Capítulo 21: Cazando a la printsessa

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Capítulo dedicado a: Luciafaria442

Capítulo 21: Cazando a la printsessa


AURORA DUNKEL

La neblina cubría el pico de los altos árboles frondosos que se balanceaban por el viento violento, hacía mucho frío, pero yo sentía que sudaba mientras corría sin detenerme. Me dolía muchísimo el hombro y el tobillo tras la caída de la ventana donde caí —por suerte— sobre una pila de hojas, pero yo no tenía opción de sentir dolor, no ahora, solo de salir de aquí, escapar mientras pudiera antes de que él viniera a matarme.

Ya sabía que era cruel, pero ahora él no tendría piedad, él había matado a todos y él me mataría a mí.

Sentía que mientras más corría por el bosque; más me perdía sin encontrar una salida, había lugares que ya había visto y otros que se me hacían familiares, pero al mismo tiempo sentía como si corriera en círculos, ¿estaba volviendo al mismo sitio? ¿O todo se parecía?

Me detuve por un momento para recuperar el aliento, mi pecho subiendo y bajando con rapidez, por primera vez me di cuenta que habían muchos lirios rojos alrededor adornando el verde del pasto y los arbustos altos. Este bosque estaba cuidado. Este bosque no estaba descuidado como pudo haber estado antes, ahora que lo pensaba tampoco había cercas como la última vez que dividiera su casa de las afueras.

«Algo no está bien»

Rasgué unos trozos de la tela de mi vestuario, una camisa ancha y gris que ya estaba vieja y ahuecada que Gil y yo habíamos encontrado en nuestra travesía de huida. Me apresuré a colocarlos en distintos sitios de los árboles y arbustos a ver si lograba entender por qué no lograba encontrar la salida, y cuando corrí nuevamente casi por media hora sin detenerme tomando nuevas direcciones, pensé que ahora lo estaba haciendo bien, que había salido del bucle, pero mi sonrisa se borró y sentí que el mundo se me vino encima cuando me encontré de frente con un pedazo de tela y el camino lleno de mis huellas. De mis propias huellas.

«Estoy jodida».

Caí en el suelo de rodillas tomando una profunda respiración, mis pulmones quemaban, la neblina se volvía cada vez más espesa y la temperatura empezaba a bajar haciendo que mis pulmones doliera al respirar de manera descontrolada aire frío. Tosí, tosí y tosí sin poder controlarme hasta que luego solo empecé a llorar sin control.

Escuché un silbido, y cerré la boca tragándome mí llanto, sin comprender de donde provenía, el ritmo del silbido era de una suave melodía que subía y bajaba como una melodía escalosfriante, junto con unas cadenas que se arrastraban por el suelo como si se tratará de una cascabel mecánica, no sabía de donde provenía, pero sentía que ese silbido y ruido de cadenas estaba cada vez más cerca de mí, corrí pero el silbido empezaba a atormentar haciendo eco alrededor, las cadenas se sentían como si me pisarán los pies a pesar de que estaba sola aquí.

«Llegué al infierno, ahora el diablo viene por mi alma».

De repente cuando iba a cruzar el camino, me detuve en seco al ver un enorme perro frente a mí; a una distancia no tan lejana, parecia tener el tamaño de un caballo, su pelaje negro brillante y cara de enojado con un collarín de púas alrededor del cuello, parecía ser de esos perros con boca grande que asesinaba con sólo una mordida.

Se me erizó la piel, dejé de respirar, no me moví intentando hacerme pasar por una estatua, sin embargo, el gruñido que él hacia al reconocerme como un desconocido aumentaba hasta que de súbito, él ladró y empezó a correr hacia mí, grité y corrí con fuerza retrocediendo por donde había venido, cuando de repente tropecé con una rama,  cayendo de boca, el perro se acercaba ladrando como su fuera el perro de Satanás.

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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