Demon Hunters

T1E16 La emboscada

La ciudad de Noctis parecía sumergida en una oscuridad eterna, mientras el aire pesado y cargado de tensión anticipaba la llegada de algo peor. Jack Wolf caminaba por las calles desoladas, con su Bloodreaver colgada a la espalda, preparado para enfrentarse a cualquier amenaza demoníaca que se presentara. Tras la emboscada a Rylan y Mason, Jack sabía que los demonios estaban organizándose, y debía actuar rápido para eliminar a tantos como fuera posible antes de que su ejército creciera demasiado.

Con un aire de determinación, Jack avanzaba con pasos firmes por la ciudad, eliminando a cualquier demonio menor que se cruzaba en su camino. Sin embargo, algo no cuadraba. El silencio que envolvía las calles lo inquietaba más que los rugidos demoníacos. "Esto es una trampa", murmuró para sí mismo, pero ya era demasiado tarde.

De las sombras de los edificios, varios demonios de gran tamaño aparecieron, sus ojos brillaban con maldad mientras rodeaban a Jack. Eran mucho más grandes y feroces que los demonios comunes, y no estaban dispuestos a dejar que Jack escapara con vida.

"Finalmente te tenemos, cazador", gruñó uno de los demonios más grandes mientras los demás lo rodeaban. Jack desenfundó su Bloodreaver, preparándose para la batalla. "Si quieren matarme, tendrán que esforzarse mucho más", respondió con frialdad, su mirada fija en el líder de los demonios.

El primer ataque fue brutal. Un demonio se abalanzó sobre él, pero Jack fue más rápido, esquivando su ataque y cortando su torso con la Bloodreaver. Sin embargo, mientras Jack peleaba con uno, los otros demonios atacaban desde todos los ángulos. Logró mantener a raya a varios con golpes rápidos y precisos, pero la cantidad de enemigos comenzaba a abrumarlo.

A pesar de su habilidad y experiencia, la emboscada estaba bien planeada, y los demonios eran más fuertes y coordinados de lo que había anticipado. Un golpe en su costado lo hizo tambalearse, y antes de que pudiera reaccionar, un demonio le golpeó con fuerza, enviándolo al suelo.

Los demonios se reían mientras lo rodeaban, saboreando lo que parecía su victoria. Jack, aturdido, apenas podía levantarse. Su Bloodreaver cayó a un lado, y con su visión borrosa, vio cómo los demonios se acercaban para dar el golpe final.

Justo en ese momento, un estruendo resonó en el aire. De las sombras apareció una figura imponente: el Titán de la facción de los cazadores. Su armadura brillaba en la penumbra, y su gigantesca hacha resonaba con poder.

"¡Aléjate de él!" rugió el Titán, lanzándose al combate con una velocidad y fuerza sorprendentes para su tamaño. En un solo movimiento, su hacha destrozó a uno de los demonios, mientras otro intentaba atacarlo por la espalda, solo para ser derribado con un golpe aplastante.

Los demonios, desconcertados por la llegada del Titán, intentaron reorganizarse, pero su poder era demasiado. Uno tras otro caían bajo la furia de su hacha, mientras Jack, todavía recuperándose, observaba impresionado. A pesar de ser el líder, sabía que incluso él tenía límites, y esta batalla había estado demasiado cerca.

Con los demonios eliminados, el Titán se acercó a Jack y le extendió la mano. "No podías dejarme todo el trabajo sucio, ¿verdad?", bromeó con una sonrisa.

Jack, con una mueca de dolor, aceptó la ayuda y se levantó. "Tardaste demasiado, Titán. Pero supongo que te debo una."

El Titán asintió, y ambos se giraron para observar los restos de los demonios caídos. "No era una emboscada cualquiera", dijo Jack, con seriedad. "Están cada vez mejor organizados."

"Lo sé", respondió el Titán. "Algo grande está por suceder. Necesitamos estar preparados."

Jack recogió su Bloodreaver y, con una mirada de determinación renovada, dijo: "Es hora de llevar esta guerra a ellos. Pero primero, tenemos que reagruparnos y prepararnos para lo que viene."

Con esa decisión, ambos cazadores se dirigieron de vuelta a la base, sabiendo que la batalla más difícil aún estaba por comenzar.