Bajo cero: Hie Hie no Mi

Capítulo 23: El temerario Matt Murdock

Flashback

"Señor Murdock, hola, somos agentes de la División de Intervención Estratégica Nacional, Aplicación de la Ley y Logística. Mi nombre es Phil Coulson y este es el agente Barton", anunció Phil Coulson mientras se encontraba fuera de la puerta.

En el interior, Matt Murdock se sobresaltó. Había presentido su llegada mucho antes de que llamaran a la puerta, pero no esperaba que se presentaran tan directamente. Estos agentes sabían quién era.

¿Cómo saben de mí?, se preguntó Matt, consciente ya de que el hombre del arco, Barton, no era un agente común. Podía sentir el peso de la presencia de Barton, su habilidad y el hecho de que en una pelea, Barton podría tener la ventaja.

Matt tomó su bastón y caminó hacia la puerta, abriéndola lo suficiente para enfrentar a los agentes.

"Oficiales, ¿puedo preguntarles por qué me buscan? ¿Me necesitan como su abogado? No conozco ninguna agencia gubernamental con el nombre de División de Intervención Estratégica Nacional, Aplicación de la Ley y Logística". Matt se apoyó contra la puerta, sonriendo cortésmente pero recordándoles que era abogado, lo que implicaba que, fuera lo que fuese esta división, no tenía la autoridad legal para llamar a la puerta.

"Señor Murdock, me pregunto si conoce a un hombre llamado Ethan Hayes". Coulson preguntó, con un tono profesional pero suave en su voz.

Matt se quedó paralizado por un momento, recordando a Ethan. Ethan Hayes... Hacía tiempo que no pensaba en él, pero su recuerdo del chico era claro.

"¿Por qué lo preguntas? Es cliente mío. Si surge algún problema, te sugiero que te pongas en contacto con él directamente".

La expresión de Coulson no vaciló. "¿Conoces al 'Demonio de Hielo'?"

Matt frunció el ceño levemente. —Teniendo en cuenta todo lo que ha sucedido en Hell's Kitchen recientemente, sería difícil no saberlo —respondió con tono cauteloso.

Coulson continuó: "Creemos que su cliente, el señor Ethan Hayes, podría tener conexiones con el Demonio de Hielo. Nos gustaría que lo encuentre y lo traiga a la comisaría para hacerle algunas preguntas".

Tan pronto como Coulson terminó, Barton, de pie detrás de él, pensó en el Comisionado de Policía de Nueva York, George Stacy, y en las posibles ramificaciones de su investigación. Según su información, Ethan tenía una conexión con Gwen Stacy, la hija de George. Si no tenían cuidado, esto podría complicarse muy rápido.

Matt frunció aún más el ceño. "Es solo un estudiante de secundaria. Si crees que está relacionado con este Demonio de Hielo, entonces contáctalo tú mismo. Es un adulto". Con eso, Matt cerró la puerta, sin darle a ninguno de los agentes otro momento para discutir.

A Matt no le importaba el nombre de Patria Estratégica ni ninguna tontería que se le ocurriera. No iba a dejar que involucraran a su cliente, a menos que tuvieran algo concreto. Por ahora, no tenía motivos para confiar en ellos.

Afuera, el rostro de Barton se tensó mientras se giraba hacia Coulson. "Phil, ¿por qué estamos involucrando a la policía? Esto parece una mala idea".

Coulson miró a Barton y respondió en voz baja: "El Demonio de Hielo dejó una foto para los hombres de la Sra. Gao. Usted sabe tan bien como yo que esos hombres estuvieron involucrados en la muerte de los padres de Ethan. Si este es un ataque motivado por la venganza, necesitamos confirmar si Ethan Hayes es el Demonio de Hielo. O peor aún, si ha desarrollado una personalidad antisocial".

Barton lo pensó un momento y se dio cuenta de que Coulson estaba creando una situación en la que el propio Murdock podría investigar a Ethan. No era una mala idea: Murdock tenía un agudo sentido de la verdad y, si alguien podía descubrir la verdadera naturaleza de Ethan, ese era él. Pero Barton todavía tenía sus

reservas. La idea de que alguien como Ethan fuera el Demonio de Hielo no le parecía bien.

—Ethan es sólo un niño —dijo Barton con firmeza—. El perfilador ya creó un perfil psicológico del Demonio de Hielo. El perfil describe a alguien frío, indiferente y absolutamente despiadado. Un demonio que regresa del infierno. Eso no suena como un estudiante de secundaria.

Phil no respondió de inmediato, pero miró hacia las tranquilas calles de Hell's Kitchen. Incluso el señor del crimen Kingpin había comenzado a buscar al Demonio de Hielo. La Sra. Gao había desaparecido, huyendo del país, dejando atrás pistas cruciales. SHIELD había encontrado el camino hacia Ethan, y ahora Kingpin probablemente no estaba muy lejos. Lo que preocupaba a Coulson era cómo reaccionaría Ethan cuando se enfrentara a todas estas fuerzas.

Mientras tanto, Matt Murdock estaba sentado en su oficina, dándole

vueltas a la conversación en su mente. El nombre de Demonio de Hielo flotaba en el aire, y la forma en que Coulson se había acercado a él había sido sutil pero reveladora.

Sabían más de lo que dejaban ver. Los agentes no se habían ido sin dejarle escuchar esa última parte de la conversación: Coulson se había asegurado de mencionar a Ethan en relación con el Demonio de Hielo.

Pero Matt no sólo escuchaba sus palabras: también las recordaba.

La noche en que el Demonio de Hielo lo enfrentó. El Demonio de Hielo podría haberlo matado, pero no lo hizo. En cambio, el encuentro se sintió como una extraña advertencia, tal vez incluso una broma. Pero los agentes tenían razón: si Ethan Hayes realmente era el Demonio de Hielo y si tenía problemas psicológicos, entonces el poder que ejercía podría significar un desastre.

Matt había conocido la oscuridad, pues había vivido años de odio y venganza. Comprendía lo fácil que era consumir a alguien. La pregunta era si Ethan había caído en la misma trampa.

En el auto, Phil Coulson sacó su gastada copia de Cincuenta sombras de Grey, el libro escrito por Ethan, y comenzó a leer de nuevo.

"Phil", dijo Barton, con un ligero tono de advertencia en su voz.

—¿Hmm? —respondió Coulson sin levantar la vista del libro.

"No te obsesiones demasiado."

Coulson se rió entre dientes y cerró el libro. "Sólo digo que, a veces, las personas más poderosas tienen sus vicios. No dedican toda su energía a dominar el mundo".

Barton puso los ojos en blanco, pero Phil no estaba del todo equivocado. Las personas con conexiones, deseos y debilidades a veces pueden ser más fáciles de manejar que aquellas que están completamente centradas en algo.

"Esperemos que tengas razón", murmuró Barton mientras el coche salía de Hell's Kitchen.