014: IDENTIDAD EN DOS DIMENSIONES

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Una de las ideas más malentendidas es la diferencia entre identidad de género y orientación sexual, dos facetas importantes que definen quiénes somos, pero que tienen significados y roles completamente distintos en nuestras vidas

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Una de las ideas más malentendidas es la diferencia entre identidad de género y orientación sexual, dos facetas importantes que definen quiénes somos, pero que tienen significados y roles completamente distintos en nuestras vidas. La identidad de género es quién soy en mi interior, la manera en que me veo a mí mismo y cómo me siento en relación con el mundo. Es el sentido profundo de ser hombre, mujer, ambos, ninguno o algo completamente único. La orientación sexual, en cambio, trata de hacia quién siento atracción, con quién elijo compartir intimidad y amor, sea romántico o físico.

Para las personas trans, esta diferencia suele ser difícil de explicar a otros, porque la sociedad tiende a asumir que género y orientación son la misma cosa, que nuestra identidad gira únicamente en torno a la atracción. Pero en realidad, puedo saber perfectamente que soy hombre sin importar a quién ame o desee. Mi identidad de género es mi esencia, la base sobre la que construyo toda mi experiencia en el mundo, sin depender de mi orientación sexual.

Para mí, entender y comunicar esta diferencia ha sido esencial para construir una narrativa honesta sobre mi identidad. No se trata de en quién pienso cuando siento amor o deseo, sino de la relación íntima que tengo conmigo mismo y con mi lugar en el mundo. Mi identidad de género es algo que he explorado, que he abrazado, y que ahora defino con firmeza. En cambio, mi orientación sexual es otro aspecto que coexiste en mi vida, pero no determina mi identidad como hombre trans.

Explicar la diferencia entre género y orientación es fundamental para luchar contra el estigma y los malentendidos que enfrentamos. Es una forma de exigir respeto hacia cada aspecto de nuestra identidad sin reducirnos a etiquetas simplistas. Porque ambos aspectos —identidad y orientación— son partes valiosas y válidas de nosotros mismos, pero cada uno representa algo distinto y único. Mi género es mi hogar y mi orientación es a quién elijo abrirle las puertas de ese hogar. Ambos me hacen quien soy, y ambos merecen ser entendidos y valorados en su singularidad.

 Ambos me hacen quien soy, y ambos merecen ser entendidos y valorados en su singularidad

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Fragmentos de un YO Silenciado © ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora