Capitulo 6

119 9 0
                                    

Mientras tanto con los aventureros, ellos avían parado para descansar cuando Lukrut escuchó un ruido extraño y dio aviso a los demás que se acercan un grupo de goblins. Aunque los humanos se pusieron en posición de batallas, fueron Nishikiera y Ulbert quienes acabaron con todos ellos y guardaron las cosas para venderlos como recompensa. Al anochecer, todos se reunieron en una fogata, empezaron a contar su sueño y uno de ellos miró a Ulbert y le preguntó cuál era su sueño? El hombre con manos afiladas solo pudo decir mirando al cielo.

–Espero enfrentar a mi antiguo lider y disculparme con él por no confiar y estar para el cuando el lo hizo por mi. Expresó con pésame, aunque los demás chicos pensaron que estaba muerto y Ninya hablo.

–Lamento mucho su pérdida, señor Ulbert. Yo no. Pero antes de poder terminar, es interrumpido por una carcajada del hombre, quién comienza a aclarar su argumento.

–No está muerto, es solo que se fue por un malentendido y queremos arreglarlo. Después de su explicación, Ninya parecía avergonzado y los demás se rieron. Muy lejos de ahí, en una guarida, ocurrió una masacre. Una mujer de cabello rubio y puntas rojas apuñalo a un guardia y lo controlá para que responda a su pregunta sobre dónde está el farmacéutico, Nphiera balear, etc.

Al día siguiente todos los aventureros estaban cerca de la aldea donde los indico Nphiera. Cuando estuvieron cerca se sorprendieron que hubiera un muro apenas resistible. Cuando llegaron a la puerta, unos goblins que custodiaban la entrada les dice que deber tienen qué hacer ahí. A pesar d su impresión y miedo, Nphiera dijo que viene a entregar hierba curativa y ver a la próxima lider Enri. Los demás como Ulbert, Nishikiera, Bokubokuchagama, Yamaiko, Demiurge y Nabergama (Nabe) esperan afuera mientras ellos entregan la mercancía. No tardaron una media hora.

Cuando el chico volvió hacia ellos y se inclinó por salvar a su amiga y pueblo, los seres supremos pensaron que el chico es inteligente y pudo deducir que fueron ellos y no otra persona. Cuando recogieron las hierbas que necesitaban, así como al rey sabio del bosque, volvieron a la ciudad Re-Estize mientras los demás llevan la hierba a la casa de Nphiera, ellos fueron al gremio a dar con la recompensa, pero en el camino tienen un mal presentimiento.

Luego de saber dónde se encuentra secuestrado Nphiera y tener que matar a esos humanos, por qué fueron convertidos en cadáveres fueron a las puertas de la ciudad Re-Estize, donde lucharon con un ejército de no muertos vivientes, sin saber que se convirtieron en leyendas, no solo por luchar contra ese ejército, sino por tener al sabio del bosque como subordinado. Para cuándo llegaron al templo vieron a un grupo de hombres con batas, el que más se destaco fue el que tenía la bata roja. Después de una charla y que se lleven a Clementein para batallar, les dejaron esos nueve creyentes a Nabergama y Demiurge para que se diviertan. Luego de un rato y que ninguno de ellos le diera batalla, ambos Demiurge y Naba matan a todos y se llevan sus restos los otros demonios.

En otra parte, Clementein está cansada, no logro dar con ningún rasguño a ese hombre que tiene adelante. Miró al costado y vio como los otros tres no hacían nada y eso la hizo sentir menospreciada. Ella Clementein, ex miembro de la escritura negra, siendo menospreciada por unos aventureros de cobre, en un ataque de ira atacó sin pensar, clavándose una de sus espadas de fuego y otra de rayo. Se rio cuando pensó que le hizo daño, pero se asustó cuando esté comenzó a hablar.

–Enserio crees que esto me hizo daño? Solo hizo un cosquilleo. Para luego hacer que retrocediera por una ráfaga de viento. Y ella muy asustada e histérica le pregunta.

–Qué mierda, no eres humano que eres. Sabía que no podía correr sin que sus compañeros la atrapen. Por lo que idea una estrategia mientras él ser desconocido para ella responde ante su pregunta.

–Qué humano tan persicas! Te honraré en mostrarte como soy. Total, no sobrevivirás a esto. Para luego mostrar un rostro de cabra y guantes afilados. Clementein mira al costado y ve una babosa y se asusta. Antes de poder hacer algo, Ulbert le corta estómago, brazos y cuello. Se iban a retirar cuando escucharon algo de la difunta mujer.

–Esto no debió suceder, Momon. Tú lo sabías. Pero no pudo decir nada más. Y se ahogo con su sangre, terminando por morir. Ulbert y los demás se miran. Tendrán que decirle a Touch-me dé esto en otro lugar. Un hombre de cabello corto miró el cristal roto y se levantó. Un chico a su lado hablo.

–Padre, es hora de saludar a viejos amigos. Mirando a su padre que asiente.

–Si hijo, hora de ver a viejos amigos. Para luego ir rumbo fijo con su hijo.

La traición a la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora