El sol ya estaba alto cuando Minjeong abrió los ojos lentamente. El reloj marcaba las dos de la tarde, pero el cansancio de la noche anterior aún pesaba sobre ella. La habitación estaba en silencio, salvo por la respiración suave de Jimin a su lado, quien aún dormía profundamente. Minjeong sonrió, recordando todo lo que había sucedido entre ellas. La felicidad la llenaba, pero también una sensación de paz que hacía mucho tiempo no sentía.
Minjeong se deslizó fuera de la cama con cuidado, tratando de no despertar a Jimin. Tomó su celular y, aún envuelta en la sábana, caminó hacia la ventana mientras llamaba a Aeri y Yizhuo.
—¿Hola? —respondió Aeri con una voz somnolienta.—¿Qué pasó?
Minjeong no pudo evitar reírse suavemente.
—Chicas, tienen que escuchar todo lo que ha pasado —dijo con emoción en su voz.
Yizhuo se unió a la llamada, y ambas escucharon atentamente mientras Minjeong les contaba los detalles de la noche anterior: el reencuentro, las confesiones, el anillo, y, por supuesto, cómo todo había terminado en una explosión de emociones y pasión que las había mantenido despiertas hasta el amanecer.
—¡Sabía que algo así pasaría! —exclamó Aeri, emocionada.
—Te lo dije, Minjeong —añadió Yizhuo, sonriendo. —Esa conexión que tienen ustedes dos es especial.
—Sí, pero no saben lo agotador que ha sido —dijo Minjeong riendo. —No dormimos nada. Apenas nos bañamos y desayunamos hace un rato... Y bueno, Jimin está dormida todavía.
Mientras Minjeong hablaba, no se dio cuenta de que Jimin ya se había despertado y estaba observándola desde la cama, con una sonrisa traviesa. Jimin se incorporó lentamente, dejando que las sábanas cayeran, y caminó hacia Minjeong, abrazándola por detrás.
—¿A quién estás llamando? —susurró Jimin al oído de Minjeong, haciéndola sobresaltarse y soltar un suave gemido de sorpresa.
—¡Chicas, tengo que irme! —dijo rápidamente Minjeong, colgando la llamada mientras Aeri y Yizhuo reían al otro lado de la línea.
Jimin giró a Minjeong para que la mirara, sus ojos brillando con esa chispa de deseo.
—¿De verdad estás contando todo lo que hicimos anoche? —dijo Jimin, fingiendo indignación.
—No todo —respondió Minjeong con una sonrisa pícara. —Pero ahora que estás despierta... ¿qué tal una segunda ronda?
Jimin rió suavemente, inclinándose para besarla.
—Ya sabes lo que quiero,—susurró, con los labios apenas rozando los de Minjeong. —Quiero que vengas a la cama conmigo de nuevo.
Minjeong no pudo resistirse a esa invitación. Ambas volvieron a la cama, y la pasión entre ellas se reavivó como si la noche anterior solo hubiera sido el comienzo. El tiempo se detuvo nuevamente, y sus cuerpos se movieron al unísono, cada caricia, cada beso más intenso que el anterior.
Después de esa segunda ronda, Jimin se dejó caer en la cama, exhausta pero feliz. Minjeong se acurrucó a su lado, ambas respirando pesadamente.
—Nunca me canso de esto—dijo Jimin, cerrando los ojos con una sonrisa satisfecha.
—Yo tampoco —respondió Minjeong, riendo suavemente. —Pero creo que necesitamos un descanso ahora.
—Un descanso de la vida pública —murmuró Jimin, sus ojos todavía cerrados. —Todavía quiero mantenerme fuera por más tiempo. Todavía queda un año antes de que termine mi contrato, y no estoy lista para regresar. Necesito tiempo. Para ti. Para mí.
Minjeong se giró, apoyando su cabeza en el pecho de Jimin, escuchando los latidos de su corazón.
—Tómate todo el tiempo que necesites —le dijo suavemente. —No importa lo que pase afuera, lo único que me importa es que estés bien.
Jimin abrió los ojos lentamente, mirando a Minjeong con ternura.
—Gracias, —susurró, acariciando su cabello. —Tenerte aquí conmigo me da fuerza para seguir adelante.
Ambas se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad de estar juntas, sin la presión del mundo exterior. Después de un rato, Jimin habló nuevamente.
—Tal vez deberíamos dormir un poco más—dijo Jimin con una sonrisa perezosa. —Ha sido una noche agotadora... y una mañana bastante activa.
Minjeong rió suavemente, dándole un beso en el hombro antes de asentir.
—Sí, creo que lo necesitamos —respondió, cerrando los ojos mientras se acomodaba mejor en los brazos de Jimin.
Así, se quedaron dormidas nuevamente, abrazadas y tranquilas, sabiendo que, aunque el mañana seguía siendo incierto, lo enfrentarían juntas.
Horas más tarde, cuando el sol ya estaba empezando a bajar, Minjeong se despertó primero, estirándose suavemente antes de levantarse de la cama. Jimin seguía durmiendo, y Minjeong la observó por un momento, pensando en lo mucho que habían pasado y lo mucho que aún tenían por vivir.
—Vamos a estar bien—susurró Minjeong, como una promesa silenciosa.
Después, salió de la habitación para hacer una llamada, sin despertarla.
El día aún no terminaba, y aunque las dos necesitaban descansar, sabían que su historia juntas apenas comenzaba.
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𝘙𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯, 𝘞𝘳𝘰𝘯𝘨 𝘵𝘪𝘮𝘦 2 - 𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘪𝘮𝘦
Fanfiction𝘋𝘦𝘴𝘱𝘶é𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘰𝘮𝘢𝘳 𝘤𝘢𝘮𝘪𝘯𝘰𝘴 𝘴𝘦𝘱𝘢𝘳𝘢𝘥𝘰𝘴, 𝘑𝘪𝘮𝘪𝘯 𝘺 𝘔𝘪𝘯𝘫𝘦𝘰𝘯𝘨 𝘩𝘢𝘯 𝘴𝘦𝘨𝘶𝘪𝘥𝘰 𝘢𝘥𝘦𝘭𝘢𝘯𝘵𝘦 𝘤𝘰𝘯 𝘴𝘶𝘴 𝘷𝘪𝘥𝘢𝘴, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘭𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘴𝘢𝘥𝘰 𝘴𝘪𝘨𝘶𝘦𝘯 𝘭𝘢𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴. 𝘒...