𝙳𝚒𝚍 𝚢𝚘𝚞 𝚎𝚟𝚎𝚛... 𝚍𝚒𝚍 𝚢𝚘𝚞 𝚎𝚟𝚎𝚛 𝚛𝚎𝚊𝚕𝚕𝚢 𝚕𝚘𝚟𝚎 𝚖𝚎?

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Jimin bajó del avión con un nudo en el estómago. Estar en Japón de nuevo le traía muchos recuerdos, pero ninguno tan fuerte como los momentos que había vivido con Minjeong. Habían pasado tantos meses... y, sin embargo, cada paso que daba hacia ella se sentía como si estuviera saliendo de una pesadilla.

Las luces del aeropuerto brillaban a su alrededor, pero su mente estaba en otro lugar, un lugar donde todavía podían estar juntas, donde las decisiones apresuradas y los errores no existían.

Minjeong no sabía que estaba soltera.

Ni siquiera sabía que Jimin había dejado a Jaewook. Aunque la ruptura había sido un alivio, enfrentarse a Minjeong era lo más difícil que había tenido que hacer. Sabía que aún la amaba, pero no estaba segura de cómo lo tomaría ella, o si alguna vez podrían retomar lo que habían perdido.

Decidida a causar una buena impresión, Jimin había escogido su mejor atuendo. Vestía un elegante traje negro, con una camisa blanca perfectamente planchada que contrastaba con su piel pálida. Sabía que Minjeong la vería en el evento y, de alguna manera, quería que supiera, solo con mirarla, que había cambiado, que seguía siendo la misma Jimin que alguna vez la amó.

Cuando llegó al evento, Jimin pudo ver que todas ya estaban allí. Las luces del escenario parpadeaban y el ambiente estaba lleno de energía. Aespa, sus viejas compañeras, ya estaban sentadas y charlando animadamente. Y justo en el centro, como una estrella brillante, estaba Minjeong. Parecía estar en su mejor momento, pero Jimin notó de inmediato el leve tambaleo en su paso. Minjeong estaba un poco borracha.

Decidida, Jimin avanzó hacia ella.

Minjeong —dijo suavemente al llegar a su lado.

Minjeong se giró y la vio. Su expresión pasó de la sorpresa a la emoción en un segundo.

¡Jimin! —exclamó antes de lanzarse a abrazarla. El olor del alcohol era inconfundible, pero el calor de sus brazos envolviéndola hizo que Jimin se sintiera en casa de nuevo.

Pero algo estaba mal. Mientras Minjeong reía y hablaba, Jimin no podía evitar notar la tristeza oculta detrás de esos ojos brillantes.

Más tarde, mientras el evento continuaba y las celebraciones subían de tono, Jimin se quedó observando desde un rincón. Minjeong estaba más alegre que nunca, riendo y disfrutando con sus amigos. Pero justo cuando pensó que todo iba bien, la vio en una esquina, llorando en silencio.

Jimin se acercó, sintiendo que su corazón se rompía un poco más con cada paso.

Minjeong... —susurró al verla, pero no quiso presionarla.

Minjeong levantó la mirada, sus ojos enrojecidos y su voz temblorosa.

¿Jimin? —preguntó, su tono débil. —¿Alguna vez... alguna vez me quisiste de verdad?

La pregunta cayó como un golpe directo al pecho de Jimin. No esperaba eso. No de esa manera.

Claro que te quise, Minjeong. Siempre lo hice. —Jimin intentó acercarse, pero Minjeong se apartó, con las lágrimas corriendo por su rostro.

¿Entonces por qué todo esto? —Minjeong se movía de manera errática, su mente afectada por el alcohol. —¿Por qué me dejaste sola? Te fuiste con él, y yo... yo no pude hacer nada.

No lo entiendes, Minjeong. Las cosas fueron complicadas, nunca quise hacerte daño. No fue fácil para mí tampoco. —Jimin sentía cómo su corazón se aceleraba. Las palabras parecían salir apresuradamente, pero sabía que nada de lo que dijera en ese momento sería suficiente.

Minjeong soltó una risa amarga.

No fue fácil para ti... —repitió, con una mezcla de dolor y resentimiento en su voz. —Y yo aquí, sola, viéndote en los medios con él. ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Sonreír y fingir que estaba bien?

No. No quería que fingieras. Nunca quise hacerte sentir así. —Jimin estaba desesperada por hacerla entender, pero el alcohol hacía que Minjeong fuera difícil de razonar.

Ya basta, Jimin —Minjeong se apartó, levantando la mano como para detenerla. —No quiero oír más excusas. Me cansé de esperar.

Minjeong, por favor, escúchame...

¡Vete! —gritó de repente, sus palabras llenas de frustración. Las miradas se volvieron hacia ellas, pero Jimin no podía apartar sus ojos de Minjeong. —No quiero verte. No ahora.

Jimin se quedó allí, paralizada por el dolor y la impotencia, sin saber qué hacer. Había venido hasta aquí para intentar arreglarlo todo, pero lo único que lograba era empeorar la situación.

Aeri apareció en escena rápidamente, tomando a Jimin por el brazo y llevándola un poco más lejos para que pudiera calmarse.

Dale un tiempo —dijo Aeri en voz baja. —Entiéndela. Está borracha y todo esto es demasiado para ella. No va a ser fácil, pero Minjeong necesita procesar todo esto a su manera.

No quiero que me odie —susurró Jimin, su voz rota.

No lo hace —Aeri negó con la cabeza. —Solo está herida. Pero ya te lo he dicho antes, Jimin. El amor verdadero no se apaga tan fácilmente.

El evento continuó, pero Jimin apenas se dio cuenta. Su mente estaba atrapada en ese doloroso intercambio con Minjeong. No había imaginado que las cosas terminarían así, pero sabía que Aeri tenía razón.

Tendría que esperar.


𝘙𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯, 𝘞𝘳𝘰𝘯𝘨 𝘵𝘪𝘮𝘦 2 - 𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘪𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora