AMORES ANTIGUOS (camren L G!P)

EPÍLOGO

15 AÑOS DESPUES 

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El sol comenzaba a ocultarse tras las arenas doradas de Egipto, tiñendo el cielo de tonos cálidos que iban desde el carmesí hasta el violeta. Alejandría, la joya del Nilo, brillaba con la majestuosidad de sus templos y palacios, pero para Lauren y Camila, lo más valioso de su mundo estaba en el corazón de su hogar: su familia.

Habían pasado 15 años desde que sus vidas dieron un giro hacia la estabilidad, el amor y la paz que tanto habían anhelado. Ahora, con siete hijos que llenaban sus días de risas, desafíos y alegría, su vida parecía un sueño realizado.

Lauren había continuado su labor como magistrada con un éxito que superaba las expectativas. Gobernaba con sabiduría y justicia, ganándose el respeto tanto de egipcios como de romanos. A pesar de algunos conflictos con Octavio, quien intentaba expandir el control total romano sobre Egipto, Lauren había demostrado ser una negociadora brillante, protegiendo la autonomía de la región sin provocar un enfrentamiento directo.

En el jardín del magistrado, la vida bullía. Kahlil, ahora un hombre de 23 años, estaba junto a su hermano Karrem, que con 16 años ya mostraba una inteligencia estratégica similar a la de su madre Lauren. Ambos ayudaban a Cecilio y Cecilia, los gemelos de 12 años, a construir un pequeño modelo de un barco de papiro. Mientras tanto, Akilah, de 21 años, se sentaba junto a Olimpia, de 15, ambas enfrascadas en una conversación sobre las constelaciones que comenzaban a asomarse en el cielo.

Camila, sentada bajo la sombra de una pérgola adornada con jazmines y bugambilias, observaba a sus hijos con una sonrisa tranquila. Lauren llegó a su lado, llevando dos copas de vino dulce mezclado con miel.

- ¿Puedo unirme a la reina de este jardín? -preguntó con una sonrisa traviesa, inclinándose para besar la mejilla de Camila, La egipcia sonrió, recibiendo la copa.

-Claro, aunque este jardín no sería lo que es sin la reina de las estrategias que lo gobierna todo-respondió, mirándola con amor. Lauren se sentó a su lado, tomando un momento para absorber la paz del entorno.

- ¿Recuerdas cuando pensábamos que no habría un lugar para nosotras en este mundo? -preguntó Lauren suavemente.

-Sí -respondió Camila, sus ojos brillando con emoción-. Y mira dónde estamos ahora. Rodeadas de todo esto, de ellos... de nuestra vida.

Lauren tomó su mano, entrelazando sus dedos.

-Nunca imaginé que después de todo, el destino nos regalaría tanto. Incluso después de Kahlil, Akilah, Karrem y Olimpia, pensé que nuestra familia estaba completa. Pero cuando llegaron Cecilio y Cecilia...

Camila río suavemente.

-Fue como si el universo decidiera darnos un recordatorio de que nuestra historia aún no había terminado. Los gemelos son como un regalo tardío, pero perfecto.

- ¿Tardío? -bromeó Lauren, arqueando una ceja-. Todavía teníamos energía de sobra, aunque admito que esos dos me han hecho correr más que las negociaciones con Octavio.

Camila soltó una carcajada.

-Porque heredaron tu espíritu inquieto, a veces, cuando veo a Cecilia tan concentrada en sus dibujos o a Cecilio ayudando a sus hermanos, veo tanto de ti en ellos...

Lauren asintió, emocionada, y su mirada se desvió hacia los gemelos, que reían mientras intentaban amarrar cuerdas al modelo de barco.

En ese momento, Olimpia se acercó, interrumpiendo con una sonrisa traviesa.

-Madre, mamá, ¿puedo ir al templo con Akilah esta noche? Hay una ceremonia para las estrellas, y quiero aprender más.

Lauren arqueó una ceja.

- ¿Estás segura de que no es solo una excusa para evitar el estudio de geometría?

Olimpia puso los ojos en blanco, aunque su sonrisa delató su inocencia.

-No solo es eso... pero la geometría puede esperar.

Camila río y acarició el cabello de su hija menor.

-Está bien, pero prométeme que mañana ayudarás a los gemelos con su lectura.

-Lo prometo- dijo Olimpia antes de correr de regreso hacia Akilah, quien la esperaba con paciencia.

Lauren se recostó contra el respaldo del diván, observando cómo la noche envolvía al jardín y las estrellas comenzaban a brillar.

- ¿Te das cuenta de lo afortunadas que somos? -murmuró, mirando a Camila con ojos llenos de amor.

la egipcia giró para mirarla, su expresión suavizándose aún más.

-Me doy cuenta cada día. Nuestro amor sobrevivió a todo, Lauren. Intrigas, guerras, distancias... incluso al caos de criar a siete hijos. Si eso no es un milagro, no sé qué lo sea.

Lauren sonrió, inclinándose para besarla suavemente.

-Un milagro, sí, pero uno que hicimos realidad juntas.

Y mientras sus hijos reían, discutían y soñaban en el corazón de aquel jardín egipcio, Lauren y Camila sabían que su legado no solo estaba en las leyes que Lauren había defendido o en las enseñanzas que habían transmitido, sino en el amor que las había unido y mantenido firmes a través de los años.

La luna se alzó, iluminando la villa, y con ella, una familia que seguiría creciendo, amando y soñando, dejando su huella en la eternidad.

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FIIIIIIIIIN DEFINITIVOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, QUE FELIZ SOY.

POR CIERTO, VAYAN A LEER LA NUEVA HSTORIA QUE ESTOY ESCRIBIENDO, SE LLAMA TU BODA, INSPIRADA EN LA CANCION DE ÓSCAR.