Tim llegaba a la sala de interrogatorios. Delante de él estaba el detective Felix, quien le miraba interrogante.
— ¿Hablaste con alguien sobre lo que no debes hablar?
Tim negó inmediatamente. — N-no, señor. Solo dije lo que me dijeron que dijera.
El detective frunció el ceño, su mirada escéptica. — ¿Seguro que no mencionaste nada sobre tu jefe y el asunto? —preguntó Felix, su voz firme.
Tim se puso nervioso, su mirada bailando entre el detective y el suelo. — N-no, señor. Juro que no dije nada —repitió Tim, su voz temblorosa.
Felix se acercó a Tim, su rostro serio. — Tim, sabes que si descubro que estás mintiendo, las consecuencias serán graves —advirtió Felix—. ¿Estás seguro de que no hay nada que quieras contarme?
Tim tragó saliva, su corazón latiendo con ansiedad. — N-no, señor. No hay nada —insistió Tim, su mirada evitando la de Felix.
Felix lo observó durante un momento, buscando cualquier señal de debilidad. Luego, se sentó en su silla, su expresión pensativa.
— Bien, Tim. Por ahora, te dejaré ir. Pero recuerda, estás bajo vigilancia. Si descubro que estás tramando algo, no tendrás escapatoria.
Tim asintió rápidamente, aliviado de salir de la sala de interrogatorios. — Gracias, señor —dijo Tim, antes de salir rápidamente de la habitación.
— Tim. — Llamó Felix. — Escucha, sí intentas algo, incluso insinuas algo que pueda llamar la atención de alguno de ellos, tendrás problemas. Primero irán por tu esposa, por tu hija, tus nietos. ¿Quieres eso?
Tim se detuvo en la puerta, su corazón helándose al escuchar las palabras de Felix. Se dio la vuelta, su rostro pálido. — No... por favor —dijo Tim, su voz temblorosa—. No les hagan daño. Haré lo que sea.
Felix lo miró con frialdad. — Exactamente —dijo Felix—. Harás lo que te digan. No menciones nada sobre Alex, nada sobre el lavado de dinero. Nada que pueda hacer sospechar.
Tim asintió desesperadamente. — Sí, sí. Entendido —dijo Tim—. No diré nada.
Felix se levantó de su silla, su mirada amenazante. — Tim —dijo Felix— Tu familia está en juego. No te olvides.
Tim se retiró rápidamente, su mente llena de terror. Sabía que estaba atrapado en una red de corrupción y que su familia era el blanco más débil. Se juró a sí mismo mantener la boca cerrada, no importaba lo que sucediera.
Felix salió de la cámara de gesell vacía, caminó con tranquilidad hasta que llegó al departamento donde recién llegaba Taehyung y Jieun.
— Tim coopera. — Comentó Felix con seriedad. — Lo único que dice es que él lo hizo con ayuda de la sospechosa.
Taehyung se sentó en su escritorio para revisar los antecedentes de Tim. — No puedo creer que un hombre tan correcto esté involucrado en esto. Ni siquiera tiene multas.
Jieun se sentó junto a Taehyung, revisando los archivos de Tim.
— Sí, parece que Tim ha llevado una vida muy ordenada hasta ahora —dijo Jieun—. Pero eso no significa que no esté involucrado en el lavado de dinero.
Taehyung asintió, su mirada escudriñadora.
— Necesitamos encontrar la conexión entre Tim y todo este desastre —dijo Taehyung. — Algo que lo vincule directamente con el caso.
Felix se sentó en una silla, sonriendo inocentemente. — No hay nada que sugiera que Tim esté involucrado en algo más grande —dijo Felix—. Parece que solo está protegiendo a la sospechosa.
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La Contrapropuesta
RomanceUna propuesta puede cambiar el rumbo de la situación, incluso viejas heridas que no sanan e inseguridades amorosas pueden ser el factor más poderoso para contemplar la separación, considerar una posible contrapropuesta podría ser el principio del fi...