Capitulo 21

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Luke y yo nos encontramos a fuera de la habitación esperando que salga el doctor. Me encuentro bastante nerviosa con todo lo sucedido.

Hasta que finalmente sale de la habitación, y me acerco por completo a él.

—¿Está bien Naya? —preguntó preocupada.

—Sí, pero tiene que tener mucho reposo, que no haga cosas fuertes, que no use zapatillas y sobre todo evite molestia, pues puede tener peligro de aborto y dado al avance que tiene en su embarazo es peligroso tanto para ella como para el bebé.

—Sí, por supuesto.

—Solo que esté descansando.

Asiento, hasta acompañar con todo al doctor. Después de unos minutos de hablar con él y pagarle, me regreso hasta donde está Luke aún recargado en la pared.

—Dice que estará bien.

Asiente.

—Es mejor que me vaya.

Lo detengo del brazo.

—No, espera, no te vayas —me acerco —Quédate.

—Kat.

—Por favor.

Parece un poco indeciso, pero decide quedarse hasta que ambos vamos juntos a mi habitación donde esta vez cierro la puerta con seguro. No quiero un segundo problema nuevamente.

Luke se vuelve a quitar toda la ropa, y yo solo me acerco a él, pero noto que algo está pasando.

—¿Qué sucede?

En la oscuridad Luke se sienta en la cama, y siento como se me acerca.

—Matt sigue enamorado de ti.

—¿Qué?

—Aunque no lo diga puedo notarlo; sigue peleando por ti como si le pertenecieras.

—Eso no tiene sentido, nos divorciamos.

—Podrás divorciarte, pero eso no quiere decir que los sentimientos cambien.

—Estuvimos cuatro años casados, de los cuales tres estuvimos separados.

—Porque él piensa que le fuiste infiel.

—Luke, eso no me importa.

—Pero a Matt sí.

Suspiro.

—Quizás, pero no me interesa.

Luke se acuesta en la cama y aunque no puedo verla la cara, estoy completamente segura de que hay algo que no le agrada, no sé si son celos o algo que no me está contando, por lo que me acuerdo abrazándolo y él me atrae hacia su cuerpo hasta estar completamente juntos. Sin pensar en nada, termino quedándome dormida.

Estoy desayunando y no sé si debería sentirme molesta, pues cuando me desperté Luke ya no se encontraba a mi lado, y aún no lo he visto esta mañana. Escucho unos pasos viendo cómo entra a la cocina Matt.

—Buenos días —contesta.

—Eran buenos —contestó molesta.

—Debes de tener modales.

Frunzo el ceño.

—Deberías aplicarlas tú —lo señalo— en tu vida.

Rodea los ojos con cierta molestia, y sus ojos van por completo a Sarah, que sin decir media palabra se sale de la cocina.

—Sí, muy bien porque lo dices.

—Por favor.

—Olvídalo.

Entre dos amoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora