14-❥

3 2 0
                                    

La suave brisa marina acariciaba el rostro de Félix mientras despertaba lentamente. Los rayos del sol, que se filtraban a través de las cortinas, creaban un ambiente cálido y acogedor en la habitación. Bostezando, se levantó y se dirigió hacia la ventana para contemplar la hermosa vista del mar.

Minho entró en la habitación con una bandeja en las manos, sobre la cual se balanceaban dos tazas humeantes de café y un plato con tostadas, frutas frescas y mermelada. —Buenos días, mi amor.-dijo con una sonrisa. —He traído el desayuno.

Félix se acercó a la cama y se sentó, sonriendo. —Esto se ve delicioso.-respondió, tomando una taza de café.

Salieron a la terraza y se acomodaron en dos sillas de playa, la brisa marina les llevaba el aroma del mar y el sonido de las olas. Mientras desayunaban, hablaron sobre sus sueños y esperanzas para el futuro.

Una puesta de sol espectacular pinta el cielo con tonos cálidos mientras Minho y Félix caminan descalzos por la orilla del mar, dejando huellas en la arena.

—Félix, mira esto.-Se agacha y con un palo escribe sus nombres en la arena, entrelazados como un corazón. —Prometemos que volveremos a este mismo lugar, ¿verdad?

—Sonríe y toma la mano de Minho.-Lo prometo, Minho. Y cada vez que lo hagamos, recordaremos este momento.

—Y todos los demás momentos que hemos compartido. Siempre te llevaré conmigo, a donde quiera que vaya.

Félix se acerca a Minho y lo besa suavemente. —Yo también a ti.

Minho y Félix encontraron un rincón tranquilo en la playa. El suave murmullo de las olas contra la orilla proporcionaba una melodía relajante a su momento.

—Me alegra que hayamos venido aquí.- dijo Félix, su voz suave.

Minho sonrió. —Yo también. Este lugar es perfecto.

Cayó un cómodo silencio entre ellos, interrumpido solo por el sonido de las olas. Entonces, Minho comenzó a tararear una melodía familiar. Félix la reconoció al instante.

—¿Quieres cantar?-preguntó Félix, sorprendido.

—Sí, ¿por qué no?-respondió Minho, su voz cobrando confianza. —Cierra los ojos.

Félix cerró los ojos y Minho comenzó a cantar. Su voz era sorprendentemente suave y melódica, llena de emoción.

—"Birds sing sweet songs, all flight long
I’m half alive, my dear, all year long
Lost in the static, I can’t hear a thing
‘Cause I’m drownin’, yeah, I’m drownin’"

Mientras Minho cantaba, Félix sintió una oleada de emociones. Las letras, combinadas con la interpretación sentida de Minho, resonaron profundamente en él. Cuando Minho terminó, Félix abrió los ojos y lo miró, sus ojos llenos de admiración.

—Eso fue hermoso.-dijo.

Minho sonrió.—Me alegro de que te haya gustado.

Por un momento, simplemente se sentaron allí, disfrutando de la belleza de la puesta de sol y la tranquilidad del momento. Luego, como por acuerdo tácito, comenzaron a cantar juntos, sus voces mezclándose armoniosamente.

—"Birds sing sweet songs, all flight long
I’m half alive, my dear, all year long
Lost in the static, I can’t hear a thing
‘Cause I’m drownin’, yeah, I’m drownin’"

Mientras cantaban, se tomaron de las manos, entrelazando sus dedos. El mundo parecía desvanecerse, dejando solo a ellos y su amor compartido por la música y el uno por el otro.

❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥❥

3 meses después...

I LOVE YOU Donde viven las historias. Descúbrelo ahora