𝙰𝚗 𝙰𝚏𝚝𝚎𝚛𝚗𝚘𝚘𝚗 𝚏𝚘𝚛 𝚃𝚠𝚘

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Minjeong había pasado días organizando todo con gran cuidado. Sabía que Jimin necesitaba un descanso verdadero, momentos llenos de felicidad y paz. Así que había planeado una tarde especial, algo sencillo pero íntimo, para que ambas pudieran disfrutar juntas y crear nuevos recuerdos lejos de la presión de sus carreras.

Cuando Jimin despertó de su siesta, encontró a Minjeong esperando con una gran sonrisa y una emoción contagiosa.

¿Lista para una tarde solo para nosotras? —preguntó Minjeong, extendiéndole la mano.

¿Qué estás planeando, Minjeong? —preguntó Jimin entre risas, tomando su mano con curiosidad.

Minjeong solo le guiñó un ojo mientras salían del hotel y subían a una camioneta que había alquilado. Durante el viaje, Jimin miraba por la ventana, disfrutando del paisaje urbano de Tokio, mientras Minjeong le contaba su idea.

He estado pensando que el hotel es cómodo, pero... Minjeong hizo una pausa dramática, captando la atención de Jimin. —Quizá es hora de buscar algo más permanente aquí, algo que sea más nuestro.

¿Una casa? —preguntó Jimin, con una mezcla de sorpresa y emoción.

Minjeong asintió con una sonrisa.

Sí. La he estado buscando y creo que encontré algo perfecto para nosotras. No me gustaba que vivieras en un hotel... quiero que tengas un lugar que sientas realmente como tuyo aquí en Tokio.

Jimin la abrazó con ternura, impresionada por el nivel de detalle y amor en el gesto de Minjeong.

Gracias —murmuró, tocada. —No sabes lo mucho que esto significa para mí.

La tarde transcurrió entre risas y anécdotas mientras paseaban por sus lugares favoritos de Tokio. Minjeong la llevó a una pequeña cafetería para tomar algo, y más tarde la sorprendió con un ramo de flores que había comprado especialmente para ella.

Para ti —dijo Minjeong con una sonrisa tierna, entregándole el ramo.

Jimin tomó las flores, su mirada llena de amor y gratitud.

Eres increíble, Minjeong. No sé cómo agradecerte.

No tienes que agradecer nada—respondió Minjeong, tomando su mano mientras continuaban caminando.

Al caer la noche, Minjeong la llevó a la playa. Allí, la brisa marina les daba una sensación de libertad y calma. Se sentaron juntas sobre la arena, mirando el horizonte. Jimin se acomodó apoyando su cabeza en el hombro de Minjeong y suspiró, sintiéndose completamente en paz.

Minjeong, quiero pasar mi vida contigo.Jimin rompió el silencio con su confesión, mirándola con ojos sinceros. —Nunca debimos separarnos.

Minjeong sonrió, pero al ver la seriedad en el rostro de Jimin, se preocupó.

¿Estás bien? —le preguntó suavemente. —Te siento un poco apagada últimamente.

Jimin suspiró y bajó la mirada, jugando con un mechón de su cabello.

No siempre,—confesó—Hay días en los que todo parece estar bien y luego... hay días en los que siento que me ahogo. Desactivé mis redes sociales porque no podía soportar más el peso de todo, de la gente opinando y juzgando, como si conocieran cada parte de mí.

Minjeong tomó su mano y la apretó suavemente.

No tienes que enfrentarlo sola. Estoy aquí para ti, y quiero que sepas que siempre lo estaré. Podemos tomar todo el tiempo que necesites.

Jimin la miró a los ojos, encontrando en ellos una calma que parecía curar todas sus heridas.

Gracias, Minjeong. Solo tú entiendes cómo me siento, cómo es vivir bajo tanta presión.

Minjeong la acercó y la abrazó fuerte, permitiendo que las lágrimas de Jimin cayeran libremente. Permanecieron así, en silencio, dejando que la brisa y el sonido de las olas las rodeara en un abrazo invisible.

¿Sabes? —dijo Minjeong finalmente, su voz suave. —No importa cuánto tiempo pase o cuánto cambiemos. Mientras sigamos juntas, siempre habrá un lugar seguro para ambas.

Jimin asintió y, por primera vez en días, sintió que había esperanza.

𝘙𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯, 𝘞𝘳𝘰𝘯𝘨 𝘵𝘪𝘮𝘦 2 - 𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘪𝘮𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora