Pluto: Tales Of The Stars Love

25-Toda la verdad

Metavee y yo nos miramos y nos quedamos en silencio. La pequeña mujer levantó una ceja y pareciósorprendida por mi reacción porque yo no estaba para nada sorprendida.

—¿Por qué no estás sorprendida?

—¿Debería estarlo?

一Menti.

—Yo también

—Estás actuando como si ya lo supieras... ¿Sabías que podía ver?

La pequeña mujer me miró entrecerrando los ojos como si me estuviera interrogando. Sonreí un poco y asentí.

—Lo sé desde hace un tiempo.

—No mostraste ninguna señal de que lo sabías.

—¿Qué hay de ti... Sabías que yo... no soy Aobe-Aum, ¿no?

Metavee asintió y sonrió un poco también mientras se rascaba la mejilla.

—Si lo sabia.

—¿Hace cuánto tiempo?

—Desde el comienzo.

—¿Eh? —Estaba en shock porque sospechaba que Metavee lo sabía, pero no desde el principio—¿Desde el principio? Cómo...

—Digamos que lo sabía.

—Entonces, ¿por qué tuviste que fingir ser ciega y engañarme?

—Quería saber por qué te acercaste a mí. ¿Crees que soy estúpida?.... Soy abogada. Todos me llamaban el detector de mentiras de la empresa. Desde el primer día que nos conocimos, le pregunté a mi personal para revisar tu historial.

No hay nada que no sepa sobre ti.

—¿Estás segura de que no hay nada que no sepas?
—Estoy segura. He visto cada rincón de ti.—Después de que la abogada confesara que podía ver, inmediatamente me sedujo con sus ojos. —Tengo frío. Soy la única que se ha quitado la ropa. ¿No me vas a mantener caliente?

—¿Quién te dijo que te quitaras la ropa?

—Tengo calor cuando estoy contigo.

—Entonces, ¿tienes frío o calor?

—Ahora depende de ti. ¿Cómo me harás sentir?

Extendí mis manos para envolver la cintura de la pequeña mujer y la levanté hacia mí. La abogada sabía qué hacer. Ella saltó sobre mí y se inclinó para besarme.

—¿Hace más calor?

—Tengo calor ahora.

—No hay cama en la sala de estudio.

—El suelo es bueno... no me importa.

—¿Porque te gusta esto? —Me reí y lentamente la acosté en el suelo antes de quitarme la ropa tambien. Mire hacia abajoy mire a Metavee a los ojos mientras la felicitaba. —Tus ojos son realmente hermosos, nena.

—Alguien también me felicitó por esto.

—¿Quién?

—Mi galaxia.

—Ya sabes que soy yo, ¿verdad?

—Lo sé desde el principio... no tienes idea de lo emocionada que estaba de finalmente encontrar tu verdadero yo —Metavee me rodeó el cuello con sus brazos y me atrajo hacia ella. Nuestras caras estaban separadas sólo por la palma de la mano. Tuve que tener mucha paciencia para no comérmela entera en ese momento.

Quería que hagamos el amor con delicadeza. Quiero hacerlo bien como, "Ai-Aun", no
Aobe-Aum.

—Pero fuiste muy mala.