𝘙𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯, 𝘞𝘳𝘰𝘯𝘨 𝘵𝘪𝘮𝘦 2 - 𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘪𝘮𝘦

𝚂𝚕𝚎𝚎𝚙𝚘𝚟𝚎𝚛

Después de meses de pausa y autodescubrimiento, las chicas de Aespa estaban listas para regresar con más energía que nunca. La emoción era palpable en el aire mientras regresaban a los dormitorios de la empresa. La decisión de volver no solo era resultado de la presión de la empresa, que quería renovar contratos en dos años y asegurarse de un éxito sólido, sino también porque Yizhuo, Aeri, Minjeong, y Jimin estaban deseando estar de nuevo en el escenario y trabajar juntas como grupo.

La primera noche en el dormitorio, entre cajas y maletas, Yizhuo y Aeri notaron que Minjeong tenía un brillo especial en los ojos desde que había vuelto con Jimin. Yizhuo no pudo resistir su curiosidad.

—¡Vamos, Minjeong! Cuéntanos cómo fue la pedida de mano en Corea. Nos tienes en ascuas desde que llegaste tan sonriente —dijo con una sonrisa divertida.

Aeri la siguió, alzando las cejas y cruzándose de brazos.

—Sí, sí, detalles, por favor. Estamos viviendo indirectamente a través de ti.

Minjeong se echó a reír y, después de un momento, comenzó a relatar cómo había sido esa noche especial, llena de nervios y de amor. Contó cómo, tras una cena romántica en la playa, Jimin le había entregado una carta, revelando lo profundo de sus sentimientos, y cómo luego le puso un anillo que simbolizaba una nueva promesa entre ellas.

—Fue... —dijo Minjeong, suspirando, con los ojos brillando de felicidad— fue todo lo que podía haber soñado. No pensé que alguna vez pudiéramos ser tan felices y estar tan en paz. Nos sentimos completas, agradecidas de volver a ser una.

Yizhuo y Aeri lanzaron gritos de emoción, mientras Jimin, algo sonrojada, las miraba con una sonrisa de satisfacción y amor hacia Minjeong.

—Chicas, por ustedes hasta daría mi último aliento para verlas tan felices —dijo Aeri, abrazando a Minjeong y a Jimin.

Con el ambiente ya tan relajado, decidieron celebrar a lo grande. Yizhuo y Aeri trajeron algunas botellas de vino, licor, y demás bebidas para organizar una pijamada de bienvenida, una celebración de su "nuevo comienzo" como grupo. La sala común del dormitorio se llenó de risas, almohadas y mantas, y un toque de complicidad entre las amigas.

Minjeong tomó la primera botella y comenzó a servir las copas mientras Aeri ponía algo de música suave de fondo.

—¡A ver! ¡Que empiece la ronda de preguntas! Pero advertencia: esta noche, todo es válido, —dijo Yizhuo con una sonrisa traviesa.

Jimin la miró con curiosidad y, un poco divertida, preguntó:

—¿Todo, eh? ¿Quién se atreve a preguntar primero?

Yizhuo levantó la mano emocionada.

—Voy yo, voy yo. A ver, Minjeong, quiero saber qué es lo más embarazoso que has hecho frente a Jimin. —dijo con una sonrisa pícaramente expectante.

Minjeong se echó a reír, recordando un momento específico en el que, accidentalmente, había llamado a Jimin por un apodo ridículo mientras estaban en una reunión formal. Todas rompieron en carcajadas al escuchar la historia, especialmente Jimin, que la miraba con ojos llenos de cariño.

La noche siguió con preguntas y respuestas cada vez más atrevidas. Aeri confesó un amor platónico que había tenido por un idol cuando era adolescente, lo que generó gritos de sorpresa y risas entre todas. Jimin se sonrojó cuando le preguntaron cuál había sido el primer pensamiento que tuvo sobre Minjeong cuando la conoció.

—Pensé que era la persona más brillante y fuerte que había conocido —admitió Jimin con sinceridad, mientras Minjeong la miraba sonriendo.

Ya entrada la madrugada, con las copas llenas y las risas resonando, decidieron hacer una última ronda de bromas y cumplidos, agradeciéndose mutuamente por el apoyo incondicional que siempre habían tenido entre sí. Minjeong se levantó, con una copa en mano, y alzó un brindis:

—Por este grupo, por el amor, y porque sin importar los obstáculos, siempre estamos juntas, como una familia.

Las chicas levantaron sus copas y brindaron, sintiendo en ese momento una felicidad pura y profunda.

La noche se fue desvaneciendo, y entre almohadas, risas y sueños, las chicas cayeron dormidas, listas para enfrentar lo que viniera con ese espíritu inquebrantable que solo Aespa podía tener.