𝘙𝘪𝘨𝘩𝘵 𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯, 𝘞𝘳𝘰𝘯𝘨 𝘵𝘪𝘮𝘦 2 - 𝘖𝘶𝘳 𝘛𝘪𝘮𝘦

𝚃𝚑𝚊𝚝'𝚜 𝚠𝚑𝚊𝚝 𝚖𝚊𝚔𝚎𝚜 𝚒𝚝 𝚜𝚙𝚎𝚌𝚒𝚊𝚕

Cuando el desfile de Givenchy terminó, las luces del lugar comenzaron a encenderse suavemente, y las modelos regresaban para el saludo final. Los aplausos resonaban en el salón, y los fotógrafos se apresuraban a capturar cada momento. Minjeong y Jimin seguían sentadas, ambas procesando todo lo que había pasado durante el evento. A pesar de las palabras intercambiadas, había algo que aún las mantenía en un estado de tensión.

—¿Pueden tomarse una foto juntas? —preguntó uno de los fotógrafos, que no perdió la oportunidad al verlas sentadas lado a lado.

Minjeong y Jimin intercambiaron miradas, sabiendo que no podían rechazar la petición. Se pusieron de pie y posaron para las cámaras, sonriendo con esa misma sonrisa profesional que habían perfeccionado a lo largo de los años. La foto fue tomada en cuestión de segundos, pero para ambas, se sintió como un momento interminable.

Cuando finalmente se despidieron de los fotógrafos, Minjeong miró a Yizhuo y Aeri con una sonrisa juguetona.

—¿Qué tal si vamos a cenar? —sugirió, queriendo romper con la atmósfera tensa de la noche.

Yizhuo y Aeri se miraron cómplices, sabiendo que habían planeado algo diferente.

—Nos encantaría, pero tenemos que salir pronto —respondió Aeri, riendo suavemente. —Nuestro vuelo sale en unas horas.

Yizhuo añadió con una sonrisa:

—Además, creo que ustedes dos tienen mucho de qué hablar.

Ambas se rieron discretamente, sabían que había algo más profundo entre Jimin y Minjeong, algo que necesitaba ser resuelto. Minjeong intentó protestar, pero el brillo en los ojos de Yizhuo y Aeri le hizo entender que esto era intencional. No había forma de convencerlas de quedarse.

—Está bien, se cuidan, chicas —dijo finalmente Minjeong con una sonrisa. Las cuatro se despidieron rápidamente, con abrazos y bromas sobre cuándo volverían a encontrarse.

Yizhuo y Aeri se despidieron y desaparecieron en la multitud, dejando a Jimin y Minjeong solas, paradas en medio de la entrada del salón.

—Entonces, ¿vamos a cenar? —preguntó Minjeong, intentando sonar despreocupada, pero con un brillo en los ojos que no pudo ocultar.

Jimin asintió lentamente, un poco sorprendida por la invitación. Había pensado que la noche terminaría aquí, que las palabras no dichas seguirían en el aire sin resolución. Pero esta oportunidad parecía una manera de arreglar lo que quedaba entre ellas.

Se subieron a la limusina que había sido dispuesta para el evento, y comenzaron a avanzar por las calles de Tokio. El tráfico era escaso, ya que la noche había caído hace rato. Sin embargo, cuando llegaron al primer restaurante que tenían en mente, descubrieron que ya estaba cerrado. El silencio se instaló en el vehículo por un momento, hasta que Jimin, un poco divertida, sugirió:

—¿Qué tal una hamburguesa? Conozco un lugar que siempre está abierto.

Minjeong rió suavemente, sorprendida pero encantada por la idea.

—¿De verdad quieres ir a comer hamburguesas después de Givenchy? —dijo en tono burlón, pero no podía ocultar su emoción.

—Por supuesto, lo único que necesito ahora es una hamburguesa grasosa —bromeó Jimin.