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Al día siguiente, Minho decidió enfrentar la situación. Se dirigió al hospital con un ramo de flores, decidido a hablar con Félix. Encontró a su amigo sentado en la ventana, mirando hacia afuera.

-Hola, Félix. dijo Minho, acercándose a él. Félix se giró y le ofreció una sonrisa débil.

-Minho, qué bueno que viniste.

Minho le entregó las flores. -Son para ti.

Félix las tomó con agradecimiento. -Gracias, son hermosas.

Hubo un silencio incómodo entre ellos. Minho sabía que tenía que decir algo, pero las palabras se le atascaban en la garganta.

-Félix, necesito que me escuches.- comenzó Minho. -Ayer escuché tu conversación con Hyunjin.

Félix se tensó. -Minho, lo siento mucho...

-No tienes nada que lamentar.-interrumpió Minho. -Solo quiero entender. ¿Sientes algo por Hyunjin?

Félix dudó un momento antes de responder. Entonces ¿Minho no había escuchado toda la conversación? No sabe que rechazó a Hyunjin porque en realidad al que ama es a él?
-No, Hyunjin es un gran amigo, pero...

-Pero?- insistió Minho.

Félix respiró profundamente. -Pero te amo a ti, Minho.

La habitación quedó envuelta en un silencio absoluto. Minho no podía creer lo que estaba escuchando.

-¿Qué dijiste?- preguntó Minho, su voz apenas un susurro.

Félix repitió, -Te amo a ti, Minho. Creo que te amo desde el primer instante en que te ví y me perdí en tus hermosos ojos. Amo todo de tí, amo cuando me escuchas, me hablas y me dices lo importante que soy para tí. Amo que te preocupes por mí, que a pesar de todo estés aquí. Cuando Hyunjin me contó que también me amabas me sentí dolido, estaba confundido y realmente necesitaba pensar las cosas bien. Luego me dí cuenta de que no hay nada que pensar... Te amo, esa es la verdad.

Una sonrisa enorme se dibujó en el rostro de Minho. No podía creer que Félix sintiera lo mismo por él.

-En serio?-, preguntó, aún incrédulo.

Félix asintió con la cabeza. -Sí, en serio.

Minho se acercó a Félix y lo abrazó con fuerza. Félix correspondió al abrazo, sintiendo una felicidad inexplicable.

Minho se separó ahora para verlo a los ojos.
-Yo también te amo Lixxie.-rió- te amo tanto, todo este tiempo he estado amándote en silencio y pensado que era lo correcto y que no, pero ya no puedo evitarlo.- acarició su mejilla.- te amo demasiado y sé que estarás bien, esto no nos va a separar nunca, porque nunca te voy a dejar.-los ojos de Félix estaban cristalizados.- Podremos con esto, y con todo lo que se venga.-Minho entrelazó sus manos.- Somos un equipo.

- Somos un equipo.-repitió Félix

Minho se acercó más al rostro de Félix y unió sus labios en un pequeño pero profundo beso.

Después del beso, un silencio cómodo envolvió la habitación. Félix y Minho se miraron a los ojos, sus corazones latiendo al unísono. Era como si el mundo se hubiera detenido en ese preciso momento.

Minho, con una sonrisa radiante, se acercó a Félix y lo tomó de la mano. -Creo que esto significa que somos algo más que amigos, ¿no crees?

Félix asintió con entusiasmo, sus mejillas sonrojadas. -Creo que sí.

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Los días siguientes fueron una nube de felicidad para Minho. No podía dejar de sonreír y sentía que podía volar. Al llegar a casa después de la academia, se encerró en su habitación y llamó a Félix para hablar durante horas.

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