Mi otra mitad

Primer Día

-Despierta!! Horrible durmiente!!

-Agh... 5 minutos más.

Sentí que alguien con unas manos muy heladas, tomó de mis pies y sin compasión, me tiró de ellos hasta caer al suelo. Toda enredada entre las sabanas, traté de pararme y perseguir a Mike para golpearlo, pero éste se metió al baño. Me di la vuelta y veo un rostro muy enojado delante mío, mi mamá.

-Hola- dijo seca.

-Hola má, cómo dormiste?- Traté de ser lo más amable posible.

-Bueno pues, con los ojos cerrados. Y desde cuándo a ti te importa?

-Ay mamá, siempre te pregunto.

-No, nunca lo haces, y si lo hicieras, sería bastante extraño que de un momento a otro te importara lo que siento.

Esta mujer estaba de verdad, MUY enojada.

-De que hablas?

-No viste tu telefono?

-Ohh, las llamadas.

-Ohh, las llamadas- Me imitó de manera burlesca.

Mi madre puede ser la más tierna del mundo y la más desagradable, pero al momento de imitar, era demasiado mala, y eso me hacía reír, pero como me reiría en un momento como este?! Tengo que aguantar, por favor Emma, no te rías.

-Que madura, no?- Le dije.

-Quién habla de madura, la menos indicada.

-Deberías saber que ya soy grande, por lo tanto soy madura, no necesito que mi madre me esté llamando a cada rato.

-Pues tu "madre", se preocupa, y eso tu no lo entiendes, porque estás tan preocupada en ser madura e ir a fiestas, que se te olvida lo que los demás sientan.

Me quedé callada, ya no sabía que responderle, y una vez más y como siempre, mi mamá gana esta batalla de palabras.
Mike salió del baño con una sonrisa inocente, había escuchado cada palabra de nuestra discusión, sin dar la cara. Lo miré bastante enojada, entré al baño y dí un portaso, que lo más probable, se escuchó en toda la casa.

-TEN CUIDADO!! - Se escuchó mi madre gritándome.

Estaba muy cansada, sólo quería seguir recostada en mi cama y dormir tooodo el día, pero NO, eso no se podía ya que tenía que ir a la escuela.
Tomé una ducha, de más o menos, 30 minutos, para poder relajarme. Luego salí y me fui a vestir, me maquillé, bueno me puse mascara de pestañas, y alboroté mi cabello.
Bajé para desayunar, Mike ya estaba sentado junto a mamá, sólo faltaba yo. Me senté a comer mi rico cereal con yogurth, mientras que el ambiente era muy incómodo, quizás uno de los desayunos más inocómodos de mi vida, dejando de lado ese día en el que papá se fue y nos dejó, pero ese ya es un caso aparte.
Mi mamá terminó, subió a lavarse los dientes, cogió su bolso y se fue al auto. Mike y yo tomamos nuestras mochilas y la seguimos.
El camino al colegio fue callado y se hizo muy largo, por lo menos para mi.

-Llegamos- Dijo mamá- Que tengan un buen día.

Ya esa frase de "que tengan un buen día" es algo, un avance de que pronto se le pasará el enojo.
Bueno, con Mike ya no somos unos pequeños niños, que van de la mano a todas partes y menos a la escuela. Cada uno tomó su camino.
Cuando estaba a punto de entrar, alguien se lanzó a mi, casi botándome al suelo.
-Emma! Te extrañé tanto, tanto!
-Sam! Mi querido Sam! Tanto tiempo sin verte!- Hice un puchero,
Sam es mi amigo de hace mucho tiempo, y cuando digo mucho, es porque en verdad es mucho. Somos amigos desde que nacimos, ya que nuestras mamás se conocían y eran amigas desde que iban en la universidad. Sam también es amigo de mi hermano, desde pequeños, éramos los tres muy unidos.
Sam vivía con su madre y sus dos hermanas de 11 y 10 años, su padre había muerto en un accidente automovilístico. Sam se enteró de todo lo que había pasado y tan sólo tenía seis años, imagínense como fue para él.

-Y cómo estuvieron tus vacaciones? Hubo fiestas? Pues claro que sí, que pregunta más absurda, tu siempre vas a fiestas, y Alice cómo está? Me imagino que bien, tampoco la he visto, bueno es obvio ya que...

-Sam! Ya cállate! Paresiera que estuvieras haciendo un monólogo!

-Jeje, okey, me callo.

Tocaron el timbre para entrar a clases.

-Bien, entrémos y después seguimos hablando.

Entramos a nuestra aula y nos sentámos juntos en los primeros puestos.

Pobre Sam:( Yo estaría ahí para consolarlo xD