C O N T R O L | J. YUNHO

-13-

"THIRTEEN"

Un fuerte frío recorrerla de pies a cabeza es lo primero que Hae-in siente al ir recuperando la consciencia, y cuándo sus sentidos comienzan a despertar, la llena un aroma a humedad junto al eco de varios sonidos indescriptibles. La chica, aún sin la fuerza para abrir los ojos, toma su cabeza entre sus manos en un intento vano de disminuir el intenso dolor que sentía, era un desagradable palpitar y el mínimo movimiento se sentía extremadamente pesado.

Un jadeo de dolor escapa desde lo profundo de su garganta, y al igual que el resto de sonidos, se vuelve un eco en el lugar desconocido. Cuándo parece estar plenamente consiente, logra percibir que bajo su cuerpo el suelo es meramente tierra, lo que le indicaba que definitivamente no estaba en su apartamento.

ㅡ Hae-in. ㅡaquel llamado se cuela con fuerza por sus oídos, reconociendo a la perfección esa voz. Con gran esfuerzo abre los ojos y logra incorporarse, su mirada viaja entorno al lugar en el que se encuentra, y dado a lo que percibe, tal parece que se trata de una especie de santuario. Finalmente su mirada se detiene en él, y verlo en esa situación es como una bofetada que disminuye su malestar debido al sentimiento de impacto.ㅡ Preferiría estar así ante ti en otras circunstancias, sabes.

La chica observa atónita a Yunho, el Demonio se encontraba con ambos brazos estirados, atados por cadenas sostenidas a las paredes de piedra, se encontraba de rodillas en suelo, dentro de un círculo rojo con distintos símbolos alrededor. Lo que más la impactó fueron las heridas en su piel, las cuáles eran perfectamente visibles debido a su falta de camiseta, era como si hubiesen estado azotándolo con hierro caliente.

Hae-in intenta levantarse para acercarse y liberarlo, pero él de inmediato menea la cabeza en negación ante sus intenciones.

ㅡ ¿En dónde estamos? ¿Quién te... ㅡse corta a si misma cuándo una fugaz idea ante esa pregunta le cruza la mente.ㅡ Fué él, ¿verdad?

Yunho asiente.ㅡ Estamos en las montañas Desire, en la cueva. ㅡno explica mucho al respecto, sabía que ella lo entendería a palabras cortas. Mueve su cabeza, señalado algo, y ella sigue ese lugar.ㅡ Quiere que la tomes para él.

Sobre una mesa de piedra se encontraba una Daga, era muy similar a la del Demonio, salvo que el mango de ésta era blanco, de ahí en más, a simple vista todo parecía exactamente igual.

ㅡ ¿Por qué? ¿No dijiste que me hizo manchar mi alma para evitar que yo la tuviera?

ㅡ Exacto. ㅡambos giran la cabeza a la nueva compañía, Gunho se posa frente a la mesa de piedra, su vista fija en la Daga por unos segundos antes de dirigirla a la chica.ㅡ Verás, corromper tu alma solo sirvió para evitar que la Daga te buscara, como hizo la suya -señala al demonio-, pero sigues siendo la guardiana, no puede negarse a ti si la tomas.

ㅡ Puedes estar tranquilo, no la quiero.

ㅡ Ah, pero yo sí, y solo puedo tenerla a través de ti, así que lo harás.

ㅡ No. ㅡse niega firmemente.

ㅡ Te estoy haciendo un favor, tú no quieres lidiar con otra Daga, así que te ofrezco la salida de entregarla a mi. ㅡintenta persuadirla.

ㅡ ¿No es usted el todopoderoso? ¿Por que no solo la toma y ya? ㅡreclama con cierta burla involuntaria, Yunho sonríe ante eso.

ㅡ Al igual que mi querido hermano, no puedo solo tomarla. No a menos que tú la entregues voluntariamente. ㅡGunho se acerca, y utiliza el tono de manipulación más obvio y descarado que la chica alguna vez haya escuchado.ㅡ Pero Hae-in, si la entregas a mi, te lo prometo, me encargaré de él -señala a Yunho, quién pone los ojos en blanco ante su patético discurso- para que no tengas que verlo nunca más, y así también eliminaré todo el mal de éste mundo. Incluso podría romper ese contrato que hiciste con él...