Capitulo 11: Regreso definitivo

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Después de aquella inesperada conversación en la reunión de exalumnos, Jay y Mark se mantuvieron distantes, cada vez que estaban por coincidir en alguna parte del edificio, era Mark quien cambiaba de dirección y se iba para otro lado. Jay sintió algo de preocupación al ser el causante de que su hermanastro actúe así, no pudo evitar recordar por un instante como era su relación en el pasado, en como era Mark quien siempre estaba detrás de él como su perro guardian y como él muchas veces lo odio por gastarle bromas pesadas con sus compañeros.

Seis meses más tarde, sin previo aviso Jay regresó a Estados Unidos por unas semanas. El proyecto en China requería más preparación de lo que inicialmente había analizado y aunque su partida no fue permanente, nadie lo sabía con certeza. En todo el edificio se empezó a correr el rumor de que Jay había regresado a Estados Unidos de manera definitiva por lo que Mark, al enterarse de esto, sintió un vacío inesperado. No se habían despedido como tal y esa falta de cierre le dejó una sensación amarga, como si aquel reencuentro hubiese sido solo un breve cruce de caminos. "Tal vez es lo mejor", se dijo a sí mismo. "Es hora de que sigamos con nuestras vidas."

Mark intentaba concentrarse en su relación con Mei Ling, y aunque las cosas iban bien, su mente se encontraba en constante conflicto. Salir con Mei Ling le estaba permitiendo avanzar, o al menos eso intentaba convencerse. Sin embargo, había noches en las que, al estar solo, los recuerdos de Jay volvían con una intensidad que lo desarmaba. Cada vez que sonaba su teléfono, secretamente deseaba que fuera Jay, aunque sabía que no debía.

Fue solo unas semanas después cuando Mark, distraídamente revisando su correo, vio un titular en una revista de negocios: la compañía de Jay se expandía en Asia y él lideraría el proyecto desde Beijing de manera definitiva. Su corazón dio un vuelco. Jay estaba de vuelta. Esta vez no sería un regreso temporal. Aunque Mark no sabía cómo sentirse al respecto, la noticia trajo consigo un torrente de emociones. Le dolió no haber podido despedirse de él antes de que se fuera, pero más aún le dolía el saber que estaba de regreso y con ello, la confusión que le causaba su presencia. Era como si cada vez que intentaba seguir adelante, el destino lo empujara de nuevo hacia el pasado.

Mientras Mark intentaba procesar la noticia, las cosas también se movían en el entorno familiar. El señor Cheng, estaba que echaba chispas, había aceptado la idea de que Jay regresará por un tiempo pero ahora se estaba enterando por medio de las noticias que su hijo se iba a establecer de manera definitiva en China, lo cual lo perturbaba. — Mark debería enfocarse en su futuro, en su trabajo y en tener alguna novia. — comentó el señor Cheng durante la cena familiar, visiblemente molesto.

La madre de Mark, siempre más tranquila y calmada, asintió, pero también intervino sutilmente.

— Querido, lo está haciendo. Mark está saliendo con Mei Ling, y parece ser algo serio. No tienes por qué preocuparte. Jay tiene su vida y Mark la suya.

El comentario de su esposa pareció tranquilizar al señor Cheng. Era cierto, si Mark estaba comprometido con su relación con Mei Ling, entonces lo mejor sería que ambos hermanos siguieran con sus vidas por separado. Aunque la idea del regreso definitivo de Jay aún lo incomodaba, decidió no presionar más el asunto.

— Tienes razón. Lo mejor es que cada uno siga su camino. Un error no se comete dos veces.

Pero Mark no estaba tan seguro de eso. A pesar de lo que todos esperaban de él, la confusión dentro de su corazón solo aumentaba con el regreso de Jay.

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