captura y ya han asesinado a todos los presos que se han escapado.

Tomó sus cosas y se preparó para salir, pero al ver que no lo seguí volteó a mirarme con una pregunta en su mirada, no fui capaz de moverme.

—No puedo irme. —susurré.

—¿Qué?

—No puedo irme si mi padre se dirige hacia acá.

Él se acercó hacia mí, mirándome como si me hubiera vuelto loca.

—Claro que puedes ¿no lo entiendes? —replicó— Es un traidor del reino y enemigo número uno del mafioso más temido de aquí, ¿cómo se te ocurre quedarte? ¡Su cabeza está condenada!

—La mía también, ¿no lo ves? Igor no me asesinó cuando escapé de su castillo, puedo dar mi vida a cambio de la de mi padre, para que lo deje en paz.

Su riña puede que yo pudiera detenerla, estaba convencida de que Igor me odiaba por lo que le hice; por engañarlo, y si no me asesinó era porque ahora de seguro que disfrutaba de jugar al gato y al ratón, pero cuando me tuviera iba a matarme. De eso estaba segura.

—¿Por qué te sacrificarías por tu padre? —preguntó Gil.

—No tengo nada por qué luchar —admití—, si tengo que dar mi vida por él, entonces que valga la pena.

—Estás siendo estúpida —refutó Gil—, ¿no ves que te atrapará y te asesinará junto con tu padre? ¡le estás dando un dos por uno!

Viéndolo desde ese punto de vista parecía ser  más lógico que nos matara a los dos, pero, algo dentro de mí decía que si me veía, cambiaría de opinión y preferiría asesinarme a mí, antes que a mí padre.

—No lo conoces. —me limité a decir.

—Tú menos —replicó.

—Yo iré a verme con mi padre, si tu quieres seguir huyendo, bien, pero recuerda que huir de Igor es una tarea imposible.

—Pues hasta ahora nos estaba saliendo muy bien. —dijo molesto, él era la única persona que quedó conmigo desde la huida, ahora pareciamos que nos teníamos solamente el uno al otro, pero, si se iba y me dejaba sola, no lo juzgaría.