Estoy metiendo mis maletas en el coche de mi mejor amiga. Puedo ver que las chicas del servicio están bastante tristes porque me voy, pero no pienso quedarme más tiempo. Las abrazo a cada una de esas personas que estuvieron conmigo todo este tiempo, que me hicieron compañía y me brindaron su cariño. A todos los extrañaré, y también a esa enorme casa que fue mi hogar durante tanto tiempo.
Una vez llegamos al departamento de mi amiga, me dejo caer en el sillón, tratando de procesar todo lo que está por venir.
—Te ves tan miserable —dice mi amiga Tania.
—Lo estoy, pero ya no podía soportar más. Llegué a mi límite.
—Te tomó mucho tiempo.
Suspiro.
—Esperaba que cambiara.
—No lo haría—me mira—. Me alegra que hayas tomado esa decisión.
—Todo será complicado.
—Estoy segura de que te hará la vida imposible con los bienes.
Hago una mueca porque sé que tiene razón. Me pondrá trabas de todas las maneras posibles, especialmente con las acciones de su empresa.
—Ya lo he pensado.
—¿Y?
—Cuando llegue el momento, todo se arreglará.
Me miro en el espejo, pensando en qué ponerme. Hoy es el gran día para firmar los papeles del divorcio y hablar sobre la distribución de los bienes que compartimos. Matt debe estar muy enfadado, especialmente por sus preciadas acciones, que claro que no iba a perder, menos por mí.
Suspiro.
Miro el hermoso vestido color verde agua de la lujosa marca Saint Laurent que Tania me sugirió. Está bastante entallado para mi gusto, pero hoy será la última vez que lo veré, y probablemente no vuelva a usar este tipo de vestidos carísimos en mi vida. Me maquillo como siempre, me pongo mi perfume favorito y me preparo para lo que sea que venga en unas horas.
Cuando llego a las oficinas de la empresa de Matt, todo dentro de mí se revuelve. Esta también será la última vez que vendré aquí. A lo lejos veo a Gerard, mi abogado y el hermano de mi mejor amiga, que me está ayudando con todo esto.
—Buenos días, Katrina.
Le sonrío.
—Buenos días.
—¿Lista?
Hago una ligera mueca.
—No sé qué esperar de todo esto.
—Buenas noticias.
Nos informan que podemos pasar a la oficina principal, donde Matt siempre realiza sus reuniones. Me siento bastante nerviosa, pero trato de mantener la calma y entrar con la cabeza en alto, sin mirar a nadie en particular. Me siento sin prestar demasiada atención.
—Esperamos un momento a que llegue el señor —dice el hombre al otro lado de la mesa, que debe ser su abogado.
Miro mi celular, con varios mensajes de Tania que responderé cuando salga de aquí. Se escucha como se abre la puerta, y todo dentro de mí tiembla nuevamente.
—Buenos días —su voz grave y familiar llena la sala.
Alzo la mirada y me encuentro con sus ojos negros carbón, mirándome con enojo, como ha hecho durante tantos años. Noto que se acaba de afeitar y lleva un nuevo traje azul oscuro.
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Entre dos amores
HororKatrina Archer decide divorciarse de Matt Wilson un empresario millonario como poderoso, y está dispuesta a comenzar de nuevo mudándose a la granja el arda y entender que ya no está en la gran ciudad. Y aguantar a su guapo, sexy e insoportable capat...