𝘙𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯, 𝘞𝘳𝘰𝘯𝘨 𝘵𝘪𝘮𝘦 2 - 𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘪𝘮𝘦

𝙼𝚊𝚢𝚋𝚎 𝚝𝚑𝚊𝚝'𝚜 𝚠𝚑𝚊𝚝 𝚖𝚊𝚍𝚎 𝚖𝚎 𝚌𝚘𝚖𝚎.

El evento de Givenchy era uno de los más esperados de la temporada. No solo porque la marca siempre ofrecía lo mejor en alta costura, sino porque era un lugar de encuentro para las celebridades más influyentes del mundo. La alfombra roja estaba repleta de fotógrafos, reporteros y fans, todos ansiosos por ver a sus ídolos.

Minjeong caminaba hacia el lugar, la música de fondo vibraba en el aire mientras las cámaras capturaban cada paso. Su vestido negro con detalles plateados brillaba bajo las luces, y su cabello estaba perfectamente peinado en suaves ondas que caían sobre sus hombros. Se veía segura, pero en su interior, estaba nerviosa. No sabía por qué, pero algo en el aire la hacía sentir extraña esa noche.

Mientras se dirigía a la entrada, sus ojos escaneaban el lugar, buscando rostros conocidos. No tenía idea de que Jimin estaba allí. Creía que, después de todos estos meses, Jimin seguiría en su retiro lejos del público, en algún lugar alejado de todo lo que las rodeaba.

Sin embargo, justo en ese momento, Jimin estaba parada al otro extremo de la alfombra roja, su espalda hacia Minjeong, mientras las cámaras capturaban su regreso al mundo público. Vestida impecablemente con un elegante vestido negro de Givenchy, Jimin había optado por un maquillaje sencillo pero elegante, que acentuaba sus rasgos delicados. Los flashes de las cámaras se disparaban uno tras otro, y aunque intentaba mantener la compostura, su corazón latía con fuerza. No había vuelto a este mundo desde que decidió retirarse, y sabía que la prensa, los fans, todos la observaban con atención. Sabían lo que había pasado con Jaewook, sabían sobre su ansiedad, sobre su desaparición de las redes. Ahora, estaban expectantes por verla de nuevo.

Los rumores sobre su aparición en el evento habían comenzado a circular, y la gente estaba emocionada. Para los fans, la aparición de Jimin significaba que tal vez estaría lista para regresar, pero para Jimin, esto era algo más personal. Venía por Minjeong. Aunque no tenía intenciones de hacer una escena o de buscarla, el simple hecho de estar cerca de ella le provocaba una sensación indescriptible.

Jimin no se había dado cuenta de que Minjeong estaba justo detrás de ella mientras avanzaba por la alfombra roja. No se vieron ni se cruzaron miradas, ambas demasiado atrapadas en sus propios pensamientos.

—¡Minjeong! —se oyó un grito desde la multitud de fotógrafos. Minjeong sonrió levemente, volteando hacia las cámaras y posando de manera natural, aunque sentía la inquietud en su estómago. Algo en la energía de la noche la hacía sentir nerviosa, como si estuviera a punto de suceder algo importante.

Cuando ambas entraron al salón, el ambiente cambió. Las luces suaves iluminaban la pasarela, y las conversaciones elegantes llenaban el aire. Jimin había encontrado su asiento y se acomodó discretamente, con los nervios todavía a flor de piel. No quería causar una gran conmoción, solo cumplir con su presencia y luego desaparecer de nuevo, aunque sabía que no sería tan fácil.

Minjeong entró poco después, buscando su lugar entre los asientos reservados para los embajadores de Givenchy. Sin darse cuenta, fue guiada hacia el mismo lado donde estaba Jimin. Cuando llegó a su asiento, el choque fue inmediato. Minjeong vio a Jimin sentada allí, justo al lado de su asiento. Por un momento, el tiempo pareció detenerse.

—¿Jimin? —susurró, pero su voz se perdió entre el murmullo de la multitud.

Jimin, al sentir su nombre, levantó la vista lentamente y sus ojos se encontraron con los de Minjeong. El silencio entre ellas fue ensordecedor. Ninguna de las dos sabía cómo reaccionar. El último recuerdo que tenían juntas era doloroso, lleno de emociones no resueltas y de una despedida que nunca debió haber sido así.

—Hola —dijo finalmente Jimin, con una voz suave y vacilante. Intentó forzar una sonrisa, pero sabía que nada sería fácil esa noche.

Minjeong se sentó a su lado, tratando de no mostrar cuán sorprendida estaba. No había esperado verla allí. No estaba preparada para esto, no después de todo lo que había pasado en Japón. Sin embargo, no podía ignorarla. Había muchas cosas no dichas entre ellas.

—No sabía que habías regresado —respondió Minjeong, tratando de sonar casual, aunque su corazón latía con fuerza. —No te he visto desde...

—Desde que me fui —completó Jimin, su tono era bajo, pero las palabras estaban cargadas de significado.

Ambas sabían exactamente a qué se refería. El silencio entre ellas era espeso, y aunque las luces y la música del evento seguían a su alrededor, parecía que estaban en su propio mundo, uno donde las heridas aún no habían sanado por completo.

Antes de que alguna de las dos pudiera decir algo más, las puertas se abrieron y Aeri y Yizhuo entraron juntas, llamando la atención de todos. Ambas saludaron a los fotógrafos y al personal, y cuando se dirigieron a sus asientos, vieron a Jimin y Minjeong juntas.

—¡Miren a quién tenemos aquí! —exclamó Yizhuo con una sonrisa grande mientras caminaban hacia sus asientos. —¡Jimin! No sabía que estarías aquí. ¡Es una sorpresa!

Jimin trató de sonreír, pero había una mezcla de incomodidad y tensión en el aire que incluso Yizhuo y Aeri pudieron notar. Cuando Aeri se acercó a saludar, notó cómo las cosas estaban tensas entre Minjeong y Jimin.

—Es bueno verte, Jimin —dijo Aeri, intentando suavizar la atmósfera. Sabía que algo no estaba del todo bien, pero decidió no presionar en ese momento.

Las cuatro se acomodaron en sus asientos, con Jimin y Minjeong sentadas juntas y Aeri y Yizhuo justo al frente de ellas. La tensión en el aire era palpable, especialmente entre Jimin y Minjeong. Los fans en el evento también habían notado la situación. Sabían que algo había sucedido entre ellas en el pasado, y aunque la mayoría estaba emocionada de verlas juntas, no podían evitar sentir la extraña incomodidad que emanaba de la pareja.

—Entonces, ¿cómo has estado? —preguntó Minjeong finalmente, rompiendo el silencio con una pregunta que parecía demasiado simple para todo lo que había entre ellas.

Jimin miró al frente, evitando por un momento su mirada.

—He estado... tomando mi tiempo —dijo finalmente. —Me mudé fuera de Seúl. Necesitaba espacio.

Minjeong asintió, sabiendo que había mucho más detrás de esas palabras. Ella también había tratado de encontrar su propio espacio, pero la ausencia de Jimin había sido imposible de ignorar.

Mientras la conversación continuaba, el evento daba comienzo. Las luces se atenuaron, y los primeros modelos comenzaron a caminar por la pasarela. Pero ninguna de las dos podía concentrarse en el desfile. Estaban demasiado absortas en su propio reencuentro.

—Nunca pensé que te vería aquí —dijo Minjeong en voz baja, apenas audible sobre la música que sonaba de fondo.

Jimin giró ligeramente su cabeza hacia ella, y sus ojos se encontraron una vez más.

—Yo tampoco pensaba que vendrías —admitió Jimin. —Pero... sabía que te vería aquí. Quizás eso es lo que me hizo venir.

Minjeong sintió una punzada en el corazón. No sabía cómo interpretar esas palabras, pero algo en el tono de Jimin la hizo dudar.

El desfile continuaba, pero para ellas, el evento de Givenchy había dejado de ser lo más importante en ese momento. Lo único que importaba era lo que sucedería después de esa noche, cuando las palabras no dichas finalmente salieran a la luz.