𝙸 𝚐𝚞𝚎𝚜𝚜 𝙸'𝚖 𝚘𝚔𝚊𝚢

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En el aeropuerto, Aeri y Yizhuo caminaban rápidamente hacia su puerta de embarque, las dos con gafas de sol, intentando pasar desapercibidas. Estaban emocionadas por el evento de lanzamiento del álbum de Minjeong, pero también preocupadas. Aeri, especialmente, no podía sacarse de la cabeza la noticia del compromiso de Jimin con Jaewook.

¿Crees que deberíamos decirle algo a Minjeong? —preguntó Aeri mientras miraba de reojo a Yizhuo, que estaba distraída mirando su teléfono.

Ya se habrá enterado, ¿no crees? —respondió Yizhuo, soltando un suspiro. Sabía que Minjeong tenía que estar lidiando con todo eso y preparándose para su evento al mismo tiempo.

Ambas sabían que Minjeong no querría hablar mucho de Jimin ese día, pero decidieron llamarla de todos modos para mostrarle su apoyo. Mientras esperaban a abordar, Aeri tomó su móvil y marcó el número de Minjeong.

Minjeong contestó al tercer tono.

¿Qué tal, Aeri? —su voz sonaba agotada pero tranquila, como si estuviera tratando de mantenerse fuerte ante todo lo que estaba pasando.

Minjeong, estamos en el aeropuerto, vamos para allá —dijo Aeri con suavidad, sabiendo que su amiga probablemente estaba pasando por un torbellino emocional. —Queríamos saber cómo te sientes... con todo lo que ha pasado.

Minjeong suspiró al otro lado de la línea. Sabía que la pregunta no era solo sobre su álbum.

Estoy... bien, supongo. Lo de Jimin me tomó por sorpresa, pero ya no sé qué sentir. Estoy enfocándome en el evento. No quiero que nada más me distraiga.

Te entendemos —respondió Yizhuo, tomando el teléfono para que Aeri descansara un poco. —Pero recuerda que estamos aquí para ti, ¿vale? Si necesitas hablar, no dudes en decirnos.

Lo sé, chicas. Gracias. Las espero aquí —Minjeong sonrió débilmente, sintiéndose agradecida de tenerlas en su vida. Después de colgar, se permitió un momento de respiro antes de volver a centrarse en los detalles del evento.

Mientras tanto, Jimin estaba en casa, mirando las maletas que había dejado preparadas desde la mañana. Jaewook se había ido a una entrevista para uno de sus nuevos proyectos, y ella sabía que esta era la única oportunidad que tenía para tomar el control de su vida nuevamente.

Ya era suficiente.

Había tomado la decisión de romper con Jaewook después de la pelea de la noche anterior. Sabía que no podía seguir así, atrapada en una relación que solo parecía beneficiarlo a él. Se acercó a la mesa del comedor, donde su teléfono vibraba con notificaciones de sus fans y de la empresa. Pero no le importaba.

Mientras recogía las últimas cosas, la puerta de entrada se abrió de golpe. Jaewook había vuelto más temprano de lo esperado.

Jimin, ¿qué estás haciendo? —preguntó él con un tono de incredulidad al ver las maletas apiladas junto a la puerta.

Jimin no se molestó en detener lo que estaba haciendo. Mantuvo la calma mientras cerraba la última maleta.

Me voy —respondió con firmeza, pero sin levantar la voz. —Esto... no puede seguir así.

Jaewook se acercó rápidamente y la tomó de la muñeca, su rostro lleno de confusión y enojo.

¿Cómo que te vas? ¡No puedes dejarme así, justo ahora! —su voz era áspera, como si intentara mantener el control de la situación. —¡Tenemos un compromiso, Jimin!

No, Jaewook —Jimin lo miró fijamente, sin dejar que su agarre la intimidara. —No tenemos nada. El compromiso fue algo que decidiste tú. Nunca me consultaste, nunca me preguntaste qué quería.

Jaewook la soltó abruptamente, retrocediendo unos pasos.

Esto es ridículo, Jimin. Sabes que esto es lo mejor para nosotros, para nuestras carreras. Si te vas ahora, estás tirando todo por la borda.

No estoy tirando nada —replicó ella, su voz más firme que antes. —Estoy recuperando lo que me queda de dignidad. Nunca debí salir contigo.

Las palabras salieron con una dureza inesperada, pero Jimin sabía que era la verdad. Desde el principio, la relación con Jaewook había sido unilateral. Él tomaba las decisiones, él controlaba el ritmo. Y ella había permitido que sucediera.

Jaewook intentó acercarse de nuevo, su tono suplicante ahora.

Jimin, no hagas esto. Podemos arreglarlo. Solo dame una oportunidad.

Pero Jimin negó con la cabeza, alejándose un poco más de él.

Ya no hay nada que arreglar, Jaewook. No te quiero en mi vida, no de esta manera. Ya tengo mis maletas listas y cuando te fuiste a la entrevista, llamé a unos amigos para que sacaran mis cosas. No hay vuelta atrás.

El rostro de Jaewook se oscureció al darse cuenta de que ella hablaba en serio. La frustración se apoderó de él, pero no podía hacer nada para detenerla.

Vas a arrepentirte de esto —dijo con tono amargo. —Todo lo que hemos construido...

¿Construido? —Jimin lo interrumpió, una risa sin alegría escapando de sus labios. —Lo único que has construido es tu carrera a costa de nuestra relación. Pero ya no más.

Con esas palabras, Jimin recogió sus maletas y se dirigió a la puerta. Sentía el corazón latiéndole rápido, pero al mismo tiempo, una extraña sensación de alivio la invadía.

Antes de salir, se detuvo un momento y giró para mirarlo una última vez.

Voy a decirle a SM que anuncie públicamente que no estamos juntos ni comprometidos. Y espero que respetes eso, Jaewook.

Él no dijo nada, solo se quedó de pie, observando cómo Jimin salía de su vida. Definitivamente.

De camino al evento de Minjeong, Jimin miraba por la ventana del coche, sintiendo una extraña mezcla de emociones. Romper con Jaewook había sido más liberador de lo que esperaba, pero sabía que el enfrentarse a Minjeong después de todo lo que había pasado no sería fácil.

Tomó su teléfono y escribió un mensaje rápido a su manager, pidiendo que se asegurara de que el comunicado de su separación se emitiera lo antes posible. No quería dejar cabos sueltos.

Cuando el coche se acercó al aeropuerto, Jimin respiró hondo. Era hora de enfrentar lo que realmente importaba.

𝘙𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯, 𝘞𝘳𝘰𝘯𝘨 𝘵𝘪𝘮𝘦 2 - 𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘪𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora