Accidente

8 0 0
                                    

[18 de noviembre, 2012]

Era una tarde tranquila en la casa, justo un día antes de que Jay recibiera la devastadora noticia de que su padre planeaba llevarlo a Estados Unidos. Ambos se habían acostumbrado a pasar las tardes juntos después de la escuela, y ese día no era la excepción.

Jay estaba sentado en el sofá, medio dormido, mientras esperaba a que Mark terminara de ducharse. Habían estado estudiando toda la tarde, pero la somnolencia comenzó a ganarle. No podía dejar de pensar en cómo su vida había cambiado desde que se confesaron, en cómo cada día junto a Mark era una mezcla de emoción y comodidad.

De repente, escuchó la puerta del baño abrirse y, medio dormido, levantó la vista. Mark salió con una toalla atada alrededor de la cintura, el cabello mojado cayendo en mechones desordenados sobre su frente. Jay intentó apartar la mirada, pero algo en la forma despreocupada en la que Mark caminaba, con su teléfono en la mano y un aire relajado, lo hizo quedarse paralizado.

Mark, distraído con su celular, no se dio cuenta de que Jay estaba justo en su camino. Cuando giró para entrar a su habitación, chocó de frente con él. Fue un choque torpe; ambos tropezaron y, antes de que Jay pudiera reaccionar, cayeron al suelo, entrelazados.

El impacto fue leve, pero lo suficiente como para que sus labios chocaran accidentalmente. Fue un momento congelado en el tiempo. Jay sintió la calidez de los labios de Mark sobre los suyos, y aunque el contacto duró solo un segundo, el impacto fue profundo. Ambos se quedaron inmóviles, sorprendidos por lo que acababa de suceder.

Mark fue el primero en reaccionar, levantándose apresuradamente, su rostro completamente rojo. - Lo siento... No estaba mirando - murmuró, claramente avergonzado.

Jay, por otro lado, no pudo evitar sonreír, aunque su corazón latía descontroladamente. - No te preocupes... fue un accidente - dijo, aunque no estaba seguro de si realmente quería que lo fuera.

El resto de la tarde pasó en un incómodo silencio, con ambos evitando mirarse a los ojos. Pero en el fondo, ese pequeño accidente dejó una huella en sus corazones, una huella que, aunque no lo sabían en ese momento, marcaría el final de esa etapa de sus vidas.

Forbidded HeartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora