Bajo cero: Hie Hie no Mi

Capítulo 37: Trato con la Viuda Negra

De repente, se escuchó un ruido desde la terraza del segundo piso del dúplex. Ethan Hayes sonrió y abrió la puerta que daba a la terraza.

—Ethan, lo siento —dijo Gwen, tomando la mano de Ethan—. Volví apurada y arruiné tu velada.

Ethan acarició suavemente el suave cabello rubio de Gwen, y ella se inclinó hacia él, sus ojos reflejando su sombra.

—La salud del señor George es lo más importante —respondió Ethan con preocupación en el rostro—. Leí sobre el Hombre Lagarto en las noticias.

Definitivamente es un monstruo. Me preocupa que siga poniendo en peligro a Nueva York y que ponga a tu padre en peligro.

La preocupación de Ethan no carecía de fundamento. Si las cosas seguían el

camino de la historia de Amazing Spider­Man, el padre de Gwen, George Stacy, moriría a manos del Hombre Lagarto. Como padre de su novia,

Ethan ciertamente no quería que George corriera esa suerte. "Protegeré a mi padre", dijo Gwen con firmeza.

El "Vecino Amistoso" de Nueva York ya había decidido rastrear a este Hombre Lagarto, atraparlo y asegurarse de que lo pusieran tras las rejas.

Matarlo no era el estilo de Gwen.

"Pero escuché que la policía está buscando a la Araña Fantasma",

mencionó Ethan, recordando lo que George había dicho en las noticias. No estaba entusiasmado con la idea de justicieros como Ghost Spider.

Gwen puso los ojos en blanco. "Mi papá no sabe que soy yo. Si lo supiera, me apoyaría".

—¿Cómo planeas proteger a la capitana Stacy? ¿Necesitas mi ayuda? —preguntó Ethan con seriedad, agarrando el rostro de Gwen y mirándola fijamente a los ojos de un azul grisáceo.

—No —respondió Gwen con seguridad—. Solo estoy protegiendo a mi padre, no persiguiendo al Hombre Lagarto.

Ethan se dio cuenta de que ya había elaborado un plan en su mente. "Está bien, pero prométeme que si las cosas se ponen peligrosas, correrás".

Gwen murmuró algo sobre no correr, pero aun así asintió con la cabeza para hacer la promesa. Ethan la besó profundamente y su rostro se sonrojó.

—Será mejor que me vaya —dijo Gwen tímidamente, soltándose de los brazos de Ethan

—. Si la señora Tracy se entera de que vine aquí, se asustará.

Dicho esto, regresó rápidamente a su habitación de al lado, dejando a Ethan allí de pie con una sonrisa de satisfacción.

Ambas terrazas estaban una al lado de la otra, lo suficientemente cerca como para que cualquiera de ellos pudiera escabullirse. Pero por ahora, Ethan tenía otros asuntos que atender.

Justo cuando empezaba a relajarse, su teléfono volvió a sonar. Ethan suspiró y entró al baño para atender la llamada, pues quería algo de privacidad.

—Hola, Natasha Romanoff —dijo Ethan con una sonrisa burlona en su rostro.

—Necesito tu ayuda —susurró la voz tranquila de Natasha en el otro extremo.

Ethan se rió entre dientes. "¿Has pensado en esto? ¿Me estás llamando para que te

haga algo? ¿Estás seguro de que este 'trato con el diablo' vale la pena?"

—¿Cuánto me costará? —preguntó Natasha directamente, sin que su voz delatara ninguno de sus pensamientos.

—SHIELD podría contener fácilmente al Hombre Lagarto —respondió Ethan con frialdad—. Nick Fury sabe. Solo te está usando para acercarse a mí.

"Hao, ¿tu promesa hacia mí es solo otra de las mentiras del diablo?" Natasha bromeó, aunque su tono era brusco.

Ethan negó con la cabeza. —No. Los tratos del diablo siempre son justos. Sin embargo, cuanto más recurras a ellos, menos valiosos serán. Con el tiempo, perderé el interés y el trato entre nosotros terminará. Entonces, ¿estás seguro de que quieres gastar uno de tus preciados tratos?

Sabía cómo jugar a este juego. La curiosidad era un motivador poderoso. Si Natasha presionara demasiado, podría perder la ventaja.

Mantener una sensación de misterio, una sensación de distancia, mantuvo viva la tensión entre ellos.

Natasha no era tonta, pero estaba decidida. "Estoy segura. Si no pongo a prueba este trato, no puedo confiar en tu promesa".

Ethan casi podía oír la sonrisa burlona en su voz. Pensó que podía controlarlo, conquistarlo como lo había hecho con tantos otros.

"Espero que no te arrepientas", dijo Ethan, que ya estaba pensando en las formas en que podría sacar provecho de este trato. Tenía algunas ideas para hacer que esta transacción fuera realmente interesante.

—Necesito al Dr. Connors con vida —dijo Natasha, yendo al grano.

Ethan alzó una ceja. —¿Vivo? Eso complica las cosas. Sabes que el suero del Hombre Lagarto tiene... potencial, ¿verdad? Podría ser la clave para la regeneración, un poder por el que la gente mataría.

Natasha dudó un momento. Entonces, su teléfono vibró e interrumpió sus pensamientos.

"Necesito tomar esto", dijo.

—Adelante —respondió Ethan con frialdad, esperando.

Del otro lado de la línea, la voz de Nick Fury resonó en el teléfono de Natasha: "Natasha, los planes han cambiado. Necesitamos al Dr. Connors con vida".

"Entendido, señor", respondió Natasha secamente antes de volver a dirigirse a Ethan.

"Lo necesito vivo", reiteró.

Ethan no pudo evitar reírse. "Bueno, entonces supongo que me estarás esperando después de todo".