𝙶𝚛𝚘𝚠 𝚘𝚕𝚍 𝚝𝚘𝚐𝚎𝚝𝚑𝚎𝚛

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La mañana amaneció con un brillo suave que entraba por las ventanas del dormitorio de Aespa. Todas dormían profundamente después de una noche llena de celebraciones y recuerdos. Solo Minjeong y Jimin seguían despiertas, disfrutando de esos primeros minutos en la paz de su habitación compartida. Minjeong, con una sonrisa traviesa, rompió el silencio:

Entonces... ¿no que querías un descanso en Japón? —bromeó, mirándola con una ceja levantada y una sonrisa traviesa. — ¿Qué pasó con eso, eh?

Jimin soltó una risa, mirándola con adoración. Le dio un golpecito suave en la nariz y luego tomó sus manos, entrelazándolas con cariño.

Ay, qué insistente —rió, apoyando la frente en la de Minjeong. —Sí quería un descanso, pero ahora que estoy contigo, siento que puedo con todo. Además, extrañaba tanto a las chicas y al grupo... Nunca me había sentido tan feliz. —murmuró, con la voz llena de ternura.

Minjeong la miró profundamente, atrapada en esa sinceridad que hacía que su amor pareciera más sólido que nunca. Después de tantos tropiezos, cada palabra de Jimin le llenaba el corazón de alegría y, de alguna manera, de alivio. La distancia y el tiempo que habían pasado lejos se sentían como un mal sueño que finalmente se desvanecía.

Ambas se quedaron en silencio, acariciándose suavemente el rostro, disfrutando de la cercanía que habían anhelado por tanto tiempo. Sin poder evitarlo, Minjeong hizo una pausa, contemplando el rostro de Jimin como si quisiera memorizar cada detalle. Finalmente, como si se atreviera a soñar en voz alta, le preguntó:

¿Sabes? Ahora que estamos juntas de nuevo, me puse a pensar... ¿cómo quieres envejecer?

Jimin levantó la mirada, sorprendida y encantada con la pregunta. Sus labios se curvaron en una sonrisa y tomó las manos de Minjeong con más fuerza, transmitiéndole toda la sinceridad de su respuesta.

Contigo. —dijo sin titubear.— No puedo imaginarme de otra manera. Quiero que estemos juntas en cada etapa, que lo enfrentemos todo como un equipo, como siempre debimos haberlo hecho.

Minjeong sonrió dulcemente, sintiendo cómo cada palabra de Jimin resonaba profundamente en su corazón.

Lo mismo quiero yo. Solo contigo, y no importa cuántos obstáculos se presenten —murmuró con voz suave mientras sus ojos brillaban con la emoción.

Las dos se miraron intensamente, sabiendo que, a pesar de todo el dolor y las dudas que habían enfrentado, su amor estaba más fuerte que nunca. Se fundieron en un abrazo, sintiendo que cada abrazo era una promesa y cada caricia una reafirmación de su conexión.

Después de unos minutos, Jimin continuó, sin apartar sus ojos de Minjeong.

También me gustaría... una familia. —dijo en un susurro. —No sé si una muy grande, pero quiero compartirla contigo.

El rostro de Minjeong se iluminó con una sonrisa, y sintió cómo su pecho se llenaba de una calidez indescriptible. La abrazó más fuerte y besó su frente con cariño.

Una familia contigo suena perfecto —le susurró.

Ambas se quedaron en silencio, pero sus miradas y el abrazo en el que estaban envueltas hablaban por sí solos. Sin palabras, las dos sabían que no había nada que desearan más que ese futuro juntas.

Lentamente, Jimin se inclinó y la besó, dejando que toda su pasión y amor fluyeran en ese beso. Habían pasado tantos momentos difíciles, y sabían que aún quedaba un largo camino por delante, pero, por primera vez, estaban seguras de que lo harían juntas. Sus manos se encontraron, sus labios se fundieron en un beso más profundo, y el tiempo dejó de existir para ellas.

Minjeong, con sus manos temblorosas de emoción, acarició el rostro de Jimin, quien la miraba con una devoción que parecía que el mundo entero había desaparecido, dejando solo a las dos en un universo paralelo donde solo importaba el presente.

La pasión entre ambas se encendió nuevamente, esta vez con una ternura que las envolvía y fortalecía. En medio de besos y caricias, se deshicieron de las palabras y se entregaron completamente la una a la otra, dejando que cada toque, cada mirada, y cada susurro fueran una confirmación de su amor.

Finalmente, agotadas pero felices, se abrazaron bajo las sábanas, dejando que la tranquilidad las envolviera. La noche había sido larga y llena de emociones, y ahora sentían una paz que hacía tiempo no experimentaban.

Horas después, Minjeong se despertó y, sin resistirse, dejó un beso en la frente de Jimin. Se quedó en silencio observándola, memorizando cada detalle de su rostro mientras dormía plácidamente.

Al escuchar su risa, Jimin despertó y, con los ojos aún medio cerrados, la jaló hacia la cama de nuevo.

No te escapas de aquí tan fácil —murmuró con una sonrisa pícara.

Vamos, dormilona. —rió Minjeong, besándola una vez más.

Las dos decidieron seguir disfrutando de su tiempo juntas en Corea y hacer cada instante memorable, sabiendo que esta vez no dejarían que nada ni nadie las separara.

𝘙𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯, 𝘞𝘳𝘰𝘯𝘨 𝘵𝘪𝘮𝘦 2 - 𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘪𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora