Bajo cero: Hie Hie no Mi

Capítulo 68: Llegando a un acuerdo con el diablo

Ethan Hayes miró los brillantes ojos de Natasha Romanoff, esperando un shock o al menos ambición. En cambio, solo vio diversión. Parecía estar riéndose de su elevado objetivo de inmortalidad.

"No existe la inmortalidad", dijo Natasha Romanoff, con desprecio.

"Natasha, estás equivocada. El mundo que ves y el que veo son muy diferentes", respondió Ethan, mirando al espacio.

"En la inmensidad del universo, la humanidad no está sola. Puede que Nick Fury te esté ocultando cosas, pero puedo decirte esto: con la fuerza que la Tierra tiene actualmente, no tendríamos ninguna posibilidad contra una verdadera invasión alienígena".

La mirada de Natasha se agudiza. "¿Qué sabes?"

La vida de Ethan parecía simple en la superficie. Su historia era la de un niño que una vez soñó con una familia feliz. Pero cuando sus padres murieron en un robo, todo cambió. A los 16 años, fue acosado en la escuela, pero también fue el momento en que se convirtió en otra persona.

Acumuló una riqueza inimaginable después de escribir un éxito de ventas mundial, y luego llegó a un acuerdo de 40 millones de dólares con Warner Brothers. Todo eso sucedió en solo dos meses, durante los cuales Ethan parecía haber renacido.

Pero no fue la riqueza lo que sorprendió a Natasha, fueron las poderosas habilidades de Ethan.

"Sé más de lo que crees, Natasha. El futuro es un lugar oscuro y aterrador, pero el amanecer vendrá. ¿Sabes por qué la humanidad no puede derrotar a sus enemigos?" Ethan preguntó, su voz es seria.

Natasha sacudió la cabeza.

"Conflicto interno, celos y miedo a alguien más fuerte. En lugar de unirnos, nos separamos unos a otros, temiendo que aquellos que son más fuertes nos quiten la libertad. Tratamos a los héroes como monstruos, usándolos cuando es necesario y desechándolos cuando la amenaza desaparece", explicó Ethan, con los ojos parpadeando con el peso de su conocimiento.

Natasha se puso rígida. Ella sintió la verdad en sus palabras.

Ethan continuó: "Entonces, dime, Natasha, ¿de verdad crees que me uniría a S.H.I.E.L.D?"

Natasha, sacudida, sacudió la cabeza sin darse cuenta.

"Las intenciones de S.H.I.E.L.D pueden haber sido buenas una vez, pero la historia nos muestra que las instituciones poderosas siempre se corrompen. Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos absorbió mucho talento alemán. ¿De verdad crees que aquellos que habían sido parte del régimen de HYDRA se mantuvieron puros de corazón?"

Natasha se inmutó al mencionar HYDRA.

"HYDRA fue destruida", dijo con confianza.

"¿Lo fue?" Ethan preguntó, su tono se burlaba. "Nick Fury es solo un peón. Él no sabe todo el alcance de lo que realmente está pasando".

"¿Estás diciendo que HYDRA todavía existe en la cima de S.H.I.E.L.D?" Natasha preguntó, su voz llena de urgencia.

"No importa si es HYDRA o S.H.I.E.L.D. Ambos están hechos de humanos, y los humanos siempre están plagados de ambición. ¿Te imaginas cómo reaccionarían si un verdadero dios caminara entre ellos?"

Las palabras de Ethan enviaron un escalofrío por la columna vertebral de Natasha. Ella era muy consciente de lo peligrosa que había sido HYDRA, y la idea de que Ethan se uniera a ellos la llenó de miedo.

Ella sabía que Ethan era alguien que mantenía su palabra. Tal vez eso es lo que Nick Fury había esposado: el potencial de llegar a un acuerdo del diablo.