Capítulo #3

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Jennie se quedó en la mesa, sintiendo una mezcla de ira y tristeza después de que Alex se fue. No podía creer que él hubiera ignorado sus sentimientos y decidido llamar a Lisa a pesar de su oposición.

Después de unos minutos, Jennie se levantó y salió del restaurante, decidida a hablar con Lisa antes de que Alex llegara a la oficina. Quería advertirle sobre la llamada y prepararla para la conversación.

Al llegar a su auto, buscó su celular y llamó a Lisa, quién no dudó en contestar de inmediato.

—Lisa, necesito hablar contigo —dijo Jennie, su voz baja y urgente a través de la línea.

¿Qué pasa, Jennie? ¿Estás bien?

Jennie sacudió la cabeza a pesar de que ella no podía verla. —No, no estoy bien. Alex acaba de llamarte y va a para la empresa para hablar contigo.

Lisa frunció el ceño. —¿Qué quiere?

—Quiere hablar sobre nuestra amistad y sobre ti —dijo Jennie. — Está celoso y piensa que estás interfiriendo en nuestra relación.

Lisa suspiró. —Lo sabía. Lo sabía desde que Alex empezó a actuar de manera extraña.

Jennie se apretó el celular a su oreja. —Lisa, tienes que estar preparada. Alex puede ser muy persuasivo y puede tratar de manipularte.

—No te preocupes, Jennie. Estoy lista para él. — Respondió Lisa con una voz determinada.

En ese momento, la secretaria de Lisa llamó por el interfono. —Lisa, Alex está aquí para verte. Quiere que vayas a la sala de juntas.

— Gracias, Rosemary. — Respondió Lisa aún con Jennie en la llamada.

—Recuerda, no te dejes intimidar —dijo—. Tú tienes derecho a defender tus sentimientos y tus decisiones.

Lisa sonrió débilmente. —Gracias, Jennie. Significa mucho para mí que estés aquí para mí.

—Siempre estaré aquí para ti, Lisa. No importa lo que pase.

Lisa se dirigió hacia la sala de juntas, lista para enfrentar a Alex y defender su amistad con Jennie.

— Lisa, gracias por venir. Siéntate.

Lisa se sentó en una de las sillas de la gran mesa.  — ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo de los balances de los puntos de ventas? — Preguntó

Alex se levantó de su asiento y caminó delante de la mesa de manera lenta, cómo si estuviera siendo un cazador, un depredador. — Tengo algo de que hablar contigo. Es sobre Jennie.
— Lisa se acomodó en su asiento, sí, Jennie se lo había advertido, gracias a su aviso, no le tomó por sorpresa.  — Sé que estás pasando por un momento dificil, pero no puedes usar tu enfermedad para chantajear a Jennie. Ahora está conmigo, ya no es tu novia. Es la mía.

Lisa sonrió cerrando los ojos al sentirse incómoda por las palabras rudas de Alex.
— Mi cáncer no es un chantaje, es una enfermedad real y mortal. Jennie me estás apoyando en esta etapa.

— Tienes a mi hermana que pueda ayudarte. Ella es tu novia, no te atrevas a jugar con ella. — Reclamó Alex.

— Tzuyu no ha dirigido bien la situación. Necesita tiempo para poder digerir lo complicado de la situación. Aun que quiera, no puede ayudarme.

Alex se sentó en una silla más cercana. — Lisa, puedo ayudar. Hay clinicas que puedes usar s ayuda para, no sé, internarte salir cuando estés lista.

Lisa lo miró con sorpresa y enojo. — Me estás comparando con una adicta.

Alex la miró desinteresado —Eres la expareja de mi novia. No quiero que te sias quedando en su departamento. Ve con tu familia, busca ayuda en otro lugar, solo no te pases de lista con Jennie.

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